Llamado a la cohesión interna, el mensaje de aniversario que leerá Napoleón Gómez

Cada vez más alejado del objetivo de unir a la clase obrera, el CT cumple 38 años

FABIOLA MARTINEZ

Integrado por una treintena de organizaciones de membresía disminuida en la presente década, el Congreso del Trabajo (CT) cumple hoy 38 años de existencia, cada vez más alejado del objetivo del 18 de febrero de 1966 por la Asamblea Nacional del Proletariado: unidad de la clase obrera.

El CT será presidido desde ahora por el dirigente de los ferrocarrileros, Víctor Flores Morales, a quien se le ha acusado no sólo de lucrar con las cuotas de más 50 mil jubilados y 25 mil trabajadores en activo, sino de malversar los fondos para el retiro de este gremio y asegurar su poder a partir de "métodos gangsteriles".

En afán de aparentar unidad y dar legitimidad a su mandato, el presidente electo del CT propuso al líder de los mineros, Napoleón Gómez Urrutia, leer el mensaje central de aniversario, en el que, una vez más, el llamado será a la cohesión interna de esta central y a buscar alianzas con otras organizaciones para crear un "frente" único del movimiento obrero.

Por lo pronto, Flores ha convocado a los dirigentes sindicales a un desayuno para festejar el 38 aniversario de la cúpula obrera, que no cuenta con un padrón de afiliados, aunque los dirigentes afirmen que el CT, sector obrero del PRI, tiene una membresía "de 10 a 12 millones de trabajadores".

En el acto -al cual no fue convocada la prensa- asistirá el líder de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), Leonardo Rodríguez Alcaine, en cuyas filas destaca el sindicato petrolero, gremio que dice tener 96 mil afiliados, según lo reiteró ayer el tesorero de esta organización, Ricardo Aldana.

Sin embargo, basta una revisión a la información difundida por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), en su página electrónica, para desmentir las cuentas de los líderes que pertenecen al CT.

El petrolero, por ejemplo, cuenta sólo con 28 mil 775 afiliados, según la Dirección General de Registro de Asociaciones, dependiente de la subsecretaría del Trabajo de la STPS.

El sindicato minero dice tener 180 mil cuando la estadística oficial le otorga 64 mil 448; en el mismo caso se encuentra el Sindicato Unico de Trabajadores Electricistas de la República Mexicana (SUTERM), organización que dirige desde hace 28 años Rodríguez Alcaine: la STPS afirma que son 26 mil 550 afiliados, mientras que el también líder cetemista habla de poco más de 50 mil.

Flores Morales habla de 25 mil afiliados en activo y, según los números de la dependencia referida, cobra también las cuotas de más de 100 mil trabajadores en retiro, toda vez que en el rubro de afiliados aparece la cifra de 132 mil 108.

Lo cierto es que del total de trabajadores del país, regidos por contratos colectivos, la CTM preserva el 56 por ciento y, la segunda central más grande del país, la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos tiene 26 por ciento; es decir, entre las huestes cetemistas y croquistas abarcan el 82 por ciento de los sindicalizados registrados por el gobierno federal.

Es por ello que el resto de las organizaciones en el CT tienen un reducido número de inscritos; basta señalar el caso de quien hoy asume la vicepresidencia del congreso, Carlos Rivas, dirigente de la Confederación General de Trabajadores, que tiene 292 afiliados. El otro vicepresidente, Rafael Rivapalacio Pontones, líder del sindicato del Infonavit, representa a 2 mil 491 trabajadores, sin contar la reciente merma que según fuentes de esa organización representó un despido de cerca de 800 empleados. Hoy podría verse también, en caso de que asista, la actitud del presidente de la FSTSE, Joel Ayala, frente a su opositor, Rafael Ochoa, dirigente del magisterio, quien ocupa un lugar independiente en la mesa de la cúpula obrera.