México D.F. Miércoles 17 de diciembre de 2003
Discos Corasón presenta en México
cidí compilatorio con 12 de sus éxitos y ocho temas inéditos
La modernidad sirvió para elevar la voz de la
mujer: Oumou Sangare
Se dice convencida de que la música cambia la
actitud, conciencia y mentalidad de las personas
Asegura que los problemas que aborda con su canto han
sido motivo de reflexión
ARTURO CRUZ BARCENAS
La cantante de Malí Oumou Sangare defiende con
su arte la dignidad de la mujer y la cultura de la tierra. Encuentra similitudes
en las condiciones de vida de las mujeres de Africa y México, país
éste al que espera regresar tan pronto como la inviten. Vino en
2002 a inaugurar el Festival Internacional Cervantino. "Guardo muy buenos
recuerdos de México. La imagen que más conservo es la del
desfile hacia el Zócalo en el que participaron Jesusa Rodríguez
y otras mujeres que reclamaban el respeto a los derechos de las migrantes.
Eso no lo olvidaré nunca".
En
entrevista telefónica desde la capital de su país, Bamako,
la cantante de voz arrebatadora y trepidante expresó ideas a propósito
de su producción de título homónimo (Discos Corasón),
compilada por Charlie Gillet y Nick Gold, que contiene ocho nuevas canciones
nunca antes impresas en cd, y una retropectiva de 12 de los mejores cortes
de los álbumes previos. Todas las pistas están remasterizadas
digitalmente y el folleto contiene notas de la propia Oumou a sus canciones.
Las piezas del cd uno son Ah Ndiya (Ah, mi amor), Wayeina
(exclamación de gozo), Mogo Te Diya bee Ye (No puedes darle gusto
a todos), Magnoumako (Agonía), Dugu Kamalemba (El mujeriego,
el que anda tras las faldas), Saa Magni (La muerte es terrible),
Woula Bara Diagna (Allá, muy lejos), Yala (Vagando sin una buena
razón), Djorolen (rémix) (Preocupación, ansiedad)
y Denko (El asunto de tener hijos). En el dos: Maladon (Hospitalidad),
Diaraby nene (Los estremecimientos de la pasión), Sigi Kuruni (El
banquito matrimonial), Ne Bi Fe (Te amo), Laban (El final de la vida humana),
Kayi Ni Wura (Buenas noches a todos), Sabu (La fuente), Djorolen, Baba
(Canción de amor para el esposo) y N'Guatu (La paja que crece
en la sabana).
Divertir y concientizar
Oumou -quien abreva de las tradiciones de su tierra, la
región de Wasulu, en especial en las celebraciones callejeras donde
cantaba su madre, y los cantos de los cazadores que dieron origen al estilo
que marca su carrera, el wassoulou- dijo que en los conciertos que dio
en México en 2002 halló un contacto íntimo con el
público. Le regalaron unos trajes de charro. "Me generan tantos
recuerdos que los tengo en mi casa. Ahí está México".
Agregó que los jóvenes de su país
le hacen buenos comentarios "porque dicen que mi música los libera.
Mientras más la entienden, más asimilan y más gozan.
Eso me da mucha alegría. Los problemas que yo he abordado con mi
canto han sido motivo de reflexión y trabajo de artistas subsecuentes.
No se trata nada más de divertir, sino de concientizar. Cada vez
surgen nuevos talentos que se dedican a amenizar las ceremonias y, a través
de su canto, a despertar una conciencia en la sociedad".
Oumou es una trovadora en el sentido más universal
del termino; mediante su canto y su poesía se dirige a quienes quieren
escucharla para hablar de los valores básicos que siguen siendo
pertinentes en el fragmentado y convulso mundo actual: los derechos femeninos,
el éxodo, la hospitalidad, el cariño, la pasión, la
sensualidad, el devenir de la vida, la necesidad de cultivar la tierra,
la sabiduría de los ancianos, el amor y la muerte.
