México D.F. Jueves 15 de enero de 2004
Exigen el retiro de la fuerza policiaca
Tlalnepantla, Mor., 14 de enero.
A pocas horas del operativo policiaco que se puso en marcha para
retomar el palacio municipal de Tlalnepantla y entregarlo al priísta
Elías Osorio Torres, 80 personas -provenientes de los pueblos de
Xoxocotla, Tepoztlán, Tlayacapan, Totolapan, Yautepec y Temixco,
así como del Frente Nacional por la Defensa de la Soberanía
del Pueblo, integrantes de la sección 17 de la CNTE y de San Salvador
Atenco- llegaron al centro del poblado para exigir el retiro de la fuerza
policiaca, la desaparición de poderes en el municipio y un juicio
político contra el gobernador Sergio Estrada Cajigal.
Vigilados por un helicóptero del gobierno del estado,
el grupo portaba una manta que decía "Alto a la masacre. Gobierno
asesino. Fuera policía de Tlalnepantla".
En un mitin de no más de 10 minutos el contingente
manifestó su apoyo al concejo municipal autónomo, y aunque
ningún integrante de ese grupo estuvo presente, los manifestantes
aseguraron que organizarán una protesta en contra del uso de la
fuerza pública "para acallar la demanda de un gobierno honesto,
electo por el pueblo".
"Elías Osorio ya fue presidente municipal y comisario
forestal, y nos jugó a lo puerco; nos robó", aseguró
Virginia Mercado Garrido, madre de Gregorio Sánchez Mercado, víctima
del enfrentamiento con la policía.
Anunciaron que crearán una coordinadora en defensa
del concejo autónomo de Tlalnepantla, la cual será responsable
de promover un juicio político contra el gobernador de Morelos.
En tanto, Marcos Matías, representante del Foro
Permanente para los Pueblos Indígenas de la ONU, dijo que presentará
un informe pormenorizado de la situación ante ese organismo internacional,
"porque no se puede seguir violando el derecho a la autonomía de
los pueblos".
Por otra parte, organismos promotores de los derechos
indígenas, autoridades étnicas de Guerrero, el Congreso Agrario
Permanente (CAP) y el PRD condenaron la represión.
La Coordinadora Morelense Indígena y la Comisión
Independiente de Derechos Humanos de Morelos afirmaron que la represión
fue "el primer y único recurso" contra un pueblo que agotó
todas las instancias legales para hacer oír su voz, y que los más
de mil policías que intervinieron en el operativo tomaron
el pueblo como "las hordas porfiristas hace casi un siglo, cuando arrasaban
poblaciones zapatistas".
Para el CAP, la forma en que el gobernador de Morelos,
Sergio Estrada Cajigal, intentó concluir el conflicto en Tlalnepantla,
además de ser "criminal", no dejó dudas de que el mandatario
"carece de oficio político y de capacidad para resolver los asuntos,
y lo expone como un represor".
La CMI y la CIDHM señalaron que vecinos de Tlayacapan
reportaron haber escuchado balazos y que las policías federal y
estatal, así como granaderos, catearon las casas a las 5 de la mañana.
Además de que una misión de observación de derechos
humanos de Cuernavaca no pudo pasar a Tlalnepantla porque se lo impidió
un grupo especial de la policía estatal. (FERNANDO BALTAZAR,
LA JORNADA MORELOS; MATILDE PEREZ, ENVIADA; ROSA ROJAS Y CAROLINA
GOMEZ.)
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