México D.F. Miércoles 18 de febrero de 2004
José Steinsleger
Internet en Cuba (adenda)
"Mientras el crecimiento de In-ternet en los países desarrollados ha sido ampliamente documentado, su difusión en los países en desarrollo no ha sido bien investigada." Con esta observación del apartado "estudios por caso de países" de su página web, la Unión Internacional de Telecomunicaciones propone, implícitamente, sumar esfuerzos para investigar los patrones de uso y conexión.
ƑHay definición precisa de lo que es un usuario de Internet y correo electrónico, o cabe indagar si el número de usuarios es una medida básica y comprensible? ƑCon qué frecuencia hay que usar el correo para ser considerado usuario? "Las comparaciones de los datos de usuarios son engañosas porque no está definida la frecuencia estándar de los servicios utilizados", dice Nelson P. Valdés, profesor de la Universidad de Nuevo México ("Cuba y la tecnología de la información", Temas, No. 31: pp. 57-71, La Habana, octubre-diciembre 2002).
Internet ha trastornado múltiples paradigmas culturales. Diseñada por el Ejército de Estados Unidos, sus potencialidades equivalen a las de la máquina de vapor en la época, que Diderot licenció a Platón y Aristóteles de sus aportes al conocimiento. Pero toda revolución engendra su contrario. La Providencia se disfrazó de "libre comercio" y la idea de que el progreso obedecía a leyes "naturales" fue bendecida.
Medio siglo antes de que muchas cabezas rodasen al canasto del verdugo, Montesquieu escribió: "Cuando en un gobierno, al hablarse de la cosa pública, cada uno dice Ƒqué me importa?, la cosa pública está perdida".
En Cuba, donde la cosa pública importa, el uso de Internet prioriza la formación científico-cultural y batalla contra quienes olvidan que el acceso a la "red de redes" fue concesión tardía de Washington (1996), con el propósito de reforzar el bloqueo y la "democracia" dentro del carril II de la ley Torricelli (1992). Evaluando ventajas y peligros, la revolución aceptó el desafío.
No se puede disociar Internet del bloqueo. Equivaldría a separar cartesianamente máquina y programa, hardware y software, mente y cerebro, imperialismo y nación. Subestimar el impacto social y económico del bloqueo es mala leche, y no celo informativo. Apenas la semana pasada, el Departamento del Tesoro anunció que aplicará medidas a Tiendas Universo S. A., empresa de Cubanacán que a través de la red compra alimentos y electrodomésticos y opera con Net.giro (Suiza) y MCH Solutions (Canadá), sitios donde se autentifican las tarjetas de crédito.
Comparativamente, Cuba ha realizado avances notables con Internet. Lo contrario de sociedades donde el "acceso universal" tiende a convertir la masa de usuarios en gigantesco perro de Pavlov posmoderno, en medio de inequidades premodernas vistas como "desigualdades naturales".
Internet enriquece el debate en torno al derecho a la información y la llamada "brecha digital". ƑAcceso universal o servicio universal? Ƒ"Sociedad de la información" o pastiche ideológico de quienes alguna vez celebraron la decapitación del ciudadano Luis Capeto y hoy nos dicen que el alma del bueno de Saint-Louis voló a los cielos?
La capacidad tecnológica de "acceso universal" es un indicador relativo. Si los asuntos de la informática, los anticuerpos monoclonales y la biodiversidad sólo incumben a los expertos, deberíamos resignarnos a ser meros importadores de modelos tecnológicos programados que no fueron pensados para resolver nuestros problemas estructurales.
En mi artículo "Internet en Cuba" (04/2/04) confundí número de correos electrónicos con usuarios de Internet. Corrijo: el país caribeño tiene 270 mil computadoras, aproximadamente, y de ellas 65 por ciento están conectadas a la red.
Rectificar errores es fácil y cosa de caballeros. ƑSable o espada? Boberías. Más difícil es encontrar las pantuflas del profesor Jirafales.
La cuestión consiste en determinar si en economía, telecomunicaciones y educación un país practica políticas de inclusión social. ƑConocimiento es poder? El siglo XX probó que el conocimiento traducido en poder fructifica allí donde ambas cosas son algo más que agregación de saber individual.
Comprendo que si mañana digo que la deuda externa de un país asciende a 160 mil millones de dólares, Jirafales brinque diciendo "šte caché!... son 150 mil". Y posiblemente tenga razón. Aunque el dato poco revele acerca de por qué el país está en la mierda y por qué hay tantos mosqueteros que en sus lances por la libertad ajena le hacen los mandados a la corona imperial.
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