.
Primera y Contraportada
Editorial
Opinión
El Correo Ilustrado
Política
Economía
Mundo
Estados
Migración
Capital
Sociedad y Justicia
Cultura
Espectáculos
Deportes
Fotografía
Cartones
CineGuía
Suplementos
Perfiles
La Jornada en tu PALM
La Jornada sin Fronteras
La Jornada de Oriente
La Jornada Morelos
Librería
Correo electrónico
Búsquedas
Suscripciones

E S P E C T A C U L O S
..

México D.F. Domingo 22 de febrero de 2004

En EU se violentan los derechos civiles y hay desaparecidos políticos, acusa el poeta beat

Ferlinghetti: la contracultura ya no existe, los medios la han asimilado

Asegura que la resistencia de la poesía contra la guerra no muere, pese a que no llega al gran público

Dice que su más reciente libro, La noche mexicana, está inspirado en El laberinto de la soledad

CARLOS MARTINEZ RENTERIA

Oaxaca, Oax. Su mirada azul y llena de infinita ternura se torna enérgica e indignada cuando el poeta estadunidense Lawrence Ferlinghetti advierte que en su país se violentan los derechos civiles e incluso actualmente "hay desaparecidos políticos" y arrestos indiscriminados e ilegales.

El fundador de la librería City Lights y primer editor de la generación beat no puede ocultar su fascinación por la ciudad de Oaxaca, recorre sus calles y se entusiasma frente a las puertas de madera de la vieja cantina La Farola (1816), en donde, dice la leyenda, bebía mezcal Malcolm Lowry. La conversación con el poeta es intermitente, accidentada entre las distancias del idioma y las trampas de la tecnología, pero desde luego no faltan los mezcales, los amigos y la compañía femenina para el maestro ("de los poetas será el reino de los senos", la evocación necesaria de Efraín Cocodrilo Huerta).

A un año de distancia de su visita anterior a México, Ferlinghetti dice entre risas que podría escribir un libro para contar lo ocurrido en estos meses recientes. Habría que decir en primera instancia que "la resistencia de la poesía contra la guerra no muere, a pesar de que no tiene la posibilidad de llegar al gran público. El monopolio de los medios masivos manipula la voluntad popular", y desde luego una mentada de madre (o algo parecido en idioma gabacho) para George W. Bush.

También durante 2003 se celebró un acontecimiento inédito: el aniversario de la librería underground City Lights; ante la pregunta de qué significó para su fundador este récord, la sonrisa del poeta y una palabra son la respuesta: "sobrevivimos".

La manera tradicional de beber el mezcal "zapoteco" es intercalando una chupada de gajos de naranja y sal de gusano de maguey entre cada trago. En la barra de La Farola también se encuentra el novelista brasileño Joao Alamino, quien, en feliz coincidencia, es amigo personal de Ferlinghetti, pues vivió algunos años en San Francisco y de tarde en tarde bebían mojitos en un pequeño bar al que asistía también el poeta Allen Ginsberg acompañado por sus efebos.

Ferlinghetti habla también de contracultura, su postura es desencantada pero a la vez romántica, dice que "la contracultura ya no existe porque ha sido incorporada a la clase media y los medios masivos la han asimilado". Sin embargo, advierte que el espíritu contracultural sigue siendo, "al igual que en los años 50, una actitud necesaria de resistencia ante el sistema".

Del libro La noche mexicana, que se presentó este sábado en el esplendoroso Ex Convento de Santo Domingo, no podemos ser modestos para presumir una dedicatoria personal del poeta: "Gracias, compadre, es un libro muy bonito", y explica que este recuento de crónicas de viajes a México fue inspirado en El laberinto de la soledad, de Octavio Paz, pues su principal intención fue interpretar al ser mexicano. Pero reconoce que "ese mexicano del que yo hablo en mi libro ya no es el mismo, ahora existe un elemento que lo cambia todo: la Internet. Ahora en cualquier pueblito existe la posibilidad de comunicarse con el mundo", y una vez más pareciera que Ferlinghetti se contradice: "trato de vivir la ilusión de que la realidad sigue siendo ese pasado sin tecnologías. Cuando viajo trato de moverme por las carreteras viejas, quiero estar en los pueblos pequeños, no en las ciudades.

