Debe entregar el poder a iraquíes a mediados de 2004, insiste Annan a Bush

Mueren ocho personas, entre ellas dos niños, en diferentes acciones en Irak

Aumentó a 101 la cifra de fallecidos por los atentados de la resistencia en la ciudad de Erbil

DPA, AFP Y REUTERS

Kirkuk, 3 de febrero. Al menos ocho personas murieron hoy, entre ellas dos niños iraquíes, en acciones militares ocurridas en diferentes puntos de Irak.

En Kirkuk dos niños fallecieron y tres más resultaron heridos luego que el ejército estadunidense lanzó un ataque con morteros contra una zona en la que supuestamente se ocultaban miembros de la resistencia.

En esta misma norteña localidad, dos iraquíes fueron abatidos por fuerzas ocupantes y policías cuando intentaban colocar una bomba, informó la televisora Al Jazeera.

Al sur de Bagdad, un soldado estadunidense murió y otro resultó herido al explotar una bomba artesanal, y en el mismo lugar fueron abatidos tres policías colaboracionistas.

En tanto, mientras se realizaban los funerales de 67 de las víctimas de los atentados ocurridos la semana pasada en la ciudad de Erbil, se informó que la cifra de muertos por estos ataques aumentó a 101.

Según las fuerzas de ocupación, los responsables de esas acciones podrían ser grupos extranjeros, en alusión a la red fundamentalista Al Qaeda, que dirige el saudiárabe Osama Bin Laden.

En Washington, el secretario general de la Organización de Naciones Unidas, Kofi Annan, se reunió con el presidente George W. Bush, tras lo cual insistió en la necesidad de que Estados Unidos traspase el poder a los iraquíes a mediados de este año.

A todo esto, las autoridades de ocupación presentaron informes de que el desempleo en Irak estaría por debajo de 25 por ciento, lo que contrasta con la tasa de 70 por ciento calculada por el Banco Mundial al comienzo de la ocupación, en abril pasado.

Atribuyeron la normalización del empleo a la inversión extranjera y a la recuperación de la actividad del sector privado.

Mientras, un destacamento militar japonés que debe establecerse en la ciudad chiíta de Samawa, ubicada en el sureste de Irak, abandonó Japón.

El grupo, que incluye a 90 soldados de infantería que deberán construir un campamento, así como médicos militares, llegará a Irak el sábado, después de una breve es-tancia en Kuwait. El contingente, compuesto por unos 600 soldados, estará totalmente desplegado en Samawa a finales de marzo.

Aunque las fuerzas japonesas se dedicarán a labores humanitarias y sólo están autorizadas a usar armas en casos de defensa, el despliegue ha causado polémica ya que es la primera vez que un contingente militar japonés es desplegado fuera del archipiélago desde el fin de la Segunda Guerra Mundial.

El gobierno de Japón ha considerado este despliegue como la "normalización" del país en la escena internacional.