México D.F. Domingo 1 de febrero de 2004
Señala a Argentina que en la zona se
financia a grupos árabes fundamentalistas
Advierte Washington que seguirá militarizando
la Triple Frontera
Con el pretexto de la lucha antiterrorista buscan evitar
reunión de organizaciones sociales
STELLA CALLONI CORRESPONSAL
Buenos Aires, 31 de enero. El paso del coordinador
de la Oficina Antiterrorista del Departamento de Estado estadunidense,
Joseph Cofer Black, por Buenos Aires, dejó en claro que el gobierno
de George W. Bush está decidido a continuar su estrategia de militarizar
la Triple Frontera (Argentina, Brasil y Paraguay).
A
pesar de que por insostenibles van cayendo los argumentos de que el lugar
es o fue un nido de terroristas islámicos, y según una versión
más delirante refugio de células de Al Qaeda, Estados Unidos
insiste en adjudicar a la zona un lugar en el mapa del terrorismo que trazan
sus expertos.
Lo único comprobable es que la Triple Frontera
es un lugar estratégico geográficamente, que comprende también
el subsuelo de la zona circundante, el llamado Acuífero Guaraní,
la mayor reserva de agua dulce no contaminada del mundo.
Cofer Black llegó a Buenos Aires tras asistir a
la conferencia del Comité Interamericano Contra el Terrorismo (Cicte),
en Montevideo (creado a iniciativa de Argentina en los tiempos de Carlos
Saúl Menem), y advirtió al gobierno que es necesario controlar
el movimiento de fondos en la Triple Frontera.
Según él, desde esta zona se estaría
financiando a "grupos árabes fundamentalistas", como Hamas o Hezbollah.
Analistas en Brasil afirman que, para que el discurso del estadunidense
tuviera un viso de realidad, Cofer Black señaló también
los problemas de seguridad en el territorio. Como resultaba imposible fundamentar
sus afirmaciones anteriores, el funcionario de Estados Unidos sostuvo que
"en la zona no quedan células dormidas ni está actuando Al
Qaeda", lo cual nunca fue cierto, según expertos de la región.
Habló también de lo vulnerable que son "los
sistemas financieros de Argentina y de otros países para impedir
el lavado de dinero, lo cual facilita actividades terroristas en
cualquier lugar del mundo". También dijo que su país espera
continuar trabajando con el gobierno argentino "contra el terrorismo en
todos los frentes". Entre las "tareas conjuntas" se refirió al "intercambio
de información que permita identificar a los terroristas para cortar
los eslabones de la cadena que les permite operar y financiar sus acciones.
Esto no es algo que hacemos sólo con Argentina". Consideró
"muy fuerte" y en ascenso la cooperación entre ambas naciones. Destacó
el trabajo de expertos realizado por el Cicte, al que calificó de
"organismo técnico efectivo, formado por expertos en contraterrorismo
y seguridad nacional", y como "proveedor de capacitación y vehículo
de intercambio de información concreta".
Sin embargo, el Cicte está en la mira de organismos
humanitarios y sociales, por las implicaciones que pueda tener y la similitud
de sus trazos con la Operación Cóndor, la coordinadora
criminal y de inteligencia de las dictaduras del Cono Sur en los años
70.
Cofer Black se mostró complacido de que en Argentina
existan funcionarios determinados a proteger su país, "en una guerra
en la que, para citar el presidente George W. Bush, el mundo entero es
el frente de batalla".
Aunque nunca se ha mostrado ninguna prueba, Cofer Black
sostuvo que la Triple Frontera fue "muy importante" para los terroristas
de Al Qaeda, y lo fundamentó diciendo que en allanamientos a casas,
en Afganistán, encontraron "carteles de las cataratas del Iguazú
en las paredes".
La visita de Black coincide con una reunión que
se realiza en Puerto Iguazú, la parte argentina de la Triple Frontera,
que realizan organismos sociales, humanitarios, universidades regionales
y otros en preparación de lo que será el primer Foro Social
de la Triple Frontera 2004, que se efectuará ahí entre el
25 y el 27 de junio.
La idea de llevarlo a cabo surgió en una reunión
de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) con la Universidad Nacional
de Misiones, cuando miembros del Foro Social de esa provincia sugirieron
que se hiciera énfasis en el tema de la Triple Frontera, ante la
gravedad de los planteamientos estadunidenses para esa región.
A partir de una serie de trabajos e investigaciones se
trabajará en la defensa de los recursos acuíferos y de la
soberanía de la zona, para impedir que el lugar sea tomado
con la justificación de la lucha antiterrorista.
Para ello se tendrá en cuenta la estrategia de
Washington y Londres (falsos argumentos) para invadir a Irak.
En el triángulo fronterizo de la Triple Frontera
viven, entre otras comunidades, unas 29 mil personas de origen árabe,
que se dedican al comercio desde hace años. Algunas familias árabes
son centenarias en el lugar. Desde los remozados trazos de los conflictos
de baja intensidad, previstos por el Pentágono y algunos sectores
de seguridad en Washington, esa zona quedó incluida en el vasto
mapa de militarización de América Latina para los años
2000.
Fue durante la presidencia de Carlos Saúl Menem
(1989-1999) que el tema de la Triple Frontera tomó vuelo. En estos
momentos tropas estadunidenses están realizando ejercicios y entrenamientos
en Paraguay, país que está bajo severa presión de
Washington. Recientemente, organismos humanitarios paraguayos denunciaron
que Estados Unidos y el gobierno de España han presionado abiertamente
a la administración de su país para que esa nación
envíe tropas a Irak.
El temor de los organismos humanitarios regionales es
que, en el contexto de acuerdos antiterroristas, en la Triple Frontera
se apliquen todo tipo de controles, como ya se está haciendo, para
evitar el encuentro de movimientos sociales, sindicales y estudiantiles
o para reprimir las protestas sociales que se multiplican.
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