México D.F. Lunes 22 de diciembre de 2003
Cien mil personas visitaron el encuentro libresco
en Reforma, que ayer concluyó
Buenos números en festival de lectura
Estands económicos repercuten en los precios
que se ofrecen al público, indica la Caniem
CESAR GÜEMES
Un promedio de 100 mil personas visitaron a lo largo de
nueve días el tercer Festival de la Lectura Paseo de la Reforma,
en el cual 160 casas editoriales ofrecieron al menos 10 mil títulos
diferentes.
Respecto
de cómo estos encuentros fomentan la lectura, el responsable del
festival, Alejandro Rojas Avila, quien se desempeña en la Cámara
Nacional de la Industria Editorial Mexicana (Caniem), comenta: "En la Caniem
proponemos el formato de feria para el público que no puede acudir
a una librería. De ese modo se encuentra con el libro en la calle.
Es una idea sencilla mediante la cual apoyamos la difusión de la
lectura y ayudamos a que las editoriales tengan algún ingreso. Aclaro
de paso que estas ferias no son un negocio para la Caniem, sino para los
sellos que realizan una buena estrategia de venta o que tienen en su catálogo
libros de interés para el visitante".
Rojas Avila, coordinador de ferias nacionales de la Caniem,
señala al cierre del tercer Festival de la Lectura Paseo de la Reforma,
llevado a cabo en la ciudad desde el pasado día 13 hasta este domingo,
que "la compra de libros funcionó: fue buena idea proponer que la
ciudadanía regalara un libro en estas fechas. Afortunadamente se
diseñó un plan de modo que hubiera ejemplares para todos
los bolsillos, desde libros sumamente baratos hasta novedades para quienes
disponen del dinero y del interés para adquirirlas".
Los precios en esta feria resultaron, en promedio, bajos
para el público. Esta característica es producto, dice Rojas
Avila, de que si bien participar en un encuentro libresco implica un costo
para las editoriales, el costo del estand o caseta se redujo: "Todas las
ferias requieren de una inversión, desde luego. En este caso se
lanzó la convocatoria y tuvimos presencia tanto de editores asociados
como independientes. Las editoriales han de realizar una cooperación
para que sea factible elaborar la publicidad, los programas y los gastos
propios de cualquier acto público. Pero aquí la participación
económica de los sellos fue relativamente baja en relación
con otros encuentros similares, porque la infraestructura de que depende
la feria es propiedad de la Caniem, y eso permite que el estand no resulte
caro".
Si bien, como informa el responsable del encuentro, "ninguna
feria puede dar un estimado en dinero respecto de sus ganancias, porque
ese dato lo tiene cada editorial de forma individual, y cada una tiene
una política de información al respecto", también
señala: "las empresas aquí representadas recuperaron su inversión
y alcanzaron una ganancia. Es necesario decir que algunos sellos, por sus
precios, tuvieron un movimiento de ejemplares más alto que aquellos
con precios más elevados. Luego, quienes estuvimos aquí a
lo largo de toda la feria nos dimos cuenta de que muchas personas adquirieron
entre uno y dos libros; afortunadamente no se fueron con las manos vacías".
El tercer Festival de la Lectura contó además
con el apoyo de la delegación Cuauhtémoc y de las secretarías
de Cultura y de Turismo del Distrito Federal.
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