México D.F. Domingo 22 de febrero de 2004
El nivel de ingreso incide en el aprovechamiento escolar
En México existe una brecha educativa entre sectores sociales: especialista
CLAUDIA HERRERA BELTRAN
En México es "mucho más probable" que un joven de 20 años que proviene de una familia pobre no haya concluido la secundaria, mientras que otro de ingresos más altos se encuentre estudiando la universidad.
Esta comparación es una muestra de las brechas educativas que genera la "enorme" desigualdad que hay en México, señaló Teresa Bracho, investigadora del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE).
La investigadora especializada en el tema de educación y pobreza explicó que tanto la desigualdad de ingreso como la falta de estrategias de la escuela para retener a los jóvenes en las aulas, son las principales causas de la deserción escolar.
Una investigación basada en el Censo General de Población y en estadísticas de la Secretaría de Educación Pública reveló que los jóvenes que pertenecen al decil más alto de ingreso tienen más probabilidades de éxito escolar que los que provienen de los deciles más bajos.
En entrevista, dijo que otro factor que pesa en el fenómeno de la deserción escolar es cultural, porque en los grupos sociales más pobres hay un desencanto del sistema educativo.
Otro obstáculo que impide que los mexicanos de escasos recursos continúen sus estudios es que muchos de ellos forman sus propias familias a temprana edad, lo que los obliga a trabajar.
Señaló que la expansión de los años 70 en el sistema de educación pública en los niveles de primaria, secundaria y bachillerato ha permitido que más mexicanos lleguen a las aulas y permanezcan en ellas, pero no ha puesto fin al problema de la deserción escolar.
En opinión de Bracho, la escuela tiene que jugar un papel más activo para retener a los jóvenes, haciendo que los centros educativos no sean aburridos ni un espacio escolástico, sino que den conocimientos significativos para los alumnos.
Dijo esta desigualdad de acceso y permanencia en las aulas también es un asunto de género. Explicó que las mujeres comienzan a abandonar las aulas a los 12 años de edad, aunque una vez que superan la secundaria tienen más probabilidades de continuar y concluir el bachillerato que los hombres.
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