México D.F. Martes 16 de diciembre de 2003
El tema será manejado en función de la utilidad que pueda dejar en ese año electoral
Lanza Bush el primer indicio de que la migración estará en su agenda de 2004
JIM CASON CORRESPONSAL
Washington, 15 de diciembre. El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, ofreció el primer indicio público de que una reforma migratoria se encontrará en su agenda política de relección en 2004, al confirmar de manera indirecta declaraciones de altos funcionarios de su gobierno, quienes informaron que se considera algún tipo de legalización de los indocumentados.
"Constantemente he dicho que necesitamos una política de inmigración que ayude a combinar a cualquier patrón dispuesto con cualquier empleado dispuesto'', declaró Bush hoy, empleando la misma fórmula que utilizó antes del 11 de septiembre, al hablar sobre una reforma fundamental de las leyes de inmigración. Se está elaborando una propuesta para una reforma que será presentada ante el Congreso, agregó.
Aunque Bush subrayó que su gobierno "está firmemente contra cualquier amnistía general", destacó el término "general". La semana pasada el secretario de Seguridad Interior, Tom Ridge, declaró que el gobierno tiene que "determinar cómo se podrá legalizar" a los indocumentados en este país.
Durante 2004 casi toda acción o decisión de este gobierno se tomará considerando si aporta o no a la campaña relectoral de Bush en noviembre. En el asunto migratorio, el cálculo gira en torno a si una reforma gana más votos latinos de que los que se podrían perder de los sectores antinmigrantes. En este contexto, era casi imposible que Bush y Ridge emitieran comentarios sobre la migración de manera espontánea. Todo indicaría que estas declaraciones forman parte de una estrategia para medir la posibilidad política de manejar el tema en esta coyuntura.
Defensores de los derechos de los inmigrantes dieron la bienvenida a estas declaraciones, y los opositores condenaron de inmediato los comentarios e incluso algunos demandaron la renuncia de Ridge.
Pero después, el vocero de la Casa Blanca, Scott McLellan, confirmó que el gobierno evalúa el tema. Los indocumentados, explicó, podrían representar una amenaza a la seguridad interna del país, por lo que Ridge está "evaluando el asunto del gran número de inmigrantes indocumentados que tenemos en el país; evaluando a aquellos que podrían representar amenazas y aquellos que están aquí por otras razones".
Defensores de los inmigrantes y el gobierno mexicano han insistido en que uno de los argumentos en favor de la legalización de los indocumentados es la seguridad de Estados Unidos.
Lo dicho hoy por Bush no significa que se conseguirá una reforma migratoria en 2004, pero fue el primer indicio de que la Casa Blanca está considerando utilizar el tema en su juego político el próximo año electoral.
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