.. |
México D.F. Jueves 15 de enero de 2004
El resto de las reformas serán consecuencia de la unidad nacional, sostiene el jurista
Conmina García Ramírez a consolidar un pacto nacional de gran visión y largo plazo
VICTOR BALLINAS
Sergio García Ramírez, jurista, investigador y recién electo presidente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, aseveró ayer que México requiere una reforma para diseñar un país más justo, y "eso sólo es posible al amparo de un pacto nacional de gran visión y largo plazo, mediante el cual se podrían emprender y culminar las otras reformas -energética, laboral y educativa- que no son condición, sino efecto de aquélla".
Durante el homenaje que juristas, políticos, senadores, gobernadores, diputados, ex gobernadores y otras personas rindieron ayer a García Ramírez por su nombramiento como presidente de la Corte Interamericana -ocurrido en diciembre pasado-, el prestigiado especialista en derecho dijo que en el país se habla de ciertas reformas, con su nombre y exigencias: la de hacienda, de trabajo, energética, laboral y de otros rubros vitales.
Todo es válido y mucho de ello se necesita, apuntó el ex procurador general de la República y ex aspirante a la candidatura presidencial priísta. "Pero conviene preguntarnos si esos asuntos constituyen en realidad el gran tema de la actualidad. Yo creo que el meollo es México. En consecuencia habría que diseñar la reforma del país, y al amparo de ella, que sólo sería realizable sobre un pacto nacional de gran visión y largo plazo, se podrían emprender y culminar las otras que no son condición, sino efecto de aquélla."
Una sociedad, subrayó el presidente de la Corte Interamericana, "no puede viajar al garete, sujeta al capricho de los vientos y las estaciones. Y menos puede hacerlo una gran nación, compleja y demandante, que pretende insertarse en un mundo moderno sin perder su tradición, su herencia, su linaje".
Es posible, añadió, que "buena parte de nuestros problemas obedezcan a la ausencia de un modelo y a la incertidumbre sobre su futuro. Hubo un tiempo ya lejano en el que construimos utopías y paradigmas. Enfilamos nuestra nave en el sentido que consideramos conveniente. Es evidente que cada quien puede tener su concepto sobre ese sentido, pero también lo es que la nación debe compartir ciertos designios y emprender unida determinados derroteros.
"Si no existen aquéllos y se carece de éstos, el viaje común no tiene rumbo y el trabajo de todos carece de armonía. El resultado sería la derrota y sabemos bien que el fracaso conspira contra los derechos y las democracias."
García Ramírez subrayó que sigue siendo indispensable la hazaña cultural de los mexicanos en torno a una idea, a un programa, a un destino. "Vale que nos preguntemos -es requisito de previo y especial pronunciamiento, dirían los abogados- si tenemos claridad sobre todo esto: lo que somos, queremos y procuramos."
Pero, insistió, "no parece existir la idea, por no decir el ideal, de una República unida y poderosa, construida a partir de las diferencias ideológicas y de las coincidencias patrióticas. Se requiere una convocatoria para construir la sociedad deseable y practicable en la que anide el espíritu del México eterno, sin mengua del México moderno".
|