Satisface al líder religioso iraní la captura de Hussein

El mundo también sería mucho mejor sin Bush y Sharon, afirma Jamenei

REUTERS, DPA Y AFP

Teheran, 16 de diciembre. El mundo sería "mucho mejor" no sólo sin Saddam Hussein, sino también sin el presidente estadunidense George W. Bush y sin el primer ministro israelí Ariel Sharon, afirmó hoy el máximo líder religioso iraní, ayatola Ali Jamenei.

Ante una multitud en la ciudad de Qazvin, Jamenei expresó su regocijo por el arresto del expresidente de Irak, Saddam Hussein, cuyo ejército invadió la naciente República Islámica de Irán en 1980, con lo que se inició una costosa guerra de ocho años que dejó cientos de miles de muertos en ambos bandos.

En un discurso en el que comentó por primera vez sobre la aprehensión del ex presidente iraquí, transmitido por la televisión estatal, también fustigó a los principales enemigos de Teherán al descalificar las palabras del pasado lunes, en conferencia de prensa, de Bush y su aliado israelí Ariel Sharon. "Escuché al presidente de Estados Unidos diciendo que el mundo es un lugar mejor sin Saddam. Quiero que el presidente de Estados Unidos sepa que un mundo sin Bush y sin Sharon es un lugar mucho mejor.

"Todos los que están dirigiendo al mundo arrogantemente como un dictador, en el nombre de la democracia y los derechos humanos (...), deberían saber que no disfrutarán un fin mejor que el de Saddam", concluyó Jamenei.

El jefe del servicio interno de seguridad israelí Shin Bet, Avi Dichter, acusó a Irán de ser "una amenaza estratégica" para Israel, y sostuvo que "es el Estado terrorista número uno en el mundo", pues "es imposible que haya en el planeta otro país cuyos sistemas de seguridad trabajen como en Irán, en la difusión del terrorismo".

Citó el atentado con bomba de 1994 contra la mutual judía AMIA en Buenos Aires, Argentina, que causó decenas de muertos y heridos, ataque que políticos argentinos y judíos han vinculado con la milicia libanesa Hezbollah, apoyada por Irán y cuya responsabilidad ha negado ese país.

Los periódicos israelíes Yediot Aharonot y Maariv difundieron con gran despliegue el operativo Arbusto de zarzamora de noviembre de 1992, que tenía como objetivo asesinar a Saddam Hussein, en venganza porque Irak disparó 39 misiles Scud con ojivas convencionales contra Israel durante la guerra del Golfo de 1991.

Pero ese operativo, que en ningún momento recibió la autorización definitiva del entonces gobierno laborista de Yitzahak Rabin, se frustró el 5 de noviembre de 1992 en la base militar israelí de Tzeelim, en el desierto sur de Negev, porque en el ensayo de preparación se disparó un misil verdadero en lugar de uno sin carga, que causó la muerte de cinco miembros de la unidad de elite que debía ejecutar el plan y otros seis resultaron heridos.

Y mientras el presidente sirio Bachar el Assad declinó hacer comentarios sobre la captura de Hussein, al señalar que no era asunto suyo, el canciller jordano Marwan Moasher se pronunció por que los propios iraquíes se encarguen de juzgarlo.

Por su parte, Yyad Aflak, hijo del fundador del partido Baaz, Michel Aflak, manifestó que las imágenes que muestran a Hussein prisionero "son insultantes y humillantes para todos los árabes", y "violan las convenciones de Ginebra".