México D.F. Miércoles 28 de enero de 2004
Lo equipara con El Mayo Zambada y El
Chapo Guzmán
Anuncia Sedena la captura de El JT cerca de
Culiacán
Ya había sido apresado dos veces, pero salió
en poco tiempo
JESUS ARANDA Y JAVIER VALDEZ REPORTERO Y CORRESPONSAL
El secretario de la Defensa Nacional, general Gerardo
Clemente Vega García, señaló que "si hay algo a lo
que hay que ponerle atención es que el Poder Judicial viera la posibilidad
de que las penas sean más duras y no favorezcan tanto a los delincuentes";
esto, para que las leyes sean para defender a la sociedad y no para que
una persona, "por pequeños o mayores detalles" salga de la cárcel.
Al
dar a conocer ayer la captura de Javier Torres Félix, El JT -a
quien comparó con narcotraficantes del calibre de Ismael El Mayo
Zambada y Joaquín El Chapo Guzmán-, realizada
por fuerzas especiales del Ejército cerca de Culiacán, Sinaloa,
el secretario de la Defensa no ocultó su molestia por el hecho de
que éste ya había sido detenido en dos ocasiones (15 de junio
de 1990, por personal militar, y 27 de mayo de 1997 en Cancún),
y que pese a que en ambos casos fue consignado por delitos contra la salud
y portación de arma de uso exclusivo del Ejército, quedó
libre meses después.
-General, pero el Poder Judicial no es el que establece
las penas -se le cuestionó, en el auditorio del Estado Mayor de
la Defensa Nacional.
-El que sea, al que le corresponda; pero hay necesidad
de ver esto con mucho cuidado -aseveró.
Por otra parte, Vega García rechazó que
la procuraduría militar investigue el caso del capitán Rigoberto
Morales Beltrán, quien fue acribillado junto con dos agentes federales
la semana pasada en la carretera México-Toluca. El oficial estaba
de vacaciones, y al no estar en servicio activo, la investigación
está en manos de la Procuraduría General de la República;
"lo único que hacemos es aportar datos", comentó.
Luego de dar detalles sobre la captura de El JT en
un fuerte operativo en Culiacán, Vega aseguró que
el detenido ejercía el control de la siembra de enervantes en el
sur de Sinaloa y se encargaba de coptar agentes de diferentes corporaciones
policiacas de Sinaloa, Durango y Nayarit, para proporcionarle seguridad
a El Mayo Zambada y al Chapo Guzmán. En este contexto,
el general expresó su confianza en que esta captura reducirá
el índice de violencia y asesinatos recientes en Sinaloa.
"Puedo decirles que hablé con el gobernador de
Sinaloa, y se deshizo en elogios, porque ellos tenían un problema
muy grave con esta persona."
Por otra parte, reconoció que la Defensa Nacional
sigue con preocupación la actividad del grupo de sicarios conocido
como Los Zetas -constituido en su mayoría por ex integrantes
del Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales (Gafes) del Ejército-,
en diversas acciones y ejecuciones, y reconoció implícitamente
que al llegar a la Defensa Nacional tuvo que aplicar disciplina y vigilar
a sus elementos.
"Los Gafes ya no existen, en algún tiempo estuvieron
distribuidos en toda la República; al llegar a la Defensa resolví
mantenerlos siempre a la mano y no soltarlos, porque son tropas especializadas
para hacer lo que hicimos en la mañana, de tal manera que actualmente
hay nueve batallones de fuerzas especiales, tres brigadas, pero ya tienen
sentido de pertenencia a una unidad, tienen vigilancia, tienen comandante,
tienen supervisión."
Los Zetas no son exclusivamente militares, son
ex policías, ex judiciales; hay una vigilancia de parte nuestra,
que en su momento podremos hablar, señaló. Precisó
que sólo quedan dos grupos de Gafes: "el del alto mando, que se
maneja bajo el control de su servidor, y uno en las tropas de fusileros
paracaidistas".
La captura
Vega detalló que "el último acontecimiento"
que precipitó la captura de El JT fue la agresión
armada que sufrieron elementos del la Tercera Región Militar a las
0:45 horas de ayer, cuando éstos realizaban un patrullaje en las
inmediaciones del poblado El Tule, a 70 kilómetros de Culiacán,
en donde resultó muerto un cabo de infantería -de quien no
recordó el nombre-, y un civil del grupo agresor.
"Eso nos alertó y me obligó a tomar la decisión
de ir por él; a las 9 de la mañana de hoy salió para
allá el Grupo de Fuerzas Especiales (Gafes), cuyos elementos no
sabían a esa hora cuál era su misión". Cerca de las
18 horas llegó a la ciudad de México en un avión militar,
para ser entregado a la PGR.
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