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México D.F. Miércoles 17 de diciembre de 2003

Tras el defraudador más buscado

Ofreció y revendió alrededor de mil departamentos inexistentes en el DF

MIRNA SERVIN VEGA

El defraudador más buscado de México se llama Marco Antonio Romo Alcántara. Tiene en su contra alrededor de 40 órdenes de aprehensión y 150 averiguaciones previas.

El monto de sus fraudes se estima en más de 100 millones de pesos, que obtuvo con la promesa de vender departamentos "a buen precio" en zonas exclusivas de la ciudad.

Las formas de ejecutar las transacciones han dejado pocas huellas para las pesquisas de autoridades. No tiene ninguna propiedad a su nombre y su búsromo-marco antonioqueda se realiza incluso por la Interpol y otras organizaciones internacionales.

ƑQuién es este defraudador? ƑCuál es su modus operandi? ƑCómo logró sorprender a personas de clase media que entregaron dinero como enganche?, y Ƒcómo ha podido operar impunemente durante tanto tiempo?

Quizá su trato serio y fino, un buen apretón de manos por parte de este hombre de voz gruesa y cordial, alto y robusto, que ofrece la posibilidad de satisfacer una de las necesidades más anheladas de gran parte de la población ųuna vivienda propia a buen precio y facilidadesų lo explique en parte.

El golpe inicial era llevar a los clientes a departamentos de muestra que amuebla y monta en colonias cotizadas como: Roma, Escandón, Portales, Del Valle y Santa Cruz Atoyac. En total, Romo utilizó 15 terrenos y edificios para enganchar a familias que entregaron inversiones iniciales de 10 mil pesos hasta 200 y aun 400 mil pesos como promesa de compra. Les pedía cubrir mensualmente 4 mil pesos durante un año, mientras se construían los supuestos edificios y el resto se negociaba mediante un crédito que su misma empresa otorgaba para pagar en varios años.

Las familias con mayor solvencia económica daban la mitad del valor del ''departamento'', que iba de 400 mil pesos a 900 mil, dependiendo de su dimensión y ubicación, con la ''ventaja'' de recibir un descuento del 10 por ciento sobre el valor total del inmueble. Por lo menos la mitad de los afectados eligió está opción, y entregaron al defraudador los ahorros de la familia o incluso propiedades enajenadas para invertir en algo mejor.

La incertidumbre y desesperación empezó a cundir en 2002 cuando una parte importante de los cerca de mil departamentos ofrecidos por Marco Antonio Romo seguían sin construirse. En varios terrenos ni siquiera se habían derrumbado edificaciones anteriores, porque el supuesto inversionista inmobiliario no contaba con los permisos de construcción de las delegaciones correspondientes.

La imaginación y el "profesionalismo" de Romo dieron para más. De acuerdo con el subprocurador de Averiguaciones Previas Centrales de la procuraduría capitalina, Renato Sales Heredia, los fraudes se cometieron mediante tres estrategias: 1) vender departamentos que no están construidos o concluidos; 2) ofrecer departamentos que no son propiedad de quien los vende, y 3) entregar departamentos que están sujetos a prenda o hipoteca, es decir, que tienen gravamen y vicios de origen, por lo que el nuevo propietario no puede tomar posesión de su compra o resulta irregular.

Los cientos de afectados, que han emprendido un largo camino a través de distintas instancias para obtener la devolución de su dinero o ver a Romo Alcántara detenido, descubrieron que el sujeto vendió varias veces un mismo departamento o incluso ofrecía una propiedad más cara en otra dirección, por la que pedía nuevas sumas de dinero para cubrir la diferencia de precio.

El fraude cometido por el "estafador profesional" pasó desapercibido durante meses para los compradores.

Romo ostentaba lujosas oficinas para su empresa ''Concepto Total de Casas", ubicada en Angel Urraza número 205, colonia Del Valle, donde los clientes entregaban un primer enganche y firmaban títulos de crédito. El lugar mostraba una gran bonanza: múltiples salas de espera, acogedora chimenea en el vestíbulo y una gran oficina, donde Romo recibía los cheques.

De acuerdo con Renato Sales este sujeto cumple cabalmente el perfil de un defraudador: "es una persona que inspira confianza, muy hábil, con capacidad para engatusar en un proceso de embaucamiento y de ocultamiento de la realidad. El defraudador típico es una persona de clase media o media alta, muchas veces con posibilidades económicas, bien vestido, simpático".

Sin embargo, las cosas cambiaban meses después cuando los defraudados empezaban a preguntar por el inicio de la construcción. Entonces, el hombre de traje impecable, que ostentaba anillos, pulseras y cadenas de oro, se convertía en un agresivo y retador delincuente.

"Fui durante seis meses a sus oficinas antes de poder hablar con él, porque sus secretarias siempre lo ocultaban. Cuando logré enfrentarlo, tras esperar seis horas a que saliera, me gritó que le hiciera como quisiera, que a él no le importaba mi dinero, porque él había construido decenas de edificios, y que me lo devolvería si quería, pero eso nunca sucedió", relata una de las afectadas, cuya averiguación previa data de marzo de 2002.

A pesar de que los afectados han tenido reuniones con el procurador capitalino, Bernardo Bátiz, han realizado protestas frente al palacio de Gobierno donde despacha el mandatario capitalino, Andrés Manuel López Obrador, y han enviado cartas a diversos medios de comunicación, dicen que no son escuchados y mucho menos atendidos eficientemente para resolver su situación. Inclusive hace dos semanas, el subprocurador Renato Sales Heredia, junto con el fiscal de Delitos Financieros de la procuraduría, Jorge Camacho, y el jefe de la Policía Judicial del Distrito Federal, Damián Canales Mena, fueron acusados de cohecho y colusión en este caso, por medio de una demanda interpuesta por afectados ante la Fiscalía de Servidores Públicos

Sales Heredia reconoce que la dependencia no va a tener credibilidad hasta que las autoridades detengan a Romo, y da la razón al enojo de los defraudados, que acometen contra la procuraduría al no ver resarcido el daño en su patrimonio. Sin embargo, sostiene, más que seguir declarando sobre el tema se trabaja y se espera la pronta captura del defraudador.

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