México D.F. Lunes 12 de enero de 2004
El cardenal pide al gobierno federal no conformarse
con el programa migratorio de Bush
Con la sumisión hacia otro pueblo nada se consigue:
Rivera Carrera
"Es el momento de la diplomacia inteligente, para que
todos salgamos ganando", afirma
LAURA POY SOLANO
El cardenal Norberto Rivera Carrera exhortó a las
autoridades federales a seguir por el camino de la negociación y
a no conformarse con el programa presentado por el gobierno estadunidense
sobre trabajadores migrantes, pues afirmó que si bien el pleito
y la confrontación "no consiguen nada entre las naciones, tampoco
se consigue nada cuando hay sumisión de unos pueblos a otros".
Rivera
Carrera aseguró que "es el momento de la diplomacia y de las negociaciones
inteligentes para que todos salgamos ganando, porque de otra manera entraríamos
en un camino estéril, de confrontación o sometimiento, que
no le deseamos a ningún pueblo".
Entrevistado luego de su participación en la homilía
celebrada en la Catedral Metropolitana, afirmó que si bien dicha
iniciativa representa una "buena señal" para México, reiteró
que no "debemos conformarnos" con el anuncio del presidente de Estados
Unidos, George W. Bush, "sino seguir por el camino de la negociación".
Por otra parte, luego de que el presidente Vicente Fox
anunciara que miles de burócratas que serán despedidos por
la aplicación de su plan de austeridad podrían tener acceso
a recursos adicionales para crear su propio empresa familiar, Rivera Carrera
exhortó a las autoridades federales a cumplir con su promesa, e
indicó que "ojalá que se diera un apoyo y no sólo
un anuncio para crear esos pequeños negocios productivos".
Al respecto, reiteró su preocupación por
el incremento del desempleo "y las tragedias que enfrentan las familias
que tienen algún miembro sin trabajo". Sin embargo, insistió
en que México debe seguir adelante, "a iniciativa del gobierno,
pero también de muchos particulares que pueden crear fuentes de
empleo".
En su mensaje a los feligreses llamó a impulsar
la transformación de la parroquia, "donde se desarrolla la vida
cristiana", para que se dé cabida a la transformación de
la comunidad arquidiocesana, "y en una actitud de disponibilidad nos abramos
a las inspiraciones del Espíritu, por las que va suscitando, en
los pastores y en las comunidades, respuestas a las necesidades en esta
ciudad".
Afirmó que la solidez de la acción pastoral
en cada parroquia "se irá logrando gracias a la apertura de mente
y corazón para recibir las iniciativas y las experiencias de otras
comunidades parroquiales".
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