Defiende la Casa Blanca no haber informado al presidente intercepción de carta con ricina

Reforzada, la seguridad en el Capitolio

Tres edificios del Congreso siguen cerrados; desplazan a miles de empleados a otras sedes

REUTERS

Washington, 4 de febrero. Las medidas de seguridad fueron incrementadas este miércoles en la sede del Congreso de Estados Unidos, en Washington, después de que el potente ve-neno ricina fue hallado en la oficina de co-rrespondencia del Capitolio.

Mientras, un portavoz gubernamental defendió la decisión de no revelar la intercepción -llevada a cabo en noviembre del año pasado- de una carta dirigida a la Casa Blanca que contenía ricina.

Tres edificios del Congreso permanecían cerrados dos días después de que se descubrió ricina en la oficina de correspondencia del líder de la mayoría republicana en el Senado, Bill Frist.

La medida obligó a desplazar hacia otros edificios a miles de empleados del Capitolio, y recordó los incidentes con carbunco ocurridos en 2001, poco después de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York, Washington y Pennsylvania, que dejaron más de 3 mil muertos.

Sin embargo, al no ser detectada la ricina en ninguna otra oficina del Congreso y tampoco síntomas de envenenamiento entre los legisladores, empleados y agentes de los servicios de seguridad, Frist expresó que uno de los edificios será reabierto este jueves y el segundo el viernes.

Sólo el edificio Dirksen, al que Frist lla-mó "escena del delito", permanecerá cerrado hasta el lunes próximo.

La seguridad fue incrementada y en las entradas se colocaron avisos en los que se advertía a los empleados y legisladores que no tocaran el correo, y a los miles de visitantes que entran al Capitolio se les requirió que se quitaran sus abrigos y los colocaran en máquinas de rayos X.

Unas 20 personas fueron descontaminadas después que la ricina fue detectada el lunes anterior, pero el senador Frist dijo que el personal de su oficina y algunos voluntarios estaban haciendo "un gran trabajo" en la nueva sede, en la que están laborando temporalmente.

"Ya superamos la 'ventana' de tiempo en la que se habrían desarrollado los síntomas si se hubieran contaminado", explicó Frist, quien es médico.

La policía del Capitolio, la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) y la Fuerza Conjunta de Combate al Terrorismo están reuniendo información sobre el incidente que conmovió a la casa legislativa.

"Hasta el momento no tenemos 'carta hu-meante' (prueba concreta) que nos permita desenrollar la madeja de este asunto", explicó el jefe de la policía del Capitolio, Terrance Gainer.

En declaración separada, fuentes policiales dijeron que una carta dirigida a la Casa Blanca que contenía ricina fue interceptada en noviembre del año pasado, pero el incidente no se hizo público porque no representó peligro general alguno.

El portavoz de la Casa Blanca, Scott McClellan, dijo que no creía que George W. Bush estuviera al tanto de ello. "El presidente es notificado si se trata de un riesgo a la salud pública y en este caso particular no hubo peligro alguno", explicó.

El director del Departamento de Seguridad Interna, Tom Ridge, expresó por su parte que sólo fueron notificados los que necesitaban saberlo, como la policía y la FBI.