México D.F. Miércoles 18 de febrero de 2004
Obligación del científico, rechazar
los valores con los que no está de acuerdo, dice
La ciencia debe servir a la humanidad, no al poder
económico: investigadora
Coincide con Saramago: inmoral, la conquista de Marte,
cuando personas mueren de hambre
KARINA AVILES
La científica argentino-estadunidense Ana Berta
Chepelinsky advirtió que la ciencia sirve cada vez menos a la humanidad
y más a los intereses de poder económico, como se demuestra
en el proyecto de exploración de Marte, cuyo objetivo es el de demostrar
la supremacía de Estados Unidos sobre otros países. Por ello,
destacó que el reto de los científicos en el siglo XXI es
el de rebelarse ante esas fuentes poderosas que manipulan los proyectos
de investigación en la dirección que les conviene.
La
investigadora del Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos expresó
que los riesgos de que los altos niveles en el poder determinen el tipo
de proyectos científicos a realizar son "terribles", porque se pueden
desarrollar investigaciones innecesarias o, por el contrario, se pueden
dejar de realizar proyectos prioritarios para la sociedad.
Entrevistada en el contexto del quinto Congreso Iberoamericano
de Ciencia, Tecnología y Género, organizado por el Centro
de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades de la
UNAM, Chepelinsky manifestó su acuerdo con el premio Nobel de Literatura,
José Saramago, quien recientemente expresó que la carrera
mundial por la conquista de Marte constituye una inmoralidad, por los excesivos
recursos que se invierten en la exploración, mientras que "las personas
se mueren de hambre".
El proyecto de Marte, dijo, parece más una estrategia
de George W. Bush para la campaña electoral y para la supremacía
de Estados Unidos sobre otros países.
La experta en biología molecular manifestó
que hoy en día los grandes intereses del poder económico
son los que determinan el tipo de investigaciones y el rumbo que deben
tomar las mismas.
Las fuentes que otorgan los subsidios a los científicos
deciden de antemano los temas a los que se deberán canalizar los
recursos, indicó.
De esta forma, añadió, "el científico
acepta eso, o no tiene otros apoyos. Pero a su vez, está manipulado,
porque tiene que elegir uno de los temas que le indiquen, y en la dirección
que le digan, porque de lo contrario, no le darán el dinero para
el proyecto".
La científica aclaró que todo descubrimiento
es importante, pero es necesario saber con qué fin se hace. Por
último, señaló que ante este panorama, el deber del
científico es el de rebelarse, lo que significa no aceptar todo
de antemano, y sí cuestionar todo, para diseccionar y determinar
los valores que no comparte y los principios con los que está de
acuerdo.
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