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México D.F. Jueves 15 de enero de 2004
Doce personas resultaron heridas en el municipio
morelense; tres son policías
Las fuerzas estatales retoman la alcaldía de
Tlalnepantla; un muerto
La víctima era simpatizante del concejo
popular autónomo, creado el domingo pasado
LA JORNADA MORELOS, FERNANDO BALTAZAR Y MATILDE
PEREZ URIBE ENVIADA
Tlalnepantla, Mor., 14 de enero. Una persona muerta,
un número indeterminado de heridos, entre ellos tres policías,
y 12 más detenidas, fue el resultado de un operativo que
las policías estatal, municipal y ministerial pusieron en marcha
esta madrugada en este municipio.
Tlalnepantla durmió y amaneció sitiada
por cerca de mil efectivos de las policías estatal, municipales,
ministerial y Grupo Aeromóvil de Reacción Inmediata (GARI),
quienes con armas de fuego retomaron el inmueble público que durante
75 días mantuvieron en su poder integrantes del movimiento popular
en contra del edil priísta Elías Osorio Torres.
El temor cundió en el poblado desde las 23:40 de
la noche del martes, cuando una columna de 60 patrullas intentó
ingresar por el acceso principal al centro del población. De acuerdo
con lo observado por La Jornada, los uniformados ya habían
logrado distraer a los diputados perredistas Anacleto Pedraza Flores y
Fidel Demédicis Hidalgo, quienes durante algunos minutos impidieron,
por su investidura, el ingreso del contingente.
Las patrullas, por órdenes del secretario de Seguridad
Pública del estado, Jesús Sebastián Insunza Gutiérrez,
ingresaron por el sinuoso camino asfaltado, pero fueron repelidos con disparos
de armas de fuego, piedras y petardos por un grupo de vecinos escondidos
entre los cultivos de nopal a las laderas del cerro. Una bomba molotov
impactó la patrulla 2083, que encabezaba el convoy, lo que obligó
a sus ocupantes a salir rápidamente y subir a otra unidad para escapar.
En la plaza del palacio de gobierno integrantes del consejo
municipal autónomo colocaron barricadas entre la parroquia y la
biblioteca, con el propósito de impedir el acceso de 150 simpatizantes
del priísta Osorio Torres, quienes al ser informados por teléfono
celular de que había fracasado el primer asalto policiaco, se replegaron
hacia la unidad deportiva que se ubica a cinco cuadras de esa plaza.
Entre los miembros del concejo municipal autónomo
había desconcierto, pues desconocían los movimientos de la
policía, la cual inició el asalto por la parte nororiente
de la cabecera municipal, atravesaron los cultivos de nopal y panteón
para ubicarse a pocas cuadras de la alcaldía, lo que causó
mayor alarma del concejo autónomo.
"¡Ya están aquí, a unas cuadras!",
gritaron, y para convocar a la concentración y defensa de su municipio
tocaron las campanas; casi simultáneamente la policía estatal
soltó las primeras bombas de gas lacrimógeno. La gente instalada
en la plaza se replegó y empezó un intercambio de balazos.
El primero en caer fue Benjamín Medina. "Hijos, de su... ¡me
dieron, me dieron"!, decía al tiempo que con la mano derecha se
tocaba el pecho y se veía la mano ensangrentada.
Ya herido, Medina gritaba a la gente: "¡Repliéguense!,
tienen francotiradores". El y otros de sus compañeros detectaron
que en el campanario había uniformados disparando a la gente. Y
las voces de alarma se multiplicaron: "¡Mejor váyanse porque
vienen como mil 500 y van a agarrar parejo!" Algunos corrieron y otros,
molestos y recordando que el gobernador Sergio Estrada Cajigal había
declarado públicamente que no se utilizaría la fuerza pública,
fueron a la casa de Elías Osorio, situada a una cuadra de la plaza.
