Las manos encendidas
y otros poemas
Vasko Popa
De acuerdo con Dubrabvka Suznjevic, traductora de origen serbio radicada en México desde hace muchos años, "pocas veces puedes encontrar una producción poética tan sólida, variada e irresistible" como la de Vasko Popa (Vrsac, 1922-Belgrado, 1991), uno de los poetas más importantes de la poesía serbia moderna, y el más conocido en el mundo. Además de tener la traducción inédita de toda la poesía de Vasko Popa (y seguir en busca de un editor digno), Dubravka Suznjevic ha traducido las novelas Andjela de Vladimir Arsenijevic (Alfaguara, 2001), Atlas descrito por el cielo de Goran Petrovic (Sexto Piso, 2003) y Siete pecados capitalesde Milorad Pavic (Sexto piso, 2003), así como una decena de cuentos de Nemanja Mitrovic y Milorad Pavic. De éste último, Ojarasca publicó hace una década "Ajedrez con piezas mexicanas" y otros relatos notables.
De haber prevalecido el espíritu de Popa, la antigua Yugoeslavia no hubiera caído en la guerra ideológica, religiosa y étnica que la destruyó a fines del siglo xx. ("Lejos en nosotros" pertenece al primer libro del poeta, Corteza; "Las manos encendidas", a Cielo secundario).
Lejos de nosotros (fragmentos) 11 Las casas vaciaron Los amargos bolsillos de sus cuartos Para que los registre el viento Las luces callejeras Despojan nuestras costillas De vestidos ensangrentados Somos dos hojas de periódico Brutalmente pegadas A la herida de la noche Los pájaros encendidos De mis cejas Han caído a tus clavículas 21 Tus manos llamean En la hoguera de mi cara Tus manos me abren el día Tus manos florecen En el lejano desierto en mi interior En el que nadie ha entrado Tus manos sueñan en las mías El sueño de todas las manos consteladas del mundo 25 Soy el suelo amarillo Del cuarto vacío donde estás sentada Sólo para que tu sombra me consuele También soy la escalera de madera Por la cual bajas del cuarto a la calle Sólo para que con tu sombra juegue un poco Soy el follaje seco En las calles por las que pasas Para que tu sombra escuche También soy roca desnuda junto al camino Por el cual te alejas Para que tu sombra me vista |
Las manos encendidas Se hunden dos manos encendidas En el altamar del cielo No se aferran a la estrella Que a su alrededor vuela Parpadea y se santigua Hablan de algo con los dedos Quién podrá descifrar El lenguaje de los dedos en llamas Cierran sus palmas solemnemente En forma de caballete ¿Hablarán de la vieja casa Que abandonaron incendiada O acaso de la nueva Que piensan construir? |
Traducción del serbio: Dubravka Suznjevic