México D.F. Lunes 15 de diciembre de 2003
Con lo que le robaron iba a pagar equipo y los servicios del camarógrafo Ron Fricke
Con dinero público, Dolores Creel pretendía iniciarse como cineasta
Sin guión ni conocimientos de cine iba a realizar en la India documental sobre Paz
ARTURO GARCIA HERNANDEZ
De acuerdo con fuentes cercanas a la Unidad de Proyectos Especiales (cuyas siglas oficiales son UPX) del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA), los más de 22 mil dólares en efectivo que le robaron el pasado 6 de diciembre a Dolores Creel, titular del área, estaban destinados a la realización de un documental sobre Octavio Paz en la India, dirigido por ella misma, aun cuando no se le conocen antecedentes como cineasta o documentalista y para el cual aún no contaba con el guión.
Para la comunidad cinematográfica nacional esta situación representa un agravio, pues por un lado revela el uso discrecional de recursos en proyectos que parecen "personales", mientras que, por otro, es nulo o mínimo el apoyo institucional al cine mexicano. A todo lo anterior se añade la reciente propuesta de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público de desmantelar lo que queda del sector cinematográfico estatal.
Paradójicamente, es desde la oficina del secretario de Gobernación, Santiago Creel Miranda, de donde han salido los pocos pronunciamientos gubernamentales en defensa del cine como factor de identidad cultural, que merece ser apoyado económicamente.
Para la dirección fotográfica de su proyecto, la coordinadora de la UPX acudió a los servicios de Ron Fricke, cineasta de culto (Baraka, 1993) y camarógrafo de cabecera de Francis Ford Coppola. Parte del dinero robado a Creel era para cubrir los honorarios del cinefotógrafo, quien entre las condiciones para participar en el proyecto puso contar con el mismo tipo de equipo que utiliza en sus trabajos con Coppola. Dicho equipo sólo se encuentra en Los Angeles y su renta es de aproximadamente 5 mil dólares por día.
Según las fuentes mencionadas, a la hora de convocar a Fricke, Creel no contaba con el guión para el documental, lo cual exhibe su "desconocimiento" en la materia: "Si conociera de cine, sabría que se necesita de un guión para elaborar un documental; sabría que en la India, que tiene una de las industrias cinematográficas más poderosas del mundo, existen equipos como el requerido por Fricke; que en México existen cinefotógrafos de calidad reconocidos internacionalmente", cuyos honorarios son considerablemente menores a los del director de Baraka y Chronos.
Esto es parte de lo que ha dejado al descubierto el asalto del que fue objeto la funcionaria, hermana del secretario de Gobernación, Santiago Creel Miranda. Además de lo anterior, surge una pregunta: dadas las restricciones presupuestales que el actual gobierno impone a la cultura, Ƒera pertinente o imprescindible viajar a la India a realizar un documental? Quienes tratan o conocen de cerca a Dolores Creel destacan su proclividad hacia las doctrinas místicas de origen hindú, lo que explicaría el empeño en realizar un documental en la India, dirigido personalmente por ella. En ese sentido se explicaría también la elección de Ron Friecke para el proyecto: es conocido el apego de Fricke hacia aquel país y la filosofía mística hindú, patente en sus trabajos.
Lo anterior, en el caso de Dolores Creel, "no sería cuestionable si no estuviera de por medio el uso de recursos públicos".
La explicación escueta que en el entorno de la funcionaria se da a su presencia en la India es que dirige un documental sobre la estancia del poeta mexicano Octavio Paz en aquel país, entre 1962 y 1968.
De acuerdo con información de fuentes cercanas a la Unidad de Proyectos Especiales, Dolores Creel viajó a la India el lunes 8 de diciembre, dos días después del asalto. Allá le esperaba un grupo de trabajo de por lo menos tres personas enviadas con antelación para "inspirarse" y elaborar el guión, del que se carecía cuando les fue requerido por Fricke a la hora de aceptar su compromiso con el proyecto.
Dolores Creel Miranda fue asaltada la tarde del sábado 6 de diciembre, cuando circulaba a bordo de un vehículo del CNCA sobre la lateral de Periférico Sur, a la altura del Camino a Santa Teresa. Poco antes la funcionaria había cambiado 248 mil pesos a dólares en una casa de cambio ubicada en el centro comercial Perisur. Iba acompañada por su hija.
Días después el titular de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, Bernardo Bátiz, señaló que parte de la investigación incluía determinar por qué para un gasto presuntamente oficial se entregó dinero en efectivo a Dolores Creel y no un cheque o cheques de viajero: "no es muy claro eso -comentó el funcionario-, vamos a citar al empleado del CNCA que tenía a su cargo esta cantidad". En realidad no se trata de un empleado, sino de una empleada cuya identidad las autoridades capitalinas se han reservado para no afectar la investigación.
En tanto, las fuentes de la UPX antes mencionadas dijeron a La Jornada que, aun cuando se trata de una instancia que forma parte de la estructura orgánica del CNCA y por lo tanto tiene un presupuesto asignado, Dolores Creel no reporta actividades al consejo, sino directamente al titular de la Secretaría de Educación Pública, Reyes Tamez Guerra.
Nombrada en febrero de 2001 coordinadora de la Unidad de Proyectos Especiales del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, no es la primera vez que la hermana del secretario de Gobernación se ve envuelta en controversias relacionadas con su desempeño en el cargo.
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