Antonio Gershenson

Precios anuales

Ahora que empiezan a estar disponibles los datos anuales de 2003, podemos hacer algunas consideraciones de más largo plazo sobre la energía en México, y tenerlas presentes para ubicar en ellas lo que sucede en el momento. En especial, nos vamos a referir a los precios del petróleo y del gas natural, de los cuales proviene la absoluta mayoría de la energía que consumimos y aprovechamos.

Para el precio del gas nos basamos en el del Canal de Houston, índice para grandes cargamentos por ser uno de los precios de referencia del sur de Texas, en los que se basan los precios del gas en México, y porque se pueden conocer estas tarifas durante un periodo largo. Como referencia, los precios, en promedio anual, de importación de Pemex están alrededor de 30 centavos de dólar por arriba de este indicador, con variaciones.

En 1995, este precio de referencia fue de 1.58 dólares por millón de BTUs (la BTU, iniciales en inglés de unidad térmica británica, es la más usada en los mercados de gas natural de América del Norte). En general, este precio ha estado aumentando, aunque con fluctuaciones. Así, en 1998 y 2002 el precio promedio fue un poco inferior al del año inmediato anterior; sin embargo, la tendencia ascendente está fuera de duda, y los precios llegaron a 4.28 dólares en 2001 y a 5.23 en 2003, más del triple del que mencionamos al principio de este párrafo. Además, el promedio de los años 1995 a 1999 fue de 2.16 dólares, y el promedio de 2000 a 2003, de 4.15 dólares, lo cual muestra la diferencia ya entre periodos multianuales.

No es casual que los precios del petróleo crudo también hayan tenido, en los mismos años, primero precios bajos y luego más altos. En 1995-1999, el precio promedio de los crudos de referencia WTI y Brent fue de 17.38 dólares por barril. En el periodo 2000-2003, ya fue de 27.53, con un aumento del primero al segundo de más de 10 dólares. Y en ambos casos el precio anual más alto del periodo fue 2003, que para el crudo fue de 29.96 dólares. Estas similitudes no quieren decir que ambos precios vayan juntos y de la mano en todos los casos. En plazos cortos puede suceder que el precio del gas suba mientras el del crudo baja y viceversa. Pero en plazos más largos, se observan cosas como la que estamos mencionando. La razón principal es que hay un buen número de calderas duales que pueden ser usadas a conveniencia, o bien con algún derivado de petróleo (diesel, gasóleo, combustóleo) o bien con gas (cuyo principal y casi único componente es el metano). No sólo se trata de calderas para generar electricidad con el vapor, sino para muy diversos usos industriales y de servicios. Si el crudo y sus refinados o derivados están caros, los operadores de estas calderas duales van a usar gas en su lugar, y eso aumenta la demanda de gas. Esto último hace que suban también los precios del gas.

En el primer periodo, hasta 1999, el mercado petrolero era lo que se llama un mercado de compradores: lo que más influía en los precios era lo que sucedía en los países compradores, importadores de crudo. Desde 2000, tal vez un poco antes, pues 1999 fue el año de transición, tenemos un mercado de vendedores, en el que lo que más cuenta para las fluctuaciones de los precios es lo que ocurre en los países vendedores, exportadores. Y en general los países de dentro y fuera de la OPEP se han puesto de acuerdo para no producir demasiado crudo para el mercado mundial, con lo que los precios han sido más altos. Muchos países no es que no quieran, sino que no pueden producir más, porque los yacimientos que tienen ya no dan más de sí. Y entre los que sí podrían, ha habido acuerdos.

En el caso del petróleo mexicano de exportación ha sucedido algo similar a lo que observamos con los crudos de referencia. De un mínimo de 10.16 dólares por barril en 1998 se ha llegado a 24.78 en 2003. En diciembre pasado el precio promedio fue de 25.65 dólares, y es posible que en enero haya subido un poco más, porque los crudos de referencia subieron casi dos dólares de diciembre a enero. Pasado el frío del invierno los precios bajarán algo, pero no se van a desplomar. Esta dinámica que estamos describiendo, confirmada por los precios de enero, es una prueba más de que el supuesto pronóstico oficial para las exportaciones mexicanas de crudo, de 20 dólares el barril para 2004, está infundada de principio a fin. Con sus fluctuaciones, pero seguiremos con precios relativamente altos del petróleo... y del gas natural. Si el primero nos da más divisas por las exportaciones petroleras, el segundo nos cuesta como importadores y como consumidores. Suben los precios de varias tarifas eléctricas, no sólo del gas como tal.