.. |
México D.F. Domingo 22 de febrero de 2004
Reprochan el trato preferencial que se da a
las empresas trasnacionales
Demandan ambulantes ser incluidos en el plan de rescate
de Chapultepec
Se ha modernizado, pero no se debe olvidar que este
lugar es del pueblo, dice una visitante
JOSEFINA QUINTERO MORALES
Las manifestaciones de los comerciantes ambulantes del
Bosque de Chapultepec no son en oposición al proyecto de rescate,
sino por temor a ser desalojados de sus zonas de trabajo, señalaron
representantes de unos mil 500 vendedores de la primera y segunda secciones.
Sixto
Mérida, representante de vendedores de la entrada cuatro, conocida
como El Acuario, explicó la petición que han hecho a Rosa
María Gómez Sosa, directora del Bosque de Chapultepec: "queremos
saber si estamos incluidos en el programa de rescate, tenemos muchos años
vendiendo aquí, y si nos quitan significará perder nuestra
fuente de empleo".
Recuerda que en 1992, cuando la rehabilitación
integral del zoológico, cerraron la sección y ellos tuvieron
graves apuros económicos; "nos pidieron salirnos durante los trabajos
y aceptamos, pero después fuimos desalojados y en nuestro lugar
entraron empresas trasnacionales".
Nuestra necedad, agregó, hizo que construyeran
locales y plazuelas, "hicimos contratos y cada quien pagaba 150 pesos".
Sobre la invasión de áreas verdes, dijo que fueron las autoridades
quienes los instalaron en esas zonas. Cansado por la edad, Sixto Mérida
reconoce que algunos vendedores "son abusivos, pero son los verificadores
quienes permiten el desorden: pintan una raya para delimitar el espacio,
y si se sale una pata de la mesa ya hay que darles un entre".
Otro vendedor, quien pidió omitir su nombre, agregó:
"tenemos que dar de 20 a 50 pesos; dicen que somos sucios, que generamos
basura, pero son ellos los que fomentan los malos hábitos, aquí
no hay más líder que el verificador, la autoridad, porque
ellos son los que deciden".
Mientras, Malena Macías, también comerciante,
dio su versión: "durante más de 10 años hemos estado
luchando por los espacios; somos mil 500 comerciantes y cada uno es representante
de familia, o sea que si nos sacan afectan a más 6 mil personas
que se sostienen de las ventas en el bosque". La llegada de las empresas
trasnacionales, precisó, "sólo vino a quitarnos nuestros
espacios, porque a ellas sí se les permite el giro que les convenga,
sin ninguna restricción".
En el plan maestro del proyecto para rescatar el Bosque
de Chapultepec, en el apartado cuatro señala que el comercio informal
provoca daño ambiental por la invasión de áreas verdes,
falta de higiene, generación de basura y degradación del
paisaje. También se advierte sobre los riesgos en materia de protección
civil, por el bloqueo de entradas y rutas de acceso, insalubridad y altos
niveles de ruido, entre otros factores.
Una visitante, Carmen Villalobos, reconoce la falta de
mantenimiento y el deterioro del bosque; sin embargo, señala, es
importante que sigan las tradiciones. "Uno extraña las paletas de
manzana cubiertas de caramelo; el trenecito que recorría el bosque
desapareció y en su lugar quedó la tienda de recuerdos, por
cierto muy caros. Se ha modernizado Chapultepec, pero no deben olvidar
que este bosque es del pueblo y por ello deben rescatarlo".
|