México D.F. Jueves 5 de febrero de 2004
El ascenso de Kerry torpedea a Bush
Al Partido Demócrata no le importa un candidato
con grandes programas, sino recuperar la Casa Blanca
JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES
Washington y Nueva York, 4 de febrero. El triunfo
del senador John Kerry en cinco de las siete elecciones primarias de este
martes confirmó en Estados Unidos que para las bases del Partido
Demócrata la prioridad no es un candidato con grandes ideas innovadoras,
sino alguien que pueda derrotar a George W. Bush en los comicios presidenciales
de noviembre.
La
participación sin precedente en las elecciones internas de esa agrupación
política -más del doble en Arizona- mostró que la
mayoría está insatisfecha con la economía, el sistema
de salud, la guerra en Irak y la agenda política de Bush, según
las encuestas de salida. Pero Kerry no triunfó porque tenga el mejor
programa y posiciones sobre estos grandes temas; de hecho, algunos de sus
contrincantes han sido más consistentes en su oposición a
la guerra y tienen programas más detallados para la protección
del empleo y mejora de los servicios de salud.
Kerry ganó, según las encuestas, porque
los votantes consideran que su larga trayectoria política como senador
por Massachussets y veterano condecorado de la guerra en Vietnam, lo colocan
como el mejor aspirante para derrotar al actual inquilino de la Casa Blanca.
El presidente del Partido Demócrata ya ha empezado
a resaltar la historia de Kerry, quien participó en combate y fue
herido en Vietnam, en contraste con la historia de Bush, quien evitó
ser enviado al país asiático mediante su ingreso a la Guardia
Nacional (también circulan acusaciones de que no cumplió
con su servicio militar).
Dos encuestas nacionales realizadas en las anteriores
dos semanas señalan que si la elección presidencial se celebrara
hoy, Kerry derrotaría a Bush. Pero los comicios están a nueve
meses de distancia y los resultados de los sondeos sólo muestran
que Bush sí es vulnerable políticamente en esta coyuntura.
Esta percepción contribuyó a que se dieran los altos niveles
de participación en las elecciones internas realizadas en los siete
estados el pasado martes.
''En las preferencias del electorado por un candidato
que pueda ganar en noviembre, Kerry fue claramente el favorito", reportó
CBS News al analizar los resultados de las encuestas de salida. El electorado
latino fue también un factor clave en Arizona y Nuevo México
para el triunfo de Kerry, reportó el columnista político
Ron Brownstein, de Los Angeles Times.
El senador de Massachussets tiene ahora una ventaja considerable
ante sus contrincantes de partido, pero aún no está garantizada
su elección como candidato presidencial del Partido Demócrata.
El martes, el senador Joe Lieberman abandonó la carrera y los indicadores
pintan un panorama cada día menos optimista para quien aparecía
como favorito hace sólo un mes, el ex gobernador Howard Dean, quien
aún no ha ganado estado alguno.
Pero con el triunfo del senador John Edwards en Carolina
del Sur, se fortalece la posición del político sureño
como posible retador de Kerry en la próxima etapa. La aparente victoria,
o por lo menos empate por el primer lugar, del general Wesley Clark en
Oklahoma, también ofrece oxígeno a esa campaña.
Por su parte, Kerry también aparece con vulnerabilidades.
Aunque el senador ha criticado el papel que juegan los llamados "intereses
especiales" empresariales al influir en la política nacional y en
la Casa Blanca, el diario The Washington Post reportó que
el aspirante demócrata ha recibido en los últimos 15 años
más dinero de los cabilderos empresariales que cualquier otro miembro
del Senado.
Además, la biografía personal de John Kerry
como hijo de privilegio y casado con la heredera de una fortuna, contrasta
mal con la de Edwards, quien aunque ha sido un exitoso abogado es hijo
de un trabajador de la industria textil.
La siguiente ronda de elecciones internas del Partido
Demócrata se realizará este fin de semana en los estados
de Michigan y Washington, seguida por primarias el próximo martes
en Tennessee y Virginia.
Vale recordar que hasta la fecha los votantes de sólo
nueve de los 50 estados han emitido sus votos para el candidato demócrata.
El concurso más grande del calendario electoral se realizará
hasta principios de marzo, cuando las internas se celebrarán en
estados claves como California, Nueva York, Ohio y Texas.
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