Ahí rompieron cristales de la casa y trataron de incendiarla con
bombas molotov, luego quemaron una camioneta del alcalde priísta.
En la refriega resultó herido de gravedad Gregorio
Sánchez Mercado, de 36 años, quien murió en el hospital
general de Cuautla. Además decenas de personas resultaron heridas
por los proyectiles lanzados por la policía. Rozones, heridas en
manos y hombros se veían cuando la gente corrió hacia sus
domicilios, los de amigos o familiares. Algunos corrieron hacia el monte,
donde, según versiones de los simpatizantes del concejo, hasta la
noche del miércoles seguían escondidas varias mujeres y hombres.
Después de una hora y 20 minutos en que el GARI
fungió como grupo de asalto, el resto del contingente policiaco
ingresó a la plaza principal para tomar posesión del palacio
municipal y controlar la situación.
A las 3:50 de la mañana llegó el coordinador
de la policía ministerial, Agustín Montiel López,
y el secretario de Seguridad Pública, Jesús Sebastián
Insunza, quienes afirmaron que la policía ingresó al lugar
sin violencia y sin armamento. Agregaron: "Retiramos las piedras que habían
colocado en la carretera. No hay heridos, sólo dos policías
con heridas leves por postas de escopeta".
A la pregunta de quién había ordenado la
incursión policiaca, afirmaron que se había realizado por
instrucciones del Ministerio Público, en respuesta a una petición
de Osorio Torres, presidente municipal electo. Y en seguida llamaron a
éste, quien se presentó acompañado por su cabildo
y un pequeño grupo de seguidores.
Montiel López lo recibió con un abrazo,
y le dijo: "¿Trabajando hasta en la madrugada, mi presi?
Lo felicito, por primera vez va a pisar la presidencia municipal". Osorio
Torres ingresó al palacio municipal acompañado por los gritos
triunfales de sus seguidores; al tiempo que escucharon dos detonaciones
que movilizaron, nuevamente, a las fuerzas policiacas, los cuales apuntaron
sus armas largas y cortas hacia el poniente de la alcaldía. Reanudaron
la persecución.
A lo largo del día se insistió en que Gregorio
falleció porque manipuló mal un petardo, aunque el reporte
pericial estableció que falleció por herida de bala.
Una hora antes del amanecer, las fuerzas policiales, acompañadas
por simpatizantes de Osorio Torres, allanaron algunos domicilios de los
dirigentes del movimiento popular. Los primeros detenidos fueron Alfredo
Camacho Toris y Eugenio Espino Morales, de 16 años, quienes se habían
refugiado en la escuela primaria, a un costado de la plaza.
Los cateos selectivos continuaron hasta después
del mediodía. Los policías, con las culatas de las armas
pegaban las puertas de las casas; si no abrían las empujaban, hacían
a un lado a las mujeres y se llevaban a los hombres. Incluso entraron a
las casas donde no había nadie para "revisarlas". Durante ese operativo
fueron detenidos Juan Cano Chantengo; Mario Trujillo de 26 años;
Francisco González Lima, 26; Víctor Juan Espíndola
Rojo, 26; Federico Ramírez, 54; Luciano González Lima; Julio
González Lima, 31; Aurelio Corrales Ramírez, 20; Víctor
Jiménez Espíndola Rojas, 26; Sixto Espíndola Lima,
39, y Francisco Guzmán Lima, de 26.
Hasta el anochecer, los efectivos policiacos continuaban
por tierra y aire --con el uso de un helicóptero- la búsqueda
de los integrantes del concejo autónomo; incluso se sumaron seis
elementos de la policía montada.
Por la mañana, un grupo de simpatizantes de Osorio
Torres resguardó el palacio municipal, y afirmaron que ellos fueron
los agredidos por un grupo "violento que había desestabilizado al
municipio. Fue el pueblo el que exigió la presencia de la fuerza
pública, no Elías", dijeron.
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