Asociación de víctimas de ETA repudian postulación del documental de Julio Medem

La pelota vasca suscita polémica la víspera de los premios Goya

Lamenta el cineasta actitud del gobierno y de la AVT; ''es el día más desmoralizante de mi vida'', dice La mexicana El misterio del Trinidad, tras el galardón a la mejor cinta extranjera

ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL

Madrid, 30 de enero. La fiesta anual del cine español, la entrega de los Premios Goya, estará por segundo año consecutivo marcada por la polémica. Si el año pasado se criticó al gremio cinematográfico por oponerse rotundamente a la guerra contra Irak y criticar la postura ante el conflicto del gobierno español del derechista José María Aznar; en la gala de hoy el motivo de la crispación por parte de círculos conservadores y próximos al gobierno es la postulación al mejor documental de La pelota vasca. La piel contra la piedra, del cineasta Julio Medem, quien despliega su visión personal sobre el histórico conflicto del País Vasco y concluye que la única vía para alcanzar la paz es el "diálogo". Por su parte, la cinta mexicana El misterio del Trinidad, de José Luis García Agraz, está postulada en el apartado de mejor película extranjera de habla hispana.

La Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), formada por personas afectadas y amenazadas por la organización armada vasca ETA, se pusieron en pie de guerra ante la decisión de la Academia de Cine de postular la obra de Medem como mejor documental, y anunciaron una concentración a las puertas de la sede de la gala, bajo el lema "Contra el pelota (lambiscón) vasco. La piel y la nuca contra la bala", además de que repartirán pegatinas con las consignas de "No a ETA" y "No a Medem" .

Cabe recordar que los miembros de la AVT, los integrantes del derechista Partido Popular (PP) y algunos intelectuales vascos próximos al gobierno de Aznar, como Jon Juaristi y el filósofo Fernando Savater, se negaron a participar en el documental "polifónico" del creador vasco e, inclusive, hicieron una campaña pública para impedir el estreno del filme en la más reciente edición del Festival de Cine de San Sebastián, donde fue recibido con entusiasmo por crítica y público.

Ante el linchamiento y los epítetos cada vez más ofensivos lanzados desde los círculos más conservadores y los medios de comunicación próximos al gobierno, el artista vasco lanzó hoy, mediante una carta abierta, un "S.O.S" por lo que definió como "el día más injusto y desmoralizante de mi vida". Medem se había impuesto el voto de silencio desde el estreno del documental, que se convirtió de inmediato en una de las películas más vistas y mejor recibidas por la crítica y el público, sin embargo, hoy estalló y decidió responder a quienes le han tildado de "esbirro de ETA".

Medem hizo explicito, antes que nada, su "rechazo rotundo, sin peros" al terrorismo y a la violencia que practica el grupo armado vasco, así como su "total solidaridad y apoyo humano" a las víctimas y a las personas amenazadas por esa espiral de violencia. Pero -confesó- ante las protestas anunciadas por la AVT "ya no puedo más", pues "sinceramente, esto ya es demasiado, la injusticia de esta situación es ya puro delirio".

El cineasta vasco, también autor de Lucía y el sexo y Los amantes del Círculo Polar, se preguntó "¡qué tiempos son estos en los que diálogo se ha convertido en una palabra maldita", sobre todo en relación al conflicto vasco, que Medem intentó descifrar mediante más de 150 entrevistas a personas vinculadas, desde sus distintos y distantes espectros, al problema político que sufre el País Vasco desde hace al menos cuatro décadas. Tras lamentar de nuevo que los miembros de la AVT y del PP se negaron a participar en el documental, Medem evocó la figura del líder de las juventudes socialistas en Euskadi, Eduardo Madina, quien perdió una pierna en un atentado de ETA, cuyo testimonio representa, a juicio del autor, "el punto álgido, la cima moral de la película" al ser "alguien que aun cuando ETA quiso matarlo poniendo una bomba en su coche, es capaz de solidarizarse con Anika Gil, una víctima de la tortura. Y como vergüenza recuerdo la forma en que esto es recibido por la AVT, a los que sólo les molesta que con el testimonio de Anika se está poniendo en duda la labor de la Guardia Civil. ¿Es que ella tampoco es una víctima? Se niegan a creerla, y se acabó", dice Medem.

El cineasta vasco confesó que aunque le resulta "difícil" criticar la actitud de la AVT al estar formada por "personas amenazadas", debe denunciar que "se han estado cebando a placer contra mi persona, contaminando mi imagen" por una obra que sólo pretende abrir vías de diálogo al enfrentamiento. Pero, dice un irónico Medem, "mi pecado capital parece que consiste en que el documental no trata exclusivamente del sufrimiento de las víctimas del terrorismo. El resto de mis pecados derivan de éste, ya que si en mi película reconozco y someto a debate la existencia de un problema político, según ellos estoy justificando el terrorismo".

Medem pidió a la AVT que "escuchen", pues no tienen "licencia para insultar, calumniar o amargar la vida de todo aquel que no piensa como ellos", al tiempo que les advierte que "la gente que les rodea, o está ya muy envenenada, o son los auténticos marcadores y guardianes de esas consignas unionistas, patrióticas, con las que esta España refranquista se vuelve a sentir grande".

El creador vasco también sugiere que "alguien debería alarmar a los miembros de la AVT de que desde algunos centros de autoridad se les está insuflando ciertas dosis de absolutismo", sobre todo cuando "tras la entrega de los Goya del año pasado, este mismo colectivo de víctimas, junto a Fernando Savater, criticaron con dureza a los del cine por el hecho de que espontáneamente algunos premiados dijeran no a la guerra". Medem finaliza su misiva con una confesión: "esto es lo más vil y canalla que me han hecho nunca. ¿Qué hago? Ni siquera les va a hacer ilusión que les dedique el Goya (si es que me lo dan). No tengo nada que hacer, sólo aguantar el día más injusto y desmoralizante de mi vida ¡Socorro!"

La Academia se pronuncia

Ante la polémica creada por el documental de Medem, la Academia de Cine emitió un comunicado en el que manifestó su rechazo "al terrorismo, a ETA, a la guerra, a la tortura, a la pena de muerte, a los malos tratos, a la manipulación, a la coacción, a la censura, al hambre, a la injusticia y a la miseria", al tiempo que proclamó un rotundo "Sí" a la libertad de expresión, al sentido común, a la tolerancia, al respeto, a la cultura y "sobre todo al cine, que es lo que hacemos y no otra cosa".

En el terreno estrictamente cinematográfico, este año los Premios Goya se celebran en medio de una crisis galopante de la industria española a pesar de la calidad de las películas y los cineastas y actores postulados a los prestigiosos galardones. La pugna por erigirse en el triunfador de la noche se dirimirá entre tres filmes que dejaron impronta y suscitaron infinidad de elogios en la crítica especializada y los festivales internacionales: Mi vida sin mí, de la cineasta catalana afincada en Canadá Isabel Coitxet; Soldados de Salamina, de David Trueba, y Te doy mis ojos, de Iciar Bollaín, la gran favorita al estar postulada en siete apartados. A la terna como mejor director está postulado, además de los tres ya citados, el creador catalán Cesc Gay, por su película En la ciudad, también exaltada por su calidad, originalidad y buena factura.

El único cineasta mexicano que opta a los galardones es el director José Luis García Agraz, por su filme El misterio del Trinidad, que compite con la uruguaya El viaje hacia el mar, de Guillermo Casanova; con la argentina Historias mínimas, de Carlos Sorín, una de las dos favoritas, junto con la cubana Suite Habana, de Fernando Pérez.