México D.F. Domingo 22 de febrero de 2004
Ocoyucan, Puebla
Causa tensión intento de antorchistas por controlar 3 templos
LA JORNADA DE ORIENTE
Puebla, Pue., 18 de febrero. La pretensión de la organización priísta Antorcha Campesina (AC) de controlar los tres templos y sus limosnas en la junta auxiliar de San Bernardino Chalchihuapan, ubicada en el municipio de Santa Clara Ocoyucan, ha creado un clima de tensión en esa comunidad. A esa intención se opone el Partido de la Revolución Democrática (PRD), que gobierna en la localidad.
Durante dos semanas, la Secretaría de Gobernación estatal intentó sentar a las partes en pugna, pero al fracasar, el arzobispado de Puebla determinó suspender el culto religioso y retiró del pueblo al presbítero Uriel Pérez. El vocero de la arquidiócesis, Eugenio Lira Rugarcía, dijo que no se reanudarán las celebraciones eucarísticas hasta que existan condiciones de seguridad para el sacerdote y para los pobladores.
El edil auxiliar, el perredista José Martín Romero Montes, dijo que se trata de un problema político que se busca presentar como religioso, pues en el fondo existe el resentimiento de los antorchistas por haber sido echados del gobierno subalterno de San Bernardino Chalchihuapan, hace menos de tres años, luego de que la comunidad se cansó de la represión, la falta de transparencia en el manejo del erario y la prepotencia de las autoridades.
En las pasadas elecciones, dijeron, el pueblo se rebeló ante la imposición que AC pretendía realizar y eligieron a una autoridad emanada del PRD.
Celso Juárez, poblador de esa comunidad, dijo que los antorchistas comenzaron su embate con el control de los fiscales de San Bernardino -encargados de organizar las fiestas religiosas-, quienes fueron elegidos en una votación llena de irregularidades, como acarreo y compra de votos. Después vino la expulsión de los perredistas de la iglesia principal y el templo de Cristo Rey. Ahora pretenden arrebatarles el control del Centro de Evangelización.
Centro evangelizaddor, en la mira
Hace nueve días, unos 500 antorchistas iniciaron un plantón en la catedral de Puebla y Casa Aguayo, sede del poder Ejecutivo local, en demanda de que las autoridades eclesiásticas les entregaran las llaves del Centro Evangelizador, sitio de refugio de todos los pobladores que fueron expulsados por los representantes de AC.
Después de cinco días de negociaciones con representantes de Gobernación, autoridades estatales y la curia poblana, los quejosos levantaron su protesta por el temor de ser desalojados.
Javier Fernández, subdirector de Normatividad de Asociaciones Religiosas y Culto Público de la dependencia federal, refirió que las pláticas fueron suspendidas porque los representantes de AC no quisieron aceptar que por ley las llaves de cualquier inmueble religioso deben estar bajo la custodia del párroco y por ningún motivo los templos debían ser controlados o administrados por organizaciones políticas.
El único triunfo que los antorchistas lograron en las reuniones con las autoridades federales y estatales, fue la decisión de remover al párroco Uriel Pérez, a quien acusaban de defender la causa de los perredistas y tener bajo su custodia las llaves del Centro Evangelizador.
Sin embargo, en San Bernardino existe una tensa calma ante el riesgo de que los simpatizantes de AC intente ocupar por la fuerza el inmueble religioso. A petición de la alcaldía subalterna, el gobierno del estado envió a 100 policías preventivos para resguardar la zona.
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