México D.F. Sábado 13 de diciembre de 2003
Mañana comienza trabajos la asamblea constituyente, rodeada de medidas de seguridad
Afganistán: jefes talibanes, objetivo de bombardeo
AFP, REUTERS Y DPA
Kabul, 12 de diciembre. El bombardeo de la aviación estadunidense en la provincia afgana de Nuristán, a finales de octubre pasado, que causó la muerte de seis civiles, estuvo dirigida contra el jefe islámico Gulbuddín Hekmatyar, de acuerdo con fuentes de seguridad.
El 30 de octubre anterior, la aviación estadunidense bombardeó durante casi tres horas una aldea del valle de Waygal, a tres kilómetros del pueblo de Aranj, en el centro de Nuristán. Ese bombardeo estuvo dirigido a la captura o muerte del ex primer ministro afgano Gulbuddín Hekmatyar, buscado por Estados Unidos que lo acusa de terrorismo de Estado.
De acuerdo con la Afp, fuentes de seguridad coincidentes señalaron que ese ataque también iba dirigido contra uno de los ayudantes de Hakmatyar, el mullah Faqirulá.
Tanto el ex primer ministro como Faqirulá, acompañados por sus guardaespaldas, abandonaron la zona antes del ataque. "Fue cuestión de tres o cuatro kilómetros de distancia", dijo una de las fuentes.
Unos 500 delegados afganos iniciarán el domingo las discusiones sobre una nueva Constitución para Afganistán que integre al Islam y la democracia.
Dieciocho meses después de la primera gran asamblea tradicional afgana que dio origen oficialmente al gobierno de transición, los delegados iniciarán en medio de importantes medidas de seguridad sus debates para crear la nueva Constitución.
La reunión se produce en un contexto de inseguridad creciente en el sur y el este del país, donde los talibanes han aumentado sus ataques contra las fuerzas pro gubernamentales y la presencia occidental. Precisamente, los talibanes y los combatientes antigubernamentales amenazaron con hacer todo lo posible para impedir el desarrollo de esta Loya Jirga o Gran Asamblea, que fue postergada del sábado al domingo debido a que algunos de los 50 delegados designados en el último minuto por el presidente Hamid Karzai no habían llegado a Kabul.
Representantes de la organización Human Rights Watch dijeron este día que la compra de votos y la intimidación han ensombrecido la asamblea que debe decidir sobre la nueva Constitución.
Precisaron que el proceso completo podría ser socavado por caudillos regionales quienes han usado el fraude y la intimidación para que sus partidarios sean electos para la asamblea.
El texto, que debe conducir a las elecciones del próximo año y que elaboró una comisión de 35 personas, define un régimen con un presidente que concentre los poderes fundamentales, y un parlamento bicameral, con una cámara popular dotada de poderes ampliados. En la Loya Jirga están representados todos: desde delegados que miran hacia occidente, hasta otros que se dicen cercanos a los talibanes, derrocados a finales de 2001.
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