México D.F. Viernes 23 de enero de 2004
Comienza la proyección comercial de la
cinta, una de las más premiada de 2003
Perdidos en Tokio, reflexión sobre la
amistad: Sofía Coppola
JORGE CABALLERO
Una de las cintas más aclamadas/premiadas/nominadas
del año anterior, Perdidos en Tokio, dirigida por Sofía
Coppola, inicia su corrida comercial en nuestro país. La emocionante
y sensible cinta cuenta la historia de Bob Harris (Bill Murray, sorprendente)
y Charlotte (Scarlett Johansson, solvente) dos estadunidenses que están
de visita en Tokio. Bob es un maduro actor de cine que ha viajado a la
ciudad a filmar un comercial de whisky, mientras que Charlotte es una joven
que acompaña a su esposo (Giovanni Ribisi, siempre espectacular),
un fotógrafo adicto al trabajo. Incapaces de conciliar el sueño
debido en parte al desfase de horario, Bob y Charlotte merodean por el
hotel y se conocen en el bar. Este encuentro casual rápidamente
se convierte en una amistad sorpresiva. La pareja se atreve a explorar
Tokio junta, viviendo encuentros frecuentes con los diferentes miembros
de la población y finalmente descubren una nueva fe en las posibilidades
de la vida.
Perdidos
en Tokio es, en resumen, una carta de amor a la naturaleza gratuita
de la amistad íntima y a la ciudad de Tokio. La película
de Coppola, basada en su libreto original, trata las relaciones inesperadas
que vivimos y que pueden no durar mucho, pero que se atesoran bastante
tiempo. Perdidos en Tokio se estrenó mundialmente fuera de
concurso en el Festival Internacional de Cine de Venecia y luego se mostró
en el Festival Internacional de Cine de Toronto, donde recibió elogios
de los críticos.
La joven directora Sofía Coppola menciona sobre
Perdidos en Tokio: "la cinta trata sobre Bob, un actor que vive
en Japón esa crisis emocional típica del hombre durante la
madurez, donde las cosas son de por sí confusas para los extranjeros,
y Charlotte pasa por esa crisis que suele presentarse durante los veintitantos
años en que nos preguntamos, '¿qué voy a hacer con
mi vida?' Ella y Bob son dos personas en lados opuestos de algo comparable:
ella está recién casada y él lo ha estado durante
años. Ambos forman parte de relaciones matrimoniales que no funcionan.
Hay una camaradería entre ambos cuando se conocen. Ambos pasan por
crisis personales similares que son exacerbadas por estar en un lugar desconocido".
La cinta se filmó totalmente en exteriores en Tokio
y Kyoto durante 27 días, trabajando seis días a la semana
y con un presupuesto sumamente modesto, Coppola menciona. "Lance Acord
(cinefotógrafo) y yo habíamos ido antes a Tokio y a los dos
nos gusta el aspecto de la ciudad. Nos interesaba plasmar en la cinta la
espontaneidad de la vida en la metrópoli. El quiso que el rodaje
y la fotografía fueran rápidos y nada invasores. Su cámara
era muy pequeña y portátil y utilizamos a las personas en
las calles como extras".
Varias escenas se rodaron en el hotel Park Hyatt Tokio,
el cual Coppola conoce muy bien por haberse hospedado ahí varias
veces. "Me gusta la idea que en los hoteles nos encontramos con las mismas
personas una y otra vez. Existe un tipo de relación amistosa aunque
las personas no se conozcan o ni siquiera se hablen".
Sobre el germen de la idea del filme, menciona Coppola:
"me basé en mis viajes a Japón para escribir el libreto.
Muchos de los sitios en la película son lugares en los que he estado.
Fumihiro Hayashi, un amigo a quien llamo Charlie Brown, siempre
me llevaba a todas partes. En la cinta, Charlie canta God save
the queen, algo que siempre hace y que era una de las primeras imágenes
que deseaba incluir en la cinta. Regresé con algunos amigos un año
antes de filmar, grabé todo lo que me pareció interesante
y luego lo utilicé para escribir el libreto".
La también guionista y productora, Coppola, quien
debutó con la cinta Vírgenes suicidas, menciona: "filmar
en Japón fue una gran aventura porque es muy diferente a Estados
Unidos y Europa en cultura y lenguaje. Además, hay diferentes reglas
y tradiciones que los realizadores aprendieron a medida que trabajamos.
Quise realizar esta película para mostrar lo que amo de Tokio. Es
sobre esos momentos fantásticos que hay en la vida que no duran,
pero siempre los recordamos y tienen su efecto sobre nosotros".
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