México D.F. Lunes 29 de diciembre de 2003
Elbistas pasan por alto acuerdo de la Junta
de Coordinación Política en San Lázaro
Fracasa intento de tomar la antigua oficina
de Gordillo
ROBERTO GARDUÑO Y ENRIQUE MENDEZ
Los priístas en la Cámara de Diputados mantienen
la disputa interna por el control de las oficinas de la coordinación
de la bancada, que desde hace un mes debió desalojar Elba Esther
Gordillo para entregarlas a Emilio Chuayffet. En un nuevo episodio del
diferendo, legisladores de Oaxaca y Nuevo León contrataron a un
cerrajero para abrir las puertas de ese espacio y ocuparlo, como se determinó
en un acuerdo suscrito por los coordinadores que integran la Junta de Coordinación
Política en San Lázaro.
La
toma de las oficinas fue definida en la reunión plenaria
que ayer por la mañana sostuvo la mayoría de la bancada tricolor,
en la que se decidió también que la Contraloría de
la Cámara de Diputados se encargaría del procedimiento de
apertura para entregarla al ex gobernador mexiquense.
Al mediodía de este domingo, los diputados Héctor
Pablo Ramírez Puga, Marcela Guerra, Martha Palafox y Carlos Jiménez
Macías se presentaron en las oficinas de la planta baja del edificio
B del complejo de San Lázaro para recuperar el despacho que Gordillo
se niega a abandonar, aun cuando ella y sus incondicionales han declarado
que no requieren curules ni espacios físicos para cumplir con sus
tareas legislativas.
El intento fracasó, cuando a la oficina llegó
el diputado elbista Homero Díaz -quien ha perdido los dos amparos
para que se restituya en la coordinación a Gordillo-, y amenazó
a sus compañeros de bancada con interponer recursos legales porque
"ésta es una flagrante violación a la ley. ¡Es un delito!
Y lo que están haciendo es un allanamiento de morada".
Díaz incluso la emprendió contra el cerrajero,
pero lo detuvo un reportero de televisión: "Usted, que ha perdido
dos amparos, ¿ahora quiere desquitarse con un trabajador, al que
pone en riesgo su fuente de trabajo?" El legislador respondió lacónico:
"sólo queremos que se cumpla el estado de derecho".
Ante el amago, y a pesar de que llevaban consigo el acuerdo
tomado el sábado por la Junta de Coordinación Política
-uno de los dos órganos de gobierno de la Cámara- Ramírez
Puga, Marcela Guerra, Martha Palafox y Carlos Jiménez optaron por
volver a cerrar las oficinas, que se convierten así en un dolor
de cabeza más para la fracción priísta.
Y es que Gordillo y sus diputados leales se niegan a aceptar
que dejaron de ser el grupo que controlaba los espacios físicos
y recursos económicos de la bancada priísta. Ello se refleja
en la doble derrota que han sufrido en juzgados, y el evidente aislamiento
que cada día viven en el salón de plenos.
Por la tarde, en un comunicado, los elbistas respondieron
al intento de la toma de las oficinas: "A quienes suponen que van
a disuadirnos expulsándonos de las comisiones de la Cámara
de Diputados o pretendiendo allanar como lo han hecho los espacios físicos
que legítimamente venimos ocupando, les respondemos que pierden
su tiempo.
"Para Fuerza Reformadora, lo importante son las ideas,
el proyecto de nación y de partido, y la voluntad política
de hacer avanzar a México por el camino de las reformas que requiere."
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