México D.F. Lunes 29 de diciembre de 2003
Acontecimientos astronómicos en el año
venidero
Lluvias de estrellas y eclipses en 2004
En junio, tránsito de Venus a través del
disco solar; desde hace 122 años no se había visto este fenómeno
FAUSTO CERVANTES ORTIZ ESPECIAL PARA LA JORNADA
Cuando alguien platica con un astrónomo al inicio
de un año, normalmente pregunta: ¿qué nos deparan
los astros para este año? He aquí parte de la respuesta.
Para comenzar, el 4 de enero el cosmos nos depara la lluvia
de estrellas llamada cuadrántidas, la cual se verá fundamentalmente
en Europa, aunque tal vez en México se alcancen a ver algunos eventos
antes del amanecer. En buenas condiciones se esperan unos 40 eventos por
hora, aunque la Luna casi llena podría afectar la visibilidad de
eventos débiles.
El nombre de esta lluvia viene de la constelación
denominada Cuadrante, por la época en que se descubrió el
radiante (1795), pero que desapareció oficialmente en 1920, año
en que la Unión Astronómica Internacional dividió
en 88 constelaciones la esfera celeste. La constelación Cuadrante
estaba entre las constelaciones Draco, Bootes y Hércules, razón
por la cual a veces se habla de las dracónidas o de las bootidas;
sin embargo, el nombre más común sigue siendo el de cuadrántidas.
Posteriormente, a través del año tendremos
las siguientes lluvias de estrellas (de las cuales se informará
oportunamente sobre las condiciones de visibilidad en México).
Nombre
|
Fecha
|
Eventos
por hora
|
Líridas |
22 de abril |
10 a 20 |
Eta acuáridas |
5 de mayo |
20 |
Delta acuáridas |
27 de julio |
20 |
Perséidas |
12 de agosto |
60 |
Oriónidas |
21 de octubre |
10 a 15 |
Leónidas |
17 de noviembre |
10 |
Gemínidas |
14 de diciembre |
75 |
Las gemínidas, a diferencia de las otras lluvias
de estrellas, no deben su presencia a los restos de un cometa, sino a un
asteroide llamado Phaethon, descubierto en octubre de 1983.
Además de las lluvias de estrellas tendremos los
siguientes eclipses: el 19 de abril se verá en Madagascar y la Antártica
un eclipse parcial de Sol. La noche del 4 al 5 de mayo, se verá
en Asia y Africa un eclipse total de Luna, con una duración en la
fase de totalidad de 76 minutos. El 14 de octubre (día 13 aún
en algunas zonas) se verá un eclipse parcial de Sol en Rusia, China,
Japón y Alaska. Finalmente, el 27 de octubre (día 28 en otras
regiones), se verá un eclipse total de Luna en Europa, Africa y
casi toda América, con una duración de 81 minutos en la fase
de totalidad.
Hay un par de cometas que podrían dar un buen espectáculo
entre marzo y mayo. El primero es el C/2001 Q4, descubierto el 24 de agosto
del 2001, que hará su primer viaje al interior del Sistema Solar;
alcanzando su perihelio el 15 de mayo, a 0.96 unidades astronómicas
(ua) del Sol, y pasará a 0.32 ua de la Tierra a principios de mayo
(una unidad astronómica es la distancia media de la Tierra al Sol,
y equivale a 150 millones de kilómetros).
El segundo es el C/2002 T7, descubierto el 14 de octubre
de 2002, que también incurre por vez primera en el Sistema Solar
interno, alcanzando su perihelio el 23 de abril, a 0.61 ua del Sol, y cerca
del 19 de mayo pasará a 0.27 ua de la Tierra. El problema es que
ambos cometas se verán sólo desde el hemisferio sur.
El 8 de junio se tendrá un tránsito del
planeta Venus a través del disco Solar. Este evento es tan poco
usual que la anterior vez que esto sucedió fue hace 122 años,
es decir, no sucedió nunca durante el siglo XX. A diferencia de
un eclipse solar, un tránsito dura mucho más tiempo; en este
caso cinco horas y media. Nuevamente el problema es que en el momento en
el que sucederá este evento, en México será de noche,
por lo que sólo se verá desde Europa, Asia y Africa (hay
una agencia de viajes que ofrece una visita al observatorio del Vaticano
para apreciar este acontecimiento).
Estos son algunos de los fenómenos celestes que
es posible predecir (con mayor o menor precisión), pero no sabemos
que sorpresas nos deparan los astros. Por ejemplo, en 2003 nadie esperaba
actividad solar tan intensa; tampoco se sabía nada cuando Hyakutake
descubrió uno de los más espectaculares cometas del siglo
pasado, ni cuando el Shoemaker-Levy chocó contra Júpiter;
tampoco podemos predecir cuándo alguna estrella explotará
como supernova o comenzará a pulsar.
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