Designa a Víktor Jrystenko como premier interino

Cambios en la cúpula del gobierno ruso; destituye Putin al primer ministro

JUAN PABLO DUCH CORRESPONSAL

Moscu, 24 de febrero. El presidente Vladimir Putin destituyó este martes a su primer ministro, Mijail Kasianov, y por añadidura a todos los integrantes del gobierno de Rusia, en una sorprendente decisión que encierra varios mensajes para los distintos clanes de la elite política local. En su lugar fue designado Víktor Jrystenko.

Putin realiza este importante reajuste en la cúpula rusa tres semanas antes de lo que se perfilaba casi como un cambio pos-electoral anunciado, ya que sus diferencias con Kasianov eran cada vez más notorias y el primer ministro tiene la obligación constitucional de renunciar para que el ganador de las elecciones forme nuevo gobierno.

Desde hace más de un año se apuntó la posibilidad de que Kasianov fuera destituido en vísperas de las elecciones presidenciales en caso de que el mandatario necesitara sacrificar a su primer ministro, convirtiéndolo en chivo expiatorio para sumar votos, pero la situación es muy diferente a ese escenario adverso.

La manipulación apabullante que permitió al Kremlin obtener, en las legislativas de diciembre pasado, la mayoría calificada en la Duma, hizo que la clase política se resignara a considerar la relección de Putin como inevitable.

Tal vez por esto no se postuló a ningún rival serio y la oposición se dispone a dar la batalla en 2008, para lo cual se instaló incluso un comité de coordinación que trabaja tanto en la búsqueda de un candidato común como en la tarea de denunciar cualquier intento de modificar la Constitución para prolongar la permanencia de Putin en el poder.

Ahora, para crear la apariencia de que habrá varias opciones electorales, el propio Kremlin impulsó el registro de algunos candidatos y, cuando cualquiera empieza a representar el más mínimo peligro, no escatima recursos para ridiculizarlo en los medios de comunicación o forzarlo a abandonar la carrera por la presidencia.

Con rivales ausentes en los medios, con toda la maquinaria de Estado a su servicio y hasta reglas que la autoridad electoral aplica de modo distinto dependiendo del candidato que se trate, Putin tiene asegurada la relección en esta contienda desigual.

Mensajes para los clanes

El reajuste tiene al menos tres claros mensajes para los clanes que se disputan posiciones en el entorno presidencial.

El primero es que nadie -salvo Putin, se entiende- puede favorecer a ningún grupo económico. Al parecer, Kasianov estimuló una red de intermediarios que, a espaldas del Kremlin, se quedan con parte considerable de las ganancias por concepto de exportación de petróleo.

Lo cierto es que su repentino cese se hizo oficial apenas unos días después de que el Banco Mundial publicó un informe sobre Rusia que, al revelar sofisticados esquemas de evasión fiscal y distorsiones en el PIB, por ejemplo la atribución artificial de hasta 60 por ciento al sector servicios, como si la economía rusa tuviera un carácter pos-industrial, cuestiona los éxitos del gobierno de Kasianov.

El segundo mensaje parece ser que el Kremlin se reserva el derecho de decidir hasta qué punto un primer ministro puede participar en política. Porque Kasianov cayó en desgracia en el momento en que dejó de ser un jefe de gobierno "técnico" y pretendió jugar un papel político autónomo. El distanciamiento comenzó a partir de la detención de Mijail Jodorkovsky, el hombre más rico de Rusia y accionista principal de la petrolera Yukos, cuando Kasianov llegó a criticar los métodos empleados por la procuraduría rusa.

El nombramiento de Víktor Jrystenko como primer ministro interino confirma la preferencia de Putin por un jefe de gobierno "técnico". Pero el mensaje principal está por venir con la designación del sustituto definitivo de Kasianov.

De no ratificar a Jrystenko, Putin puede dar el primer paso para promover a un sucesor en la presidencia, de escoger como jefe de gobierno a alguno de sus más allegados, como sería el actual ministro de Defensa, Serguei Ivanov, o indicar que aún está abierta la posibilidad de extender su permanencia en el Kremlin después de 2008, en caso de optar por un liberal de San Petersburgo, de perfil "técnico", como Aleksei Kudrin, el actual vicepremier a cargo de las finanzas.