México D.F. Jueves 22 de enero de 2004
Consumieron grandes cantidades de alcohol y cocaína antes de ser asesinados
Los 3 ejecutados en la México-Toluca, involucrados con el narcotráfico
El militar Rigoberto Morales pagó de contado 550 mil pesos por el BMW en que viajaban
ISRAEL DAVILA Y GUSTAVO CASTILLO CORRESPONSAL Y REPORTERO
Toluca, Mex. 21 de enero. Los cuerpos de los dos agentes de la Agencia Federal de Investigación (AFI) de la Procuraduría General de la República (PGR) y el militar ejecutados ayer en la carretera Toluca-México presentaron altos niveles de intoxicación por alcohol y cocaína, informó hoy la dirección de servicios periciales de la procuraduría de justicia de la entidad.
Además, fuentes de la dependencia informaron que las víctimas estaban involucradas con el narcotráfico, específicamente con Rigoberto Gaxiola, El Rigo, relacionado en el narcotúnel descubierto en la Operación Topo II que comunicaba las fronteras de México y Estados Unidos.
De acuerdo con investigaciones de la procuraduría mexiquense, el capitán segundo de infantería Rigoberto Morales López adquirió en Toluca el BMW en que viajaban de contado, al pagar 550 mil pesos el pasado 18 de junio de 2003 en la agencia distribuidora de esa marca de vehículos alemanes.
Los tres ejecutados iniciaron su viaje hacia el Distrito Federal procedentes de Guadalajara, luego pasaron a la ciudad de Morelia, donde pernoctaron una noche, y finalmente pararon en Toluca el pasado lunes.
Los exámenes periciales practicados a los cuerpos de las víctimas permitieron establecer que dos de ellos respondieron a la agresión en la que perdieron la vida, al dar positivo en la prueba de Walker, realizada por peritos de esta dependencia.
De acuerdo con los resultados de la necropsia practicada a los cuerpos, se pudo constatar que Jorge Eduardo Madrigales Sales, agente de la AFI, recibió ocho impactos de arma de fuego, seis de ellos únicamente los tejidos blandos, otro en el muslo izquierdo que produjo fractura en el fémur y que penetró en el tórax.
Este sujeto presentaba una concentración de 160 grados de alcohol y metabolitos por consumo de cocaína. Se localizó en sus ropas 1.02 gramos de cocaína. Este fue el único al que no se le comprobó haber accionado un arma de fuego.
La necropsia practicada al otro agente de la AFI, César Rafael Gamero López, arrojó que recibió tres impactos de arma de fuego. Uno en forma de surco en la región parietal izquierda, otro en el brazo con salida en la pared lateral derecha del tórax y el tercero, con entrada y salida en escapulares de izquierda a derecha, de los cuales se desprendió que la causa de la muerte fueron los disparos en el cráneo y el tórax.
A esta víctima se le detectó una concentración de 148 grados de alcohol y metabolitos de cocaína, y se advirtió que sí activó una arma de fuego.
Por su parte, las pruebas practicadas al militar Rigoberto Morales López, capitán segundo de infantería, quien conducía el vehículo en el que fueron asesinados, revelaron heridas contusas en diversas partes del cuerpo y craneoencefálicas, además de que recibió un disparo en el brazo derecho con penetración en el tórax, el cual se realizó a una distancia menor a cinco centímetros. Como sus acompañantes presentaba 148 grados de alcohol y metabolitos por consumo de cocaína.
En el interior del auto BMW, en el cual viajaban las víctimas, se localizó una botella de licor, un cargador de AK-47, tres cargadores calibre 38 y dos para nueve milímetros. También se ubicaron diversos casquillos percutidos de calibre nueve milímetros y 38 súper, que fueron utilizados para ejecutar a los tres sujetos.
Por la madrugada, elementos de la policía ministerial realizaron un cateo a un hotel ubicado en el centro de la capital mexiquense, donde supuestamente pasaron la noche las víctimas, sin poder encontrar algún elemento que enriquezca las indagatorias.
En tanto, la Procuraduría General de la República mantiene absoluto hermetismo en torno al procedimiento administrativo que le seguía a los dos agentes y también respecto de si la Subprocuraduría de Investigación Especializada contra la Delincuencia Organizada será la encargada de conducir las indagatorias.
Hasta el momento la PGR no ha atraído las investigaciones y ha dejado en manos de la procuraduría mexiquense la integración de la averiguación previa por el delito de homicidio, aunque según fuentes oficiales, la atracción del caso podría iniciarse por el tipo de armas que se usaron en el asesinato de los dos agentes de la AFI y el militar. La dependencia que dirige Rafael Macedo de la Concha no ha emitido mayor información respecto del caso y tampoco se ha podido confirmar que una cuarta persona viajara en el automóvil que fue baleado, como tampoco que este supuesto ocupante, que presuntamente fue llevado a un nosocomio del municipio de Metepec, haya sido sustraído del hospital por un grupo de hombres armados.
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