México D.F. Miércoles 18 de febrero de 2004
En su versión 12 deja la pintura y adopta
el dibujo y la gráfica de gran formato
Convoca la Bienal Rufino Tamayo a superar la falta
de audacia en el arte
El conformismo es otra amenaza que se cierne sobre los
creadores nacionales
Lo que le da legitimidad es impedir que se marchite
el certamen, opina Raquel Tibol
ERICKA MONTAÑO GARFIAS
La versión 12 de la Bienal Rufino Tamayo estará
dedicada al dibujo y la gráfica de gran formato, con la finalidad
de evitar el conformismo y la falta de audacia cuya amenaza se cierne sobre
los artistas mexicanos, indicaron los organizadores.
Hasta
ahora la bienal, creada por Tamayo en 1980, estuvo dedicada a la pintura.
Sin embargo, en esta ocasión las instancias convocantes -el Instituto
Nacional de Bellas Artes (INBA), el museo Tamayo, la Fundación Olga
y Rufino Tamayo y el gobierno de Oaxaca- decidieron cambiar la temática
''para dar variedad y amplitud" al certamen.
Se trata de un giro legítimo, consideró
la crítica de arte Raquel Tibol, y señaló: ''Lo que
le da legitimidad es evitar que se marchiten las bienales".
La bienal Rufino Tamayo tiene prestigio y no ha decaído,
pero ''había que cuidar que no se marchitara en ningún aspecto".
Tibol, también escritora y museógrafa, explicó
que se convocará a participar obras de dibujo y gráfica,
porque ''Tamayo fue un enorme aportador a estas técnicas. Desde
los años 20 hasta prácticamente el final de su vida siguió
experimentando y lanzándose al gran formato".
Lo que sí hay que advertir, añadió,
es que si esta convocatoria pide obras de dimensiones de entre 1.20 y 2.50
metros ''no es para aficionados, y por aficionados no me refiero a jóvenes
artistas que los hay con mucho talento y una audacia de realización
extraordinaria.
''No es una convocatoria cualquiera, es una convocatoria
audaz a la que concurren los artistas más avanzados y los jóvenes
que están experimentando nuevos caminos para el dibujo y la gráfica",
destacó.
Por el ''arriesgue''
Walter Boelsterly, director del Centro Nacional de Conservación
y Registro del Patrimonio Artístico Mueble del INBA, coincidió
en que en el país ''no hay un arriesgue" por los creadores.
''Hay cierta comodidad, conformismo de los artistas y
no quieren experimentar con otros medios, medidas, volúmenes, porque
de alguna forma están contentos con lo que se hace, lo que se puede
vender, lo que es manipulable en términos de movimiento."
El cambio en la temática de la bienal, destacó
el funcionario, ''es darle sangre nueva, no simplemente en términos
de artistas, sino que se va a refrescar la propuesta de Tamayo. Que si
alguien experimentó, jugó con nuevas formas y lenguajes,
ése fue él".
En tanto, Jorge Contreras, coordinador del Museo de Arte
Contemporáneo de Oaxaca anunció que ya se reunieron y restauraron
las 30 obras ganadoras de las bienales anteriores, de las cuales ya se
hizo el catálogo, que está en impresión.
De acuerdo con cifras proporcionadas por Tibol, en la
bienal pasada se presentaron mil 200 obras y explicó que se rechaza
''en primera instancia lo que no tiene ninguna intención estética
o artística y así se va llegando a lo que es la nata más
sabrosa de la entrega".
Para la crítica de arte ''sería muy saludable"
que este año se presentaran menos obras y hubiera ''una competencia
más pareja para hacer más difícil el trabajo del jurado
y poder comunicar al público mexicano que el dibujo y la gráfica
en México está en un nivel muy alto".
Juan Carlos Pereda, curador de la obra de Rufino Tamayo,
precisó que todavía no se tienen los nombres de los integrantes
del jurado y que aun cuando en esta ocasión la bienal está
dedicada al dibujo y la gráfica, no se cierra la posibilidad a que
ediciones posteriores regresen a la pintura.
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