La excesiva regulación frena el crecimiento y la creación de empleos, sostiene

La revolución administrativa en el DF, ejemplo a seguir, afirma el CEESP

En México abrir un negocio cuesta 5.5 veces más que en países desarrollados

ANTONIO CASTELLANOS

La regulación excesiva obstaculiza el establecimiento y operación de negocios, lo cual se expresa en menor crecimiento económico. Por ello, para atraer inversión nacional y extranjera y generar empleos, es necesario eliminarla. En México se necesitan 57 días para abrir un negocio, mientras en Australia sólo se requieren tres días. El costo de inicio es de mil 110 dólares.

El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), planteó lo anterior con base en un estudio del Banco Mundial, y destacó que la revolución administrativa emprendida por el gobierno del Distrito Federal es un ejemplo de cómo reducir costos y generar empleos. La prueba está en la eliminación o simplificación de trámites en materia de construcción y en la expedición de una licencia de conducir permanente.

Esperar en promedio dos meses para abrir una empresa conlleva altos costos de oportunidad ocultos para las empresas y para el país. Entre los más relevantes se encuentran: pérdidas en rendimiento de inversión, necesidad de mayores recursos de capital de trabajo, pérdida de contratos de ventas para la empresa, menor inversión y, por ende, menos creación de empleos, deterioro de la competitividad y desaprovechamiento de ventajas competitivas como el justo a tiempo.

Indicó que México tiene plazos mucho más largos para abrir un negocio en comparación con países desarrollados y con los principales socios comerciales, lo que resta competitividad ante esas naciones. En Estados Unidos, por ejemplo, sólo se necesitan cuatro días, mientras en México en promedio es 14 veces más el tiempo de espera que en los países desarrollados.

El estudio destaca también que países competidores directos de México en los mercados internacionales tienen costos para empezar un negocio mucho menores que aquí, donde se requieren mil 100 dólares, contra cero en Dinamarca; 135 dólares en China; 210 en Estados Unidos y 331 en Brasil. El costo en México es 5.5 veces mayor que el promedio de aquellas naciones.

Además de los altos costos para iniciar un negocio en México, que reporta el Banco Mundial, se debe señalar otra limitante de la competitividad que son los altos costos de oportunidad, que imponen un elevado tiempo de espera para que una empresa pueda establecerse e iniciar operaciones.

Entre los principales costos de oportunidad para las empresas destacan: pérdidas en rendimiento de inversión por capital invertido, pero no operando o que está congelado en el negocio hasta la resolución de trámites; necesidad de mayores recursos de capital de trabajo, tanto para la constitución de la empresa y personal, como para mantener inventarios en buen estado.

Los expertos del CEESP destacan que también son importantes los costos no monetarios en forma de tiempo y esfuerzo para resolver trámites; la pérdida de contratos de ventas para la empresa y el desaprovechamiento de oportunidades de compra de insumos por falta de certidumbre sobre el momento exacto del comienzo de funciones.

Otros efectos negativos ocasionados por la excesiva regulación son: menor inversión y, por ende, menor creación de empleo, deterioro de la competitividad y desaprovechamiento de ventajas competitivas como el justo a tiempo.

Al obstaculizarse el establecimiento y operación de negocios se frena el crecimiento económico y la creación de empleos, mientras se desvían recursos hacia actividades no productivas como presentar y esperar la resolución de trámites.

Un aspecto que augura ser favorable para los capitalinos y que debería ser emulado en otros niveles de gobierno -federal, estatal y municipal-, es que el nuevo esquema del gobierno del Distrito Federal está basado en la confianza a los ciudadanos.

Esto es un cambio en los esquemas de comando y control, en los cuales la autoridad solicita y verifica la mayor información posible para autentificar la buena voluntad de los ciudadanos hacia esquemas expeditos de resolución con verificaciones aleatorias y altas multas o penalidades para los que incumplan, precisó el CEESP.

Planteó que para atraer inversión nacional y extranjera es necesario que el gobierno federal y los de los estados y municipios profundicen las labores de desregulación y mejora regulatoria, sobre todo en lo que respecta a la homologación de trámites.

Si México desea contar con un lugar relevante en el entorno internacional para atraer inversiones, concluyeron los expertos del sector privado, es prioritario que las condiciones y costos para abrir una empresa converjan a los de países desarrollados.