Fue de 1.9% en el periodo; registra 0.63% en promedio anual, según datos del INEGI

El aumento del PIB con Fox, el peor de los últimos 50 años

Ninguno de sus ocho antecesores tuvo tan baja expansión económica Fue inferior incluso a la que se reportó durante igual lapso del sexenio de De la Madrid, cuando llegó a 2 por ciento

JUAN A. ZUÑIGA Y VICTOR CARDOSO

El crecimiento acumulado de la economía mexicana en los primeros tres años de gobierno del presidente Vicente Fox fue de 1.9 por ciento, el más bajo para periodos similares desde el régimen de Adolfo Ruiz Cortines, hace 50 años. En promedio anual sólo se registra una expansión de 0.63 por ciento.

Datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) indican que el crecimiento del producto interno bruto (PIB) en la primera mitad del actual gobierno fue inferior, incluso, al alcanzado durante el mismo lapso del periodo gubernamental de Miguel de la Madrid, cuando se elevó apenas 2 por ciento, que en su momento había ocupado el primer lugar como el gobierno con el peor desempeño en materia económica.

Los resultados económicos señalan que ninguno de los ocho presidentes que antecedieron al actual tuvo un crecimiento económico tan bajo. Lo mismo en circunstancias de crisis que de estabilidad, la economía mexicana perfiló una marcada tendencia al alza en los primeros tres años de cada gobierno, desde la devaluación de 1953.

De más a menos

El PIB representa el tamaño que adquiere la economía de cualquier país en un año, medido por el valor generado por todas las actividades productivas en las que interviene el trabajo humano. Excluye por su carácter delictivo al narcotráfico, el contrabando y el lavado de dinero, entre otras actividades, pero sí considera a la llamada economía informal.

En general, durante la primera mitad de cada gobierno del último medio siglo la economía mexicana dio amplias señales de robustez en su reacción para superar las crisis, cuando las hubo, o consolidar su expansión en ausencia de ellas. Pero la actual administración gubernamental ha sido la excepción en los resultados económicos obtenidos en la primera mitad de la gestión.

Cada presidente mexicano ha impreso su sello en la conducción de la economía nacional pero, con base en los resultados, las cosas están cada vez peor para el país.

En el último medio siglo el mayor crecimiento acumulado del PIB en los primeros tres años de gobierno ha sido el alcanzado por José López Portillo, quien logró expandir la economía nacional en 22.9 por ciento durante el periodo, aunque fincó la fortaleza económica del país en la contratación masiva de deuda externa avalada por los altos precios internacionales del petróleo.

Con el llamado desarrollo estabilizador como herramienta, Gustavo Díaz Ordaz logró un crecimiento de 21 por ciento en la primera mitad de su mandato, que fue superior al de su antecesor y también al logrado por su sucesor.

En orden de importancia por el crecimiento del PIB le sigue el gobierno de Adolfo Ruiz Cortines. Si bien en su primer año el crecimiento fue de 0.3 por ciento, para la primera mitad de esa administración la economía mexicana había alcanzado una expansión acumulada de 19.7 por ciento, según los registros oficiales emitidos en la época.

Luis Echeverría Alvarez ostenta el cuarto lugar por el crecimiento del PIB obtenido en la primera mitad de su mandato, con 19.3 por ciento, a pesar de que en ese periodo se presentaron los primeros signos adversos por el debilitamiento en la producción agropecuaria del país y la pérdida de la autosuficiencia alimentaria; porque el sector empresarial contrajo su inversión en actividades productivas y al iniciarse un proceso de salida de capitales que culminó tres años después con la devaluación del peso, después de 23 años de estabilidad cambiaria.

Carlos Salinas de Gortari marcó la consolidación de los tecnócratas en el poder. Las fórmulas económicas aprendidas en las universidades estadunidenses y aplicadas en México durante su mandato resultaron en un crecimiento del PIB de 14.1 por ciento en los primeros tres años de ese sexenio.

En el contexto de una economía con bajas tasas de interés e inflación y con una pujante actividad industrial, 30 años antes, Adolfo López Mateos fue responsable de que la economía sólo creciera 13.7 por ciento, porcentaje que contrastó fuertemente con los 19.3 puntos porcentuales alcanzados en la primera mitad del régimen anterior.

Con una oferta de elevar el bienestar de las familias mexicanas, severamente afectadas por el cambio de orientación de las políticas públicas a partir de 1983, Ernesto Zedillo fue el tercer presidente consecutivo formado en las teorías neoliberales de la llamada escuela de Chicago y el primero que, de plano, se lanzó a la moda globalizadora.

Zedillo Ponce de León enfrentó en 1995 la segunda contracción económica más aguda del siglo XX en México. Para superarla contó con el respaldo completo del gobierno estadunidense de William Clinton y una colecta financiera global auspiciada por el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.

En el primer año de su mandato la economía mexicana se contrajo 6.2 por ciento, debido a la salida de 30 mil millones de dólares que vaciaron las reservas internacionales del país. Pese a esa situación, al término del tercer año de gobierno se logró un crecimiento acumulado del PIB de 5.2 por ciento.

Dieciocho años antes, al instaurarse la tecnocracia en el poder bajo la proclama de la ''renovación moral'', Miguel de la Madrid Hurtado inició la reprivatización de la banca, sentó las bases de la desincorporación de las empresas del Estado y premió la especulación bursátil con la cual los dueños de casas de bolsa acumularon la suficiente riqueza para comprar los mayores activos financieros y empresariales que alguna vez fueron del sector público. En la primera mitad del ''sexenio de crecimiento cero'' la economía mexicana se expandió, sin embargo, 2 por ciento, el peor desempeño registrado hasta entonces.

El gobierno del cambio

En su afán por terminar con 70 años de predominio priísta en la Presidencia de la República, Vicente Fox Quesada llegó al extremo en su campaña de ofrecer que, de ganar las elecciones, su gobierno promovería políticas económicas que llevarían a un crecimiento del PIB de 7 por ciento durante su mandato.

Ganó las elecciones. A lo largo de los primeros tres años de su gobierno, el crecimiento económico acumulado lleva apenas 1.9 por ciento, muy lejano a la oferta de campaña, pero que lo coloca ya como el peor desempeño para la primera mitad de un sexenio en los últimos 50 años.