México D.F. Domingo 22 de febrero de 2004
No es tiempo de festejar: Vera López
Si bien la captura del ex jefe policiaco Miguel Nazar Haro revive la esperanza de que la justicia alcance a los responsables de la guerra sucia, "nadie puede echar campanas al vuelo", pues aún necesitamos exigir que la procuración de justicia "combata realmente las violaciones al estado de derecho que han atentado, no sólo en el pasado sino en nuestra historia reciente, contra los derechos humanos", afirmó Raúl Vera López, obispo de Saltillo e integrante de la Comisión Episcopal de Pastoral Social.
Debemos procurar, agregó, que esta acción no se convierta "en un signo que sirva para calmar las ansias de justicia de la sociedad, para que luego veamos desilusionados que se abre nuevamente la puerta a la impunidad".
Nos corresponde estar atentos de que este sea un procedimiento realmente serio que no busque sólo "generar adeptos a un gobierno que se está desprestigiando, sino una lucha real por el respeto a los derechos humanos". No se trata, aseguró, de "buscar chivos expiatorios, sino de eliminar los mecanismos represivos que se emplearon durante décadas para castigar cualquier disidencia contra el sistema".
Vera López indicó que ante la detención de Nazar Haro -quien enfrenta acusaciones por la desaparición de Jesús Piedra Ibarra-, las instancias judiciales deben actuar "de manera que se pueda comprobar que la procuración de justicia trata de combatir realmente las violaciones al estado de derecho y se castigue a quienes desde el poder abusaron de su autoridad para cometer toda clase de atropellos".
Señaló que si bien esta acción representa "una voz de aliento" para los familiares de los desaparecidos en la guerra sucia, es gracias a la perseverancia de luchadoras sociales como Rosario Ibarra de Piedra, madre de Jesús Piedra Ibarra y líder de la organización Eureka, como fue posible que los presuntos responsables llegaran ante las autoridades. LAURA POY SOLANO
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