México D.F. Lunes 29 de diciembre de 2003
Fallecen otros dos soldados invasores; en 4
meses se ha duplicado cifra de decesos
Recorta EU planes de reformas para Irak, ante constantes
ataques de la resistencia
Crece a 19 el número de invasores muertos por
atentado en Kerbala; heridos, 200
AFP
Bagdad, 28 de diciembre. Dos militares estadunidenses
murieron este domingo en atentados en Fallujah y Bagdad, mientras que el
balance de los ataques de la víspera en Kerbala ascendió
a 19 muertos y 200 heridos. Ante los constantes ataques de la resistencia,
Estados Unidos limita sus ambiciosos planes de reformas económicas
en Irak, indicó en su edición de hoy The Washington Post.
El diario reveló además que la cifra de
estadunidenses muertos en Irak se duplicó en los últimos
cuatro meses, comparada con igual periodo anterior. En esta jornada un
soldado murió y otros tres resultaron heridos al estallar una bomba
artesanal en la región de Fallujah, al oeste de Bagdad, anunció
un portavoz militar estadunidense.
Poco antes otro vocero informó que un soldado estadunidense
y dos niños iraquíes fallecieron en un atentado con bomba
en una calle de la capital iraquí, en el que también resultaron
lesionadas 14 personas.
Con ellos la cifra de estadunidenses abatidos en Irak
asciende a 213 desde que el presidente George W. Bush declaró el
pasado primero de mayo el fin de las principales operaciones militares.
En
este sentido, The Washington Post, citando fuentes del Pentágono,
afirmó que del primero de septiembre al 26 de diciembre pasados
145 militares han muerto en acciones en Irak, comparado con los 65 registrados
del primero de mayo al 30 de agosto. Los expertos afirman que los ataques
reflejan mejor planeación de los insurgentes.
Mientras tanto, cinco iraquíes heridos el sábado
en Kerbala fallecieron, informó el departamento de sanidad de la
ciudad. También murió un soldado búlgaro que estaba
lesionado, anunció el Ministerio de Defensa de Bulgaria, con lo
cual la cifra de decesos se eleva a 19.
Seis soldados invasores -cuatro búlgaros y dos
tailandeses- y siete civiles iraquíes murieron la víspera
en tres atentados con coches bombas en Kerbala. En total, 24 miembros de
la coalición, entre ellos 14 militares búlgaros, dos
civiles que trabajaban para el ejército polaco y cinco soldados
estadunidenses, resultaron heridos, al igual que unos 200 iraquíes,
según fuentes médicas.
Soldados búlgaros, polacos e iraquíes patrullaban
esta mañana las principales calles de Kerbala y varias carreteras
importantes estaban cerradas al tráfico.
Estas "pérdidas, pese a ser tan dolorosas, no deben
mermar el apoyo de Bulgaria a los esfuerzos de la comunidad internacional
en la lucha contra el terrorismo", declaró el presidente búlgaro
Gueorgui Parvanov.
Los ataques recientes coinciden con el anuncio de nuevas
recompensas por la captura de los antiguos colaboradores de Saddam Hussein,
cuyos nombres aparecen en una baraja elaborada por el Pentágono
y entregada a los militares.
Las fuerzas de ocupación decidieron elevar las
recompensas por el arresto de los 13 miembros del antiguo régimen
que todavía se hallan prófugos. A la fecha se ofrecen 10
millones de dólares sólo por Ezzat Ibrahim al-Duri, antiguo
"número dos" del gobierno iraquí, considerado el cerebro
que coordina los ataques contra los ocupantes.
Ahora se ofrece un millón de dólares por
cada uno de los otros 12 ex dirigentes incluidos en la baraja que aún
no han sido capturados.
Los ataques de los insurgentes y la aceleración
del calendario para el regreso de la soberanía a los iraquíes
lleva a la Casa Blanca a limitar sus planes de reconstrucción del
país, afirmó The Washington Post.
El matutino señaló que en meses recientes
el gobierno de Bush desechó planes para privatizar empresas estatales
y abandonó esfuerzos por desarmar a las milicias que operan bajo
control de facciones políticas o grupos étnicos.
Asimismo, un alto funcionario iraquí denunció
en una columna publicada en el diario la política de "desbaazificación"
llevada a cabo por los estadunidenses en Irak.
Iyad Allaui, miembro del Consejo de Gobierno interino
iraquí -impuesto por Washington-, criticó la estrategia de
perseguir a los miembros del partido de Hussein. "Estos procedimientos
estimulan la corrupción, el favoritismo y una cultura de falsas
informaciones que conspiran contra la justicia y una sana competencia",
afirmó.
Esta política "no contribuye a la causa de la justicia
y a la reconciliación nacional", y recordó que numerosos
partidarios del antiguo régimen se unieron al Baaz por necesidades
económicas y para encontrar trabajo.
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