Crece la presión sobre Blair por la legalidad de la guerra

El espionaje en la ONU incluyó a la ex comisionada Mary Robinson

DPA Y AFP

Londres, 29 de febrero. La presión sobre el primer ministro Tony Blair aumentó este domingo al revelarse que militares británicos advirtieron la falta de legalidad de la guerra contra Irak, y que la ex comisionada de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Mary Robinson, también fue espiada.

Según el diario británico The Observer, el jefe del Estado mayor, Michael Boyce, exigió pocos días antes del inicio de la guerra una "explicación inequívoca" sobre la legalidad de una invasión. La información publicada señala que Boyce estaba especialmente preocupado por la falta de una segunda resolución de la ONU sobre la guerra. Llegó incluso a conversar personalmente con Blair.

En un comunicado, el Ministerio de Defensa británico rechazó hoy que los militares se hubiesen "negado" a participar en la guerra, pero se entiende que Boyce quiso informarse sobre la base legal (del conflicto) y con ello se dio por "satisfecho".

The Observer se basó para esta información en documentos del proceso contra la empleada del servicio secreto Katharine Gun, la traductora que fue acusada de traición porque filtró información sobre las escuchas de diplomáticos de la ONU a un diario, y que fue liberada hace unos días por falta de pruebas.

En este sentido, el escándalo del espionaje en la ONU que destapó la ex ministra británica Clare Short, se amplió a la sede de este organismo internacional en Ginebra, donde la ex comisionada de Derechos Humanos, Mary Robinson, fue también espiada, informó este el diario suizo NZZ am Sonntag.

La también ex presidenta irlandesa Robinson estuvo al frente de este organismo entre 1997 y 2001 y mantuvo diferencias con Estados Unidos en temas de derechos humanos y la guerra.

El diario dominical se remitió a un ex agente británico del servicio secreto MI6, Richard Tomlinson, quien declaró que el objetivo fue "espiar a la alta comisionada".

Robinson no se mostró sorprendida por la noticia. "Siempre estuve consciente de que existía la posibilidad de que fuera espiada y actué en consecuencia", declaró al NZZ am Sonntag.

La vocera de Naciones Unidas, Marie Heuze, dijo en la sede europea del organismo mundial que no se tienen pruebas de estos incidentes, pero en caso de ser ciertas las afirmaciones "estaríamos muy decepcionados". La justicia suiza también mostró su interés en lo ocurrido.

En Londres, continuó hoy la disputa política por las acusaciones de Short en torno a que el servicio secreto británico espió la oficina del secretario general de la ONU, Kofi Annan, en Nueva York antes de la guerra en Irak.

Short insistió en que leyó protocolos del servicio secreto en el que se afirmaba esto, al tiempo que aseguró que no lleva adelante ninguna "campaña difamatoria" contra el primer ministro Tony Blair, en declaraciones que fueron publicadas por el diario Sunday Telegraph.

Sin embargo, agregó que debido a una "serie de engaños" en relación con la invasión a la nación árabe "es tiempo (que Blair) se vaya".

Asimismo, las familias de una docena de iraquíes muertos entre mayo y noviembre de 2003 en Irak, pidieron al Ministerio de Defensa británico que reconozca su responsabilidad en la muerte de sus allegados, afirmó uno de sus abogados.