Su canto no ha estado libre de críticas de algunos
sectores. "Se molestan sobre todo los viejos, pero está bien que
lo hagan, porque toda tradición vive de mutaciones y necesita despejarse
de lo que ya no funciona e integrar cosas que realmente puedan mejorar
la convivencia. La poligamia, los matrimonios forzados, el robo de niños
y todas esas cosas, tienen que sacarse de la sociedad y toca a todos los
artistas involucrarse en ese proceso.
"No podemos dejar de cantar por el enojo de los viejos.
Si no les gusta que cambien de lugar".
Al oír su cd, titulado simplemente Oumou
(Discos Corasón), el ser se llena de atmósferas cálidas,
de tierra y lluvia. "Desde el inicio de mi carrera he buscado el equilibrio
perfecto entre la tradición y la modernidad; esa es una constante
que nunca voy a abandonar, pues se trata de vivir mi tiempo, y éste
agregado a la sensibilidad, con producciones instrumentales y aparatos
que quien los deja de lado está equivocado.
"Por medio de mi trabajo voy a demostrar que la tradición
vive de los intercambios, de la exploración".
'Tener belleza y no enseñarla es pecado''
De femme a femme: "Lo que más me
agrada en el mundo es ver a una mujer feliz, con su familia, que puede
ser soltera, pero feliz. Lo que más me desagrada en el mundo es
ver a una mujer con sus niños infelices, batallando para sobrevivir.
De los niños hay que cuidar sus derechos y no confundirlos".
-Oumou, ¿una canción puede cambiar algo?
-Sí, porque la música cambia la actitud
de las personas, cambia la conciencia y la mentalidad.
¿Modernidad? "Los avances de la modernidad en el
campo de la ciencia, en todas las áreas, han sido muy útiles.
Ello se puede apreciar en el seno de la sociedad maliense en términos
de higiene, salud e infraestructura. Eso me inspira a aspirar que lo que
hago en música tenga el mismo nivel de penetración en la
conciencia de la gente.
"Me da gusto que la modernidad haya traído la voz
de la mujer al nivel que hoy día ocupa, clamando sus derechos y
sirviendo a la sociedad. Los avances en el respeto de los derechos femeninos
me estimulan porque antes no ocurría. Gracias a la modernidad se
está cerrando la brecha".
De criterio amplio, comentó que le gusta la música
estadunidense, "pero nunca la he usado, pues es distinta".
-Usted es muy bonita. ¿Qué piensa de los
estereotipos de belleza?
-(Jajaja) Ven a Bamako. Vas a ver más bellas que
yo.
-De acuerdo.
Más risas. Contestó la segunda parte de
la pregunta: "En realidad, la belleza no debe causar problema. Depende
de la respuesta, pues no debe uno dejarse engañar. Si una mujer
es bella, es mejor que la proyecte a que la esconda. Si la gente lo malinterpreta
es mejor luchar contra ese equívoco. Tener belleza y no enseñarla
es pecado".
Su voz, agregó, no le pasa por ningún problema,
lo cual le permite ensayar nuevos sonidos, con más holgura. "Por
ahora, mi único proyecto fuera de la música es concluir mi
hotel. Soy la única artista en Mali con un proyecto de ese tipo.
Estaré en México cuando me inviten, donde cantaré
con todo mi gusto y cariño. Ojalá sea el año que entra".
-¿La música africana padece discriminación
de sectores hegemónicos?
-No la siento tanto porque eso ni lo pelo. Africa, al
ser la cuna de todos los ritmos, no tiene porque atender ese problema,
que es occidental. Eso nosotros no lo vivimos y estamos a gusto con lo
que estamos haciendo. La riqueza mayor de Africa es su música, que
es inagotable.
Oumou. Discos Corasón. Compilación
de Charlie Gillet y Nick Gold. Producción de Nick Gold, Amadou Guindo,
Massambou Wele Diallo y Boncana Maïga. Productor ejecutivo: Nick Gold.
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