México D.F. Miércoles 18 de febrero de 2004
Cafetería para menores de 23 años impulsará la formación humanística
Ofrecen preparatoria abierta si discriminación sexual para jóvenes
Es una alternativa para quienes tienen deseos de terminar sus estudios, señala Josué Quino, director del proyecto Las clases comenzaron a impartirse el pasado enero
Los espacios para los jóvenes que viven la diversidad sexual se caracterizan por explotar el esparcimiento y la diversión; sin embargo, existe un sitio llamado La Rockola, que además de ser un lugar lúdico y de convivencia brinda clases de preparatoria abierta a los integrantes de la comunidad lésbico, gay, bisexual, transexual y transgénero (LGBT) de la ciudad de México.
El actor Tito Vasconcelos, dueño y promotor de La Rockola, consideró que es un espacio único y que "tendría que haber por lo menos un centro comunitario por delegación". El socio más reconocido del corporativo Cabaré-tito adujo que las autoridades gubernamentales, tanto federales como estatales, deberían preocuparse más por crear sitios de "esparcimiento, diversión y formación" para los jóvenes en lugar de verlos como masa y posibles votantes, ya que esta último no les va a funcionar.
La Rockola es una cafetería y fuente de sodas para menores de 23 años, en la que no se expenden bebidas alcohólicas ni cigarros. Fue reabierta hace un año bajo la batuta de Josué Quino, quien impulsa el proyecto denominado Centro de Atención Integral para Adolescentes y Jóvenes Gays, Lesbianas y Bisexuales de México (Caipaj), el cual tiene como objetivo impulsar la formación humanística de la comunidad LGBT.
Atención en diversas áreas
El objetivo del Caipaj -además del sistema abierto de educación media superior- es atender varios aspectos mediante servicios como área de salud, en la que se respeta la orientación sexual y se atiende a todos los jóvenes de la misma forma mediante un convenio con Mexfam; en el ámbito cultural se brindan clases de teatro, coreografía, jazz, coro, entre otras actividades; en el educativo, conferencias, cursos y talleres enfocados a la prevención del VIH-sida y otras enfermedades de transmisión sexual; el servicio de condonería llamado Condón-es amor, prevención y seguridad; una pequeña librería, en la que se pueden intercambiar libros; un foro y una galería en los que se exhiben obras de artistas jóvenes de la comunidad y se realizan montajes teatrales dirigidos a la comunidad gay y, por supuesto, el espacio para la diversión es La Rockola.
El proyecto del Caipaj surgió hace un año (enero de 2003) cuando Quino presentó su idea a Tito Vasconcelos y David Rangel, del corporativo Cabaré-tito. Ellos vieron con agrado la propuesta y brindaron toda su confianza al director del Caipaj, al grado de que no cobrarle renta por el local donde se ubica La Rockola e incluso colaboraron con la remodelación.
Apoyado en el programa de la SEP
El sistema abierto de educación media superior que se impartirá en La Rockola comenzó su primer ciclo en enero y está totalmente basado en el programa de la Secretaría de Educación Pública, con 33 materias y materiales didácticos autorizados por la dependencia.
Vasconcelos señaló que el objetivo del proyecto es crear otras expectativas en las personas de la comunidad LGBT que no tengan que ver con el antro; "los menores de edad no pueden entrar a la discoteca, y nosotros no los queríamos tener en la calle expuestos a cosas como las agresiones, la delincuencia, la prostitución o la drogadicción (...) no es volvernos la madre Teresa de Calcuta, pero me preocupan mis jóvenes gays que comienzan a descubrir su sexualidad y su ciudad".
El actor aseguró que el principal riesgo al que se enfrentan los gays es la ignorancia, ya que las nuevas generaciones "leen poco y están expuestas a una cultura audiovisual inmediata; por ello para nosotros es importante hacerles entender que la lectura es un hábito importante, que el Presidente (Fox) no tiene la razón, que los ignorantes no son más felices (...) se deben diseñar espacios en los que los chavos se diviertan, aprendan y terminen su preparación media superior".
Estilo sesentero
Al entrar a La Rockola se aprecia un sitio estilo sesentero: una larga barra escoltada por bancos giratorios; frente a ésta se ubica un pequeño cubículo en el que se agrupan pequeñas mesas para los que asisten en grupo. En esta sala hay una rokola que reproduce pistas de distintos cantantes. En el segundo nivel se encuentra el espacio para la terapia sicológica y un par de salones muy amplios (el de baile y el de teatro) en los que se impartirán las clases de preparatoria abierta en el turno matutino de lunes a viernes o bien los sábados para quienes no pueden asistir entre semana.
Por su parte, el director del proyecto aseguró que "muchos chavos dejan de ir a la escuela porque los insultan, los agreden y los discriminan a causa de su orientación sexual; por ello decidimos abrir las clases de preparatoria abierta, ya que ellos tienen esa necesidad de terminar una escuela, que, si bien es cierto que está dirigida a lesbianas, gays, bisexuales, transgenéricos y travestis, no estamos excluyendo a los heterosexuales. Somos una institución educativa como las demás, con la única diferencia de que jamás vamos a discriminar a una persona por una orientación diferente".
Ex candidato a diputado en el Distrito Federal por México Posible, Josué Quino advirtió que los jóvenes que viven la diversidad sexual deben darse cuenta de que la formación integral es una opción de esparcimiento y diversión, "no todo es coger, chupar y echar desmadre", y agregó que La Rockola es un espacio de formación humanística y crecimiento individual, cultural y educativo en el que siempre se refuerza la temática del VIH-sida y el "rollo de ser gay".
Finalmente el dueño del corporativo Cabaré-tito dijo que espera que el proyecto del Caipaj despierte en los integrantes de la comunidad LGBT el deseo de desarrollar sus propios proyectos y busquen la creación de otros espacios, momentos y lugares, además de otras maneras de vivir su juventud y su diversidad sexual.
La Rockola se ubica en avenida Insurgentes Sur 226, en la colonia Roma. EMIR OLIVARES ALONSO
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