México D.F. Jueves 4 de marzo de 2004
Experto señala que sólo permanecen
dos empresas de capital mexicano
Crece producción de tequila, pero la industria
está en manos extranjeras
En Yucatán se desarrolla simposio internacional
que analiza el tema Avanza la tendencia desnacionalizadora; auguran que
en 10 años las trasnacionales controlarán 90 por ciento
LUIS A. BOFFIL GOMEZ CORRESPONSAL
Merida,
Yuc., 3 de marzo. El tequila, uno de los emblemas de identidad nacional,
está en poder de extranjeros. Con excepción de las empresas
Cuervo y Herradura, hasta el momento de capital nacional, más de
85 compañías con razón social mexicana -instaladas
en el occidente y el centro del país- están aliadas o ya
fueron absorbidas por firmas estadunidenses y españolas. Algunos
ejemplos concretos son Sauza, Orendáin y Don Julio, tres de las
marcas más conocidas entre los consumidores selectos.
Cuervo reconvirtió sus acciones en 2001 a capital
nacional y se liberó de la alianza con la empresa Heublen Co., importante
envasadora y distribuidora de Estados Unidos. En 1972, Industrias Vitivinícolas
Domecq, de origen español, adquirió la destilería
La Primavera; en 1978, Domecq se hizo socio mayoritario de Tequila Sauza;
en 1999, Don Julio se asoció con Seagrams, y ese mismo año
la compañía Brown-Forman compró 33 por ciento de las
acciones de Orendáin.
Y qué decir del tequila Montezuma, envasado y exportado
desde tierras estadunidenses, propiedad del consorcio Barton Brands.
Proceso de apropiación silenciosa
Para Rogelio Luna Zamora, investigador de la Universidad
de Guadalajara (UdeG) y experto en el tema del agave azul y el tequila,
la industria tequilera nacional atraviesa desde hace años por un
proceso de apropiación silenciosa de grandes consorcios extranjeros,
cuyas millonarias ganancias en los mercados foráneos apenas dejan
un resquicio para que dos o tres empresas de capital netamente nacional
comercialicen la bebida.
Participante en el simposio internacional Los agaves de
importancia económica en México, organizado por el Centro
de Investigaciones Científicas de Yucatán (CICY), Luna Zamora
consideró irreversible el proceso de "extranjerización" de
las empresas tequileras debido, en primera instancia, al poder económico
de los consorcios mundiales y, por otra parte, a la comercialización
inadecuada de los productores nacionales.
Auguró que en menos de 10 años las compañías
tequileras de Jalisco, Nayarit, Michoacán y Guanajuato, como entidades
productoras de agave, estarán en poder de trasnacionales o, al menos,
éstas tendrán 90 por ciento de las acciones en firmas mexicanas.
Luna Zamora dijo desconocer las millonarias ganancias
que obtienen consorcios dedicados a la comercialización del tequila
y a la producción del famoso agave azul, del cual se extrae prácticamente
pura la bebida, "pero es tan buen negocio que la mayor parte de las variedades
de este licor se exportan a Estados Unidos y a Europa".
Indicó que tras un periodo de dos años -2001
y 2002- de decremento productivo, debido a la escasez del agave azul, la
industria del tequila repuntó en 2003, hasta producir más
de 150 millones de litros, pero que, de todas maneras, no alcanzó
los niveles de 2000, cuando se extrajeron 181.6 millones de litros de la
materia prima del maguey.
La escasez de agave azul dio lugar a la compra de piñas
de henequén
En los días de crisis de la producción de
agave las firmas tequileras recurrieron a la compra de piñas de
henequén en Yucatán, y también a cierto tipo de agave
del norte del país que, mezclado con caña de azúcar,
derivó en una bebida con menos de 51 por ciento de agave azul.
En Yucatán sobrevino el boom de la venta
de piñas en 2001 y 2002 cuando los productores, la gran mayoría
campesinos marginados y pobres que atendían sus parcelas, vieron
la oportunidad de obtener unos buenos pesos por la venta del corazón
del henequén a los empresarios provenientes -mayoritariamente- de
Jalisco. En dicho periodo la Secretaría de Desarrollo Rural estimó
que Yucatán "exportó" más de 138 mil toneladas de
piñas, y que cada ejidatario obtuvo un promedio de 14 mil pesos
al ofertar a 14 pesos la tonelada de fibra. Nada mal para un campesino
que percibe normalmente 500 pesos mensuales.
Luna Zamora proporcionó una serie de datos estadísticos
que, para él, reflejan la gran importancia que tiene la comercialización
del tequila, y por qué las firmas extranjeras decidieron asociarse
con las compañías mexicanas y, en su caso, absorberlas totalmente.
A partir de 1970 la producción tequilera empezó a descollar
internacionalmente y produjo 23.3 millones de litros; cinco años
después subió a 44.7 millones; en 1980, 59.9; 1985, 72.9;
1990, 87.9; 1995, 104.3; en 1999 se logró una producción
récord de 190.6 millones de litros; en 2000 la situación
decayó a 181.6 millones de litros, y en 2001 la escasez provocó
una caída hasta 146.6 millones.
EU, el principal mercado
No obstante este panorama, la producción de tequila
siempre ha estado enfocada al mercado de Estados Unidos, y en menor proporción,
al europeo. De 1995 a 2001, 473 millones de litros de tequila se exportaron
al vecino país del norte, mientras que 72.6 millones se condujeron
al viejo continente. En tanto, el mercado nacional tampoco quedó
exento del consumo, pese a la invasión de otras bebidas alcohólicas.
Respecto al consumo nacional, según cifras proporcionadas
por Luna Zamora, tomadas del Consejo Regulador del Tequila (CRT), hasta
2000 se vendieron casi 70 mil litros, de 55 grados GL, o sea, de la mayor
pureza.
Hasta ese año se exportaron 72 mil litros de bebida
elaborada con agave azul. Algunas de las variedades producidas por extranjeros
son: blanco (silver), reposado (aged), oro (golden) y
añejo (extra-aged).
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