México D.F. Jueves 4 de marzo de 2004
Prácticamente "tenemos todos los permisos"
para el plan en Ensenada: Blakeley
Afirman trasnacionales que pretenden abastecer de gas
al noroeste de México
Advierte Greenpeace que la oposición de ambientalistas
y ONG puede aumentar
ISRAEL RODRIGUEZ Y ROBERTO GONZALEZ AMADOR
El gigante petrolero y gasero conformado por la anglo-holandesa
Shell y la estadunidense Sempra Energy aseguró este miércoles
que la planta de regasificación que pretende construir en Ensenada,
Baja California, será para cubrir exclusivamente la demanda del
energético en la región noroeste del país, integrada
por los estados de Baja California, Baja California Sur, Sinaloa, Sonora
y Tamaulipas.
Sin
embargo aclaró que en un principio, mientras aumenta la actividad
económica y por ende la demanda del energético, 50 por ciento
del gas natural que se produzca en la planta de un total calculado en mil
millones de pies cúbicos diarios de gas natural será destinado
al mercado californiano de Estados Unidos.
"Estamos optimistas de poder iniciar el proyecto, porque
prácticamente tenemos todos los permisos de las autoridades locales
y federales" (CRE, Semarnat y del municipio) afirmó a La Jornada
Bárbara Blakeley, vocera oficial de Royal Dutch Shell en México.
Según las proyecciones de la Secretaría
de Energía, el consumo nacional de gas natural para generación
pública de electricidad en la región noroeste del país
en 2007, año en que se espera culminar la construcción de
la regasificadora, será de 215 millones de pies cúbicos diarios,
precisa la Prospectiva del mercado de gas natural 2003-2012. Es decir,
apenas ligeramente superior a 20 por ciento del volumen total que la planta
de Shell y Sempra Energy producirá diariamente.
Bárbara Blakeley refiere: "Este proyecto nació
y está creciendo en México. Está pensado para cubrir
la demanda del mercado regional noroeste de Baja California, México.
La infraestructura de Baja California depende de las importaciones de Estados
Unidos. Baja California necesita suministrar gas natural licuado con precios
competitivos. Este proyecto por eso ha tenido gran interés por parte
de las autoridades".
Pese a los escollos legales, como un amparo promovido
por el complejo turístico Bajamar, muy cerca del terreno en el que
se pretende construir la planta regasificadora denominado Costa Azul, la
representante de la compañía expresó: "Estamos muy
confiados de llevar a cabo nuestros proyectos y de iniciarlo este mismo
año y terminarlo en 2007. Esperamos que nuestros planes sigan adelante,
porque hasta ahora todo marcha en tiempo y forma".
Bajamar, encabezado por Roberto Valdés, interpuso
un juicio de amparo ante el Tribunal Federal y Justicia Administrativa,
por medio del abogado Marco Lazcano, para evitar que se construya la planta
que tendrá una inversión de 600 millones de dólares.
Luis Arturo Moreno Vega, coordinador de la Campaña
de Energía y Cambio Climático de Greenpeace, aseveró
que la oposición de grupos ambientalistas y de organizaciones civiles
puede crecer en las próximas semanas en el municipio de Ensenada.
Incluso, dijo, se ha solicitado a los investigadores de
la Universidad de Arkansas, doctores Jerry Havens y Tom Spicer, realizar
un estudio alterno sobre el riesgo e impacto ambiental en la zona. Los
expertos que laboran en el Chemical Hazards Research Center en Fayeteville,
Arkansas, darían a conocer sus resultados en breve, indicó
Greenpeace.
Por su parte, los representantes de la petrolera reconocieron
que: "Los retos legales no son extraños en cualquier parte del mundo,
pero esperamos avanzar".
Entre los argumentos sobre las bondades de la planta operadora
de gas en el municipio de Ensenada destaca la creación de mil empleos
durante la construcción de la instalación, así como
unos 40 empleos directos y permanentes, una vez terminada.
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