.
Primera y Contraportada
Editorial
Opinión
El Correo Ilustrado
Política
Economía
Mundo
Estados
Migración
Capital
Sociedad y Justicia
Cultura
Espectáculos
Deportes
Fotografía
Cartones
CineGuía
Suplementos
Perfiles
La Jornada en tu PALM
La Jornada sin Fronteras
La Jornada de Oriente
La Jornada Morelos
Librería
Correo electrónico
Búsquedas
Suscripciones

P O L I T I C A
..

México D.F. Domingo 1 de febrero de 2004

Juan Saldaña

De oraciones

Señor: sé que pensarás, en el caso de que te toque mi mensaje, en la desproporcionada y extraña elección de este medio para llegar a ti. Pero tú ya lo sabes. Hemos utilizado todo los que teníamos a la mano y no ha pasado nada. Todo lo contrario. Algunas de nuestras quejas se han exacerbado al percibir la multiplicación geométrica de los problemas para los que clamamos, desde el principio, atención preferencial y soluciones.

Ya casi nadie recuerda algo de aquellos primeros tiempos. Nos alentaba el optimismo al percibir las intenciones de fondo en los primeros pasos de gobierno. Nos encantó, por ejemplo, la ruptura frontal con un estilo de gobierno acartonado, protocolario y plagado de fórmulas y ceremonias. Nos gustaron a medias las botas de cuero porque eran más tejanas que mexicanas, pero bueno, ahí estaban y nada había que hacer.

Nos asombró, así mismo, el bodorrio en Los Pinos, con su anecdotario agridulce y ramplón.

No sin curiosidad nos enfrentamos a una nueva imagen del gobierno. No dejó de asombrarnos la publicidad abierta de que fueron dotadas algunas decisiones que, hasta antes, parecían formar parte de la vida privada del gobernante. Valgan por ello detalles y sugerencias durante el matrimonio del Presidente. Pero, bueno, ahí va todo eso, con la carrera del gobierno y, entendámoslo o no, la Presidencia debe ser así, como cajita de cristal.

Y así, poco a poco al principio; como imparable cascada después, se vinieron desgranando los signos de una alarma nacional y, por lo menos, continental.

Ya las carreras y los juegos del gabinete foxista en torno a las milenarias figuras de terracota, durante la visita a la China milenaria, así como la formulación de un plazo no mayor de "15 días" para resolver los problemas y unificar a las Coreas dieron paso a un estremecimiento de la opinión política nacional y de la extranjera, but of course, que despertaron el desencanto primero y la desaforada alarma después.

Pienso, Señor, que muchos mexicanos hemos hecho el esfuerzo por reflexionar con seriedad y madurez en lo que nos está pasando desde el gobierno federal y pienso, Señor, que esto no tiene remedio. Corriendo ya el cuarto año de gobierno, poco o nada puede hacerse para enmendar el rumbo y corregir las fallas. Además de que hay que estar convencidos de las bondades de la enmienda y no de que todo debe prosperar, como va, sin tocar un ápice del diseño original.

Si gobernar, Señor, fuese sólo eso: discursos y viajes; encuentros de grupos de gobiernos afines; comparación de cifras; promesas para la acción; fotografía y retorno a los patrios lares y hacia adentro, la visita oficial; la recepción burocrática y formal de las demandas; visión aérea y rápida de los problemas que abajo afectan y modifican la vida a millones de conciudadanos; postergación de soluciones; desencuentros; discusiones, Ƒcabe el problema en nuestro diseño?, si no, no existe.

Si sólo fuera eso, Señor, y no como lo es, compromiso de fondo; entrega apasionada al país, sin tiempos ni reservas; estudio responsable y profundo; trabajo de estadista en serio: capacidad para asumir decisiones vitales. Soportar en la historia y experiencias del país su desarrollo actual. Concitar el apoyo social apasionado y feliz. Respetar y estimular las diferencias para que tornen en uno y sólo uno el esfuerzo final.

Ataque sin reservas a las razones de fondo de nuestros principales problemas. Toma de decisiones sin temor ni reservas. A la vista de todos: para que podamos discutirlas, habrá que conocerlas.
Honestidad sin límites. Sin compromisos que no sean la nación y el pueblo. Honestidad sin límites. En el manejo de los fondos públicos y en la articulación toda la administración. En la orientación de los programas y en la voluntad política de dar más a quien más lo requiera.

Que el gobierno no es negocio de nadie. Que el gobierno es sólo un instrumento para alcanzar los objetivos que la sociedad demanda. Todo eso está bien. Y, Ƒqué? Palabras al aire al fin. Palabras que el tiempo distorsiona y olvida. Por qué la presencia de estos últimos ideales poco o nada tiene que ver con la acción pública. Por qué hoy en día vale el negocio y la velocidad con que éste se realiza.

Los ideales están bien. Allá en sus nichos. Acá abajo debemos continuar. Contacto con la realidad le llaman. Es vida diaria. Esta es la realidad.

Por todo ello, Señor, te doy las gracias aunque clamen ante ti mis oraciones por que esto no vuelva a suceder.

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
Día Mes Año
La Jornada
en tu palm
La Jornada
Coordinación de Sistemas
Av. Cuauhtémoc 1236
Col. Santa Cruz Atoyac
delegación Benito Juárez
México D.F. C.P. 03310
Teléfonos (55) 91 83 03 00 y 91 83 04 00
Email
La Jornada
Coordinación de Publicidad
Av. Cuauhtémoc 1236 Col. Santa Cruz Atoyac
México D.F. C.P. 03310

Informes y Ventas:
Teléfonos (55) 91 83 03 00 y 91 83 04 00
Extensiones 4329 y 4110
Email