"La ciudad jungla es ardiente y viscosa al medio día, pletórica de alucinaciones, de pesadillas del medio día y lengüetas extraviadas. Los zapatos vienen a mí, todos sin lengüetas. El enorme agujero, en el fondo de mi zapato izquierdo, deja capaz de acción inmediata sólo a mi zapato derecho, la segunda etapa de cualquier revolución. ¿Cuándo es más fácil ir hacia la derecha que a la remota izquierda? ¿Mi reino por un caballo? No importa el caballo, no importa el agujero en mi alma..." Página 43 de La noche mexicana.

Han servido una vez más los recipientes cristalinos de mezcal. "La resistencia de la poesía no muere, pero no tenemos fuerza. El monopolio de los medios nos aplasta", insiste Ferlinghetti, quien a sus 85 años se indigna y quiere sumarse a la protesta campesina que invariablemente se instala en plantón frente al palacio de gobierno.

Ante el tema de las drogas, el escritor es definitivo: "si las drogas siguen prohibidas simplemente se incrementa el mercado negro". Y la evocación a uno de los más alucinantes textos de La noche mexicana se hace presente: "Noche bárbara. En una fiesta alguien me pasa una pipa y le doy varios toques, casi de inmediato estoy en un mal viaje. Es la primera vez que me sucede con hierba, recuerdo haberme dicho a mí mismo, le pusieron alguna mierda; pero todos los que estaban a mi alrededor habían fumado de la misma pipa y, sin embargo, allí estaban, inconscientes, sentados en la penumbra, mirando las diapositivas a color de Rembrandt a través de un estroboscopio de luz negra, riendo y viajando con las imágenes. Tan sólo luce superestroboscópico para mí. El tocadiscos toca rock, me siento en un sombrío rincón. Todo el cuarto empieza a mecerse con la música, no sólo a mecerse sino a revolcarse vertiginosamente. Sudo frío, siento las gotas en mi mente helada. La habitación está cerrada por dentro, intento que mi mente siga funcionando, entonces me fragmento por completo. Pierdo el conocimiento dos, acaso tres minutos, entonces regreso, respiro difícilmente, me sacuden y preguntan alarmados: ¿estás bien? Digo sí, sí, como si fuera todo normal. Me dan un plato rebosante de espagueti y un vaso de agua. No puedo sostenerlos con las manos, los pongo sobre una mesa, así no los tiraré; un tipo junto a mí dice: olvidó respirar, a veces pasa, ya está bien (...) aún estoy drogado cuando tropiezo con los ásperos adoquines, recuerdo todo, luego nada, vomito unas cuantas veces aquí y allá a través de las calles oscuras, pensando en esa gran y oscura cosa: el México primitivo..."

Al tercer mezcal, Ferlinghetti decide partir hacia la inauguración del segundo Coloquio Internacional de la Imaginación Literaria, afortunado pretexto para que se diera esta segunda visita del maestro beat.

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
Día Mes Año
La Jornada
en tu palm
La Jornada
Coordinación de Sistemas
Av. Cuauhtémoc 1236
Col. Santa Cruz Atoyac
delegación Benito Juárez
México D.F. C.P. 03310
Teléfonos (55) 91 83 03 00 y 91 83 04 00
Email
La Jornada
Coordinación de Publicidad
Av. Cuauhtémoc 1236 Col. Santa Cruz Atoyac
México D.F. C.P. 03310

Informes y Ventas:
Teléfonos (55) 91 83 03 00 y 91 83 04 00
Extensiones 4329 y 4110
Email