México D.F. Lunes 12 de enero de 2004
Para lograr la paz Israel debe renunciar a algunos
asentamientos, reitera Sharon
Marchan miles en Tel Aviv contra el desmantelamiento
de colonias judías
Miembros del gabinete israelí, partidarios de
Likud y la ultraderecha, en la marcha
AFP, DPA Y REUTERS
Tel Aviv, 11 de enero. Varios miembros del gabinete
israelí se unieron a unos 100 mil manifestantes en una protesta
contra los planes del primer ministro israelí, Ariel Sharon, de
desmantelar algunos asentamientos judíos en territorios palestinos.
Asistieron al acto, en total, 20 ministros de Likud, así
como varios miembros de partidos de extrema derecha y religiosos, que forman
parte de la coalición gobernante de Sharon. Organizadores de la
movilización calcularon en 100 mil el número de asistentes
al acto, pero según las autoridades, se congregaron 80 mil.
"Creo en la sabiduría del primer ministro, pero
también creo en la paz y seguridad que brindan los asentamientos",
aseguró el ministro sin cartera Uzi Landau, del partido Likud de
Sharon, en un discurso pronunciado ante los manifestantes reunidos en la
Plaza Rabin de esta capital.
"El
Likud tiene razón: que se vaya Sharon". "Dividir nuestra tierra
es desafiar a Dios". "Los colonos son la verdadera protección contra
el terror", rezaban algunas de las pancartas y consignas de los manifestantes.
El lema de la movilización fue: "Israel no cederá en seguridad,
en los asentamientos, ni en la guerra contra el terror".
La manifestación fue convocada por el principal
movimiento de colonos israelíes, el Consejo de Asentamientos en
Judea y Samaria (nombre que los israelíes dan al territorio de Cisjordania).
"Hemos estado escuchando la voz de la debilidad por toda
la región", gritó el ministro de Vivienda, Effi Eitman, líder
del Partido Nacional Religoso, otro de los oradores en el acto. "Sabemos
que el último kilómetro de la travesía es siempre
el más difícil, y que vivimos en tiempos oscuros, pero es
ahora cuando necesitamos un verdadero liderazgo", agregó, en alusión
directa a Sharon.
El vocero parlamentario de Likud, Reuven Rivlin, fue uno
de los funcionarios de más alto rango en la movilización,
pero no habló ante el público. "Puede que tengamos algunas
diferencias con nuestro amigo el primer ministro, pero no vengo aquí
como su opositor. No vine a manifestarme contra él, sino a mostrar
mi fe en Israel", declaró Rivlin a periodistas.
"Intentamos movilizar el máximo de militantes del
Likud para mostrarle a Sharon que no podrá hacer lo que quiera",
afirmó por su parte, Shaul Goldstein, un dirigente de los colonos.
Sharon declaró en Jerusalén, antes de la
protesta: "Las cosas no las deciden los manifestantes, sino el gobierno.
Creo que para logarar la paz, Israel tendrá que renunciar a algunas
colonias. No podrá conservarlas todas, eso se ha dicho muchas veces".
El mapa de ruta, plan de paz promovido por Estados Unidos, exige
a Israel frenar su política de colonización de territorios
reocupados.
En cuanto a los palestinos, el ministro de Salud israelí,
Danny Naveh, amenazó con la anexión de sectores de Cisjordania
si la Autoridad Nacional Palestina "proclama unilateralmente un Estado
independiente".
La dirección de la Organización para la
Liberación Palestina había afirmado su derecho de avanzar
"hacia la creación de un Estado palestino democrático en
todos los territorios ocupados en 1967, incluyendo Jerusalén, su
capital", independientemente de un acuerdo con Israel.
Este domingo, el primer ministro palestino, Ahmed Qureia,
exigió, ante la valla de seguridad israelí en Cisjordania,
que el gobierno estadunidense, la Unión Europea y la Organización
de Naciones Unidas intervengan para que Israel cese la construcción
de este muro, que tiene ya 150 kilómetros de longitud.
Así, dos palestinos murieron en Cisjordania, el
primero víctima de disparos israelíes contra manifestantes.
El segundo fue un palestino al que le estalló en forma inesperada
la carga explosiva que llevaba.
Por otra parte, Israel exigió este domingo que
Siria ponga fin a su apoyo al "terrorismo" si quiere que se reanuden las
negociaciones de paz entre ambos países.
"Lo que debe ocurrir es que Siria ponga fin a su ayuda
al terrorismo. Si eso sucede, creo que Israel estará muy contento
de negociar y de hacerlo sin condiciones previas", afirmó Sharon.
El presidente sirio, Bachar al-Assad, se había
manifestado en favor de una reanudación del diálogo con Israel
sin condiciones previas, según declaró en una entrevista
al New York Times a principios de diciembre.
La prensa oficial siria pidió el sábado
a Estados Unidos que intervenga para volver a lanzar el proceso de paz
entre Damasco y Jerusalén, y acusó al gabinete israelí
de ser "un gobierno de guerra".
En 2000, el gobierno laborista de Israel había
aceptado una retirada casi total de la meseta del Golán, con excepción
de una estrecha franja de tierra, propuesta que Siria rechazó.
Hoy, Sharon descarta una retirada de ese tipo y exige
que cualquier negociación "arranque de cero", pero Siria quiere
reanudar las discusiones en el punto en que se estancaron en 2000.
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