México D.F. Sábado 13 de diciembre de 2003
Durante una homilía en la Basílica
de Guadalupe llamó a la unidad
Lamenta el cardenal Lozano Barragán incapacidad
para el diálogo auténtico
ANGELES CRUZ Y LAURA GOMEZ
Un llamado urgente a la unidad y la reconciliación
nacional hizo ayer el cardenal Javier Lozano Barragán, presidente
del Pontificio Consejo para la Pastoral de la Salud. La globalización
económica y cultural, dijo, nos ha llevado a la irresponsabilidad
y a la incapacidad de lograr un diálogo auténtico que permita
la construcción del país.
Desde el altar de la Basílica de Guadalupe, el
prelado, quien el jueves pasado llegó a la ciudad de México
procedente de Roma, resaltó que en el escenario nacional prevalecen
el odio, los insultos y la permanente violencia verbal, resultado de la
globalización económica y cultural que "nos ha alcanzado",
por la cual se ha impuesto la ganancia monetaria como primer motivo y único
valor para vivir.
En
su primera homilía como cardenal -nombramiento que le concedió
el papa Juan Pablo II el pasado 21 de octubre- Lozano Barragán también
convocó a preservar la solidaridad como signo de vida y de unidad
entre los mexicanos. Esta última condición es la única
manera de vivir auténticamente, apuntó.
El ex obispo de Zacatecas presidió la misa con
motivo del 472 aniversario de las apariciones de la Virgen de Guadalupe.
Ante miles de fieles que abarrotaron el templo mariano señaló
que la salud no es sólo la carencia de enfermedades, sino también
la atención hacia la armonía física, mental, social
y espiritual. Estos elementos favorecen la unidad y la vida.
Como responsable de las políticas de salud del
Vaticano, Lozano refirió que su tarea en Roma está enfocada
a dar respuesta al problema del dolor y el sufrimiento, de la enfermedad
y la muerte. "Mi servicio es promover la vida y la felicidad, y orientar
hacia ellas la acción de la Iglesia en el mundo".
Por eso, en su visita a México, Lozano Barragán
consideró urgente convocar a todos a la unidad. La Iglesia católica
rechaza el egoísmo que rompe la solidaridad, la corrupción
en todos los niveles, así como la interposición de los intereses
personales en menoscabo del bien de todos.
Acompañado por obispos de Canadá y España,
así como el nuncio apostólico Giuseppe Bertello y el cardenal
Norberto Rivera Carrera, entre otros integrantes de la jerarquía
católica mexicana, Lozano Barragán enumeró una larga
lista de las acciones y situaciones que resultan inaceptables en la profesión
de la fe de Cristo. Mencionó la injusta distribución de la
riqueza, el robo, la violencia, el secuestro, la extorsión, la desvalorización
de la vida, del amor y del sexo. Resaltó "el desconocimiento o la
ignorancia del valor sagrado" que tienen.
También reprobó la renuncia al matrimonio
como estado permanente de vida, la unión libre, la separación
de los cónyuges y la ruptura de las familias, el abandono de los
ancianos e inclusive "quedarse encerrado en el placer momentáneo
de las discotecas sin preguntarse por el futuro".
La droga y los estupefacientes, su venta y su demanda,
las redes del narcotráfico, el odio y la intriga, así como
la división y el enfrentamiento, son los objetivos a vencer, subrayó.
Desde el inicio de la celebración religiosa, Lozano
Barragán convocó a los mexicanos a profundizar en la fe y
buscar el progreso de la patria. Ahí mismo, el nuncio Giuseppe Bertello
dio lectura a un mensaje enviado por Angelo Sodano, secretario de Estado
del Vaticano, mediante el cual el Papa animó a los feligreses a
proseguir en las tareas de la evangelización.
A su llegada al Aeropuerto Internacional de la Ciudad
de México, Lozano Barragán, quien desde enero de 1997 colabora
con el Papa, comentó que el jefe de la Iglesia católica podría
venir a México en 2004.
Por otra parte, Octavio Flores Millán, delegado
en Gustavo A. Madero, informó que en los recientes días más
de 4.8 millones de peregrinos llegaron a la Basílica de Guadalupe,
pero no ocurrieron incidentes vandálicos y se logró mantener
bajo control el comercio ambulante.
Dijo que el operativo Basílica 2003 se mantendrá
en los alrededores del templo hasta mañana, e informó que
con la participación de personal de dependencias locales y federales,
de la Iglesia católica y de organismos privados se remitió
al Ministerio Público a tres presuntos asaltantes y dos vendedores
de alimentos. Estos últimos pretendieron retener a consumidores
para obligarlos a pagar precios excesivos.
Sobre la restricción del tránsito vehicular,
precisó que se levantará en las primeras horas de hoy, pues
se estima que la mayor parte de los visitantes habrá regresado a
sus lugares de origen. Sin embargo, se mantendrá la prestación
de servicios médicos, la distribución de agua potable y el
funcionamiento de casetas sanitarias.
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