México D.F. Jueves 5 de febrero de 2004
Intentan funcionarios deslindar al actual gobierno
de la creciente ola de desocupación
Se han perdido 355 mil 476 empleos en la era Fox: Levy
"El país ha tenido etapas más dolorosas",
"es un problema de Estado, no de gobierno", "el Legislativo es corresponsable",
algunas de las respuestas de Abascal a críticas
FABIOLA MARTINEZ, VICTOR BALLINAS Y OBERTO GARDUÑO
El director del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS),
Santiago Levy Algazy, informó que del primero de diciembre de 2000
a la misma fecha de 2003 se perdieron en el país 355 mil 476 empleos
formales.
El
funcionario compareció ayer, junto con los titulares del Instituto
Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI)
y de la Secretaría del Trabajo, ante legisladores que integran la
tercera Comisión Permanente del Congreso de la Unión, encuentro
que devino, una vez más, en un recuento de cifras respecto al nivel
de ocupación y desempleo en el país.
Durante la sesión de más de dos horas, en
la que a las críticas formuladas por diputados y senadores de oposición
en torno a los "nulos" resultados del gobierno foxista en esta materia,
el incumplimiento de promesas de campaña o la apuesta del primer
mandatario por la generación de changarros, correspondieron
explicaciones técnicas por parte del secretario del Trabajo, Carlos
Abascal Carranza, quien realizó un repaso de las estadísticas
oficiales ya difundidas y, sobre todo, deslindó al gobierno del
presidente Vicente Fox Quesada de la responsabilidad total ante la imparable
pérdida de lugares de empleo, en particular en la industria de la
transformación.
Las respuestas de Abascal Carranza
Con la intención de expiar culpas, Abascal Carranza
aseguró que el país "ha tenido etapas más dolorosas
que esta" y que la escala de desempleo vigente "es un problema de Estado,
no sólo del gobierno". Por ello -señaló- la generación
de puestos es también una responsabilidad del Legislativo, por medio
de la aprobación de las reformas estructurales.
"No nos escondamos en las cifras, no nos detengamos en
el diagnóstico; más allá de ello nos deben ocupar
los miles de personas que no tienen empleo", respondió el funcionario
ante los señalamientos de que la tasa de desempleo abierto (2.8
por ciento de la población económicamente activa, en el tercer
trimestre de 2003) es la más alta de la historia y que los datos
oficiales -dijo la diputada del Partido de la Revolución Democrática
(PRD), Dolores Padierna- "son ofensivos", porque revelan que "el presidente
Fox ha convertido el país en una fábrica de pobres".
Tampoco hubo respuesta a los señalamientos en torno
a la reforma laboral o a la pérdida de empleos ante la apertura
comercial: "¿el gobierno federal seguirá creyendo que la
culpa de nuestros males la tienen los chinos o que el changarrismo
es la solución?", expresó el priísta Heliodoro Díaz.
No obstante, lo que sí admitió Abascal ante
los legisladores es que el presupuesto destinado a los programas para la
atención a los desempleados, en particular los mil millones que
se destinarán este año para solventar todos los programas
de apoyo a desempleados, como becas y mecanismos de vinculación,
del tipo Chambatel, son "paliativos". Es más, reconoció
que ni con todo el presupuesto autorizado para las secretarías de
Estado se podría "detonar" el crecimiento económico o la
generación de puestos nuevos.
Las respuestas cortas no convencieron a los legisladores,
quienes tampoco tuvieron la oportunidad de abundar en el tema porque el
secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz, no asistió a
la reunión con los integrantes de las comisiones unidas de Hacienda
y de Seguridad Social, ante las que habría explicado el eventual
recorte de 50 mil plazas de empleados de la administración pública
federal. En su lugar acudió el director del área de Egresos
de Hacienda, Pablo Reyes, quien aseveró que la medida presupuestal
obedece a la cancelación de 50 mil plazas de aquellos trabajadores
que "libremente" se inscriban en el programa de retiro voluntario, así
como otras vacantes que actualmente se hallan sin abrir.
Por la mañana, el titular de la Secretaría
del Trabajo y Previsión Social, quien legalmente es responsable
de la política laboral del país, propuso un blindaje
a la política de empleo que evite que "aún en los periodos
naturales de competencia política, sea ésta una política
de colaboración y cooperación para el bien del país".
El objetivo, aseguró, es que no se desvíe un solo centavo
a fines electorales de los recursos destinados a generar empleo y de programas
alternos.
Al inicio del encuentro el director del IMSS intentó
explicar la disparidad de cifras entre los registros del instituto y el
balance que en esta área retoma el Ejecutivo.
Un ejemplo de esa diferencia de cifras se muestra en la
información oficial del IMSS difundida en Internet, pues se asegura
que cuando Vicente Fox recibió la Presidencia de la República
el primero de diciembre de 2000, se tenía 12 millones 775 mil 125
asegurados y al cierre de la primera quincena de enero de este año,
ese indicador cayó a 12 millones 192 mil 792. Esto es, habría
una pérdida de 671 mil 615 registros y no los 355 mil 476 admitidos
ayer en la Comisión Permenente.
Sin embargo, Levy esgrimió que las cifras difundidas
por el instituto "no necesariamente reflejan lo que ocurre con el empleo
en el sector formal de la economía (...) Estas cifras son sólo
una fuente para las estadísticas nacionales de empleo que difunden
el INEGI y la STPS".
En esta visión, el funcionario acotó que
"no todos los asegurados al instituto son trabajadores", es decir, hay
otras modalidades de incorporación, como seguro familiar, inscripción
voluntaria o seguro para estudiantes, así como jornaleros agrícolas,
quienes obviamente no están incluidos en los recuentos urbanos.
Además, pueden incorporarse al IMSS empleados al servicio de gobiernos
estatales, municipales y organismos descentralizados de agua.
El director del Seguro Social sostuvo que ese tipo de
posibilidades podrían entenderse como un decrecimiento en el empleo,
"pero en realidad no es tal, el empleo es constante, (lo que ocurre) es
que simplemente (los empleados de organismos públicos) pasaron a
otro registro".
Luego, hizo referencia al factor de la "estacionalidad",
a la caída y ascensos cíclicos que ocurren en diciembre y
enero de cada año o en cualquier otro lapso del año; de ahí
que sugirió que las comparaciones deben ser a partir de categorías
y periodos idénticos.
Por ello, dijo que "las cifras que no incluyen los criterios
anteriores pueden dar un reflejo equivocado en cualquier sentido, ya sea
un crecimiento del empleo que no lo es, porque se trate de un repunte estacional
o una caída cíclica".
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