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México D.F. Lunes 29 de diciembre de 2003
"Cuestiones de cálculo político impiden llevarla al pleno": Bejarano
Sepulta el PRD la ley de sociedad de convivencia
El dirigente de la fracción se había comprometido a presentarla mañana Avala el GDF la decisión No es adecuado aprobarla por ahora: Encinas
RAUL LLANOS SAMANIEGO
En reunión privada, la fracción mayoritaria del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) determinó ayer "sepultar" la iniciativa de ley de sociedad de convivencia. A propuesta de su coordinador, René Bejarano, acordó posponer para otra fecha la discusión en el pleno. Esta postura fue compartida por el Gobierno del Distrito Federal (GDF).
El planteamiento de Bejarano -quien había considerado "prioritaria" la iniciativa, a grado tal que se había comprometido a presentarla en tribuna este martes- generó sentimientos encontrados entre varios de sus compañeros. Los diputados María Rojo, Carlos Reyes Gámiz y Julio César Moreno, principalmente, externaron su inconformidad y rechazo a esa salida, aunque también hubo quienes, como Lorena Villavicencio, de una postura inicial de defensa del dictamen pasaron al respaldo total a la propuesta de su coordinador.
Fue en el salón Heberto Castillo del recinto de Donceles y Allende donde la mayoría de los 37 diputados del PRD se reunieron con el secretario general de Gobierno, Alejandro Encinas, y el dirigente capitalino del sol azteca, Agustín Guerrero, para analizar varios puntos, entre ellos la mencionada iniciativa, la cual dejaron como último punto de la prolongada reunión.
Durante el encuentro de ayer, y de acuerdo con varios de los asistentes, René Bejarano fue el primero en tomar la palabra al llegar al asunto. Ante sus compañeros expresó que por cuestiones de "cálculo político" no era conveniente llevar esa iniciativa al pleno de la Asamblea, sino abrir un compás de espera para realizar foros, encuentros, mesas redondas con especialistas jurídicos, barras, colegios, etcétera. Le siguió en la voz Alejandro Encinas, quien dijo que a pesar de tener su propia postura al respecto "vengo y voy a hablar a nombre del Gobierno del Distrito Federal, y nosotros no vemos adecuado que se apruebe por el momento esa iniciativa de ley".
Ya marcada la línea se dejó sentir la cargada, y por eso varios perredistas le encontraron de pronto "problemas de técnica jurídica" al dictamen de la ley. Pero otros externaron su abierto rechazo, como María Rojo, quien recriminó a la mayoría perredista su actuar, pues esa iniciativa había sido un compromiso de campaña con varios sectores de la sociedad, como el artístico y el cultural, lo cual ya había expresado al jefe de Gobierno, Andrés Manuel López Obrador. Incluso, en el clímax de su enojo, dijo que renunciaría a la Comisión de Derechos Humanos de la ALDF -donde se procesó la mencionada iniciativa- por esa incongruencia. Y luego, sin mayores posibilidades de que pudieran revertirse las cosas, abandonó la reunión. Dijo a los reporteros que en unos días hará un pronunciamiento público sobre el destino final que tuvo ese proyecto legislativo.
Carlos Reyes Gámiz, vicecoordinador de la fracción, también se opuso a la línea de Bejarano y sostuvo que era una "involución política", que era necesario llevarla al pleno y votarla. Según comentó en el encuentro, también fijará ante la sociedad su postura y la de su grupo de diputados. Julio César Moreno, presidente de la Comisión de Derechos Humanos y uno de los principales impulsores de la ley, comentó que disentía de la propuesta de Bejarano, pues estaban dadas las condiciones para sacarla adelante. De hecho, recriminó al coordinador que le hubieran pedido "aguantarla" hasta el 30 de diciembre, para que luego se hiciera la referida propuesta de posponerla.
En el encuentro no faltaron los reclamos, como el de Rafael Hernández a Lorena Villavicencio por su "contradicción". Y ya cuando las cosas estaban escritas y los argumentos eran ya reiterativos, varios empezaron a dejar la reunión.
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