México D.F. Sábado 13 de diciembre de 2003
Industria de Halliburton infló los precios de la gasolina que fue llevada a Irak: Pentágono
Filial de empresa que dirigió Cheney estafó a Washington
Si la firma "cobró más deberá regresar el dinero", señala el presidente George W. Bush
Recula la UE y afirma que sí enviará recursos para la reconstrucción de la nación árabe
AFP Y DPA
Washington, 12 de diciembre. Una filial de la empresa de servicios petroleros Halliburton, que dirigió el vicepresidente de Estados Unidos Dick Cheney, fue acusada este viernes por el Pentágono de cobrar excesivamente en los contratos gubernamentales, mientras el presidente George W. Bush declaró que "si alguna industria cobró de más deberá devolver el dinero", pero la compañía negó los cargos y se mostró dispuesta a una nueva auditoría.
La controversia surgió después que una auditoría encargada por el Pentágono descubrió que la empresa Kellogg, Brown & Root (KBR), subsidiaria de Halliburton, sobrefacturó 61 millones de dólares por gasolina suministrada a tropas en Irak.
La revelación revivió las críticas a la política de la administración del presidente George W. Bush por haber otorgado contratos a Halliburton de manera directa, sin concurso público, para limpiar pozos petroleros tras la caída del régimen de Saddam Hussein.
Tanto voceros militares como de Halliburton indicaron, sin embargo, que la compañía no se ha beneficiado de los cobros y que el dinero de esta diferencia habría ido a parar a los bolsillos de una empresa de Kuwait que a su vez fue subcontratada por KBR.
En su contrato para suministrar gasolina a Irak desde Kuwait, KBR ha cobrado al gobierno 2.27 dólares por cada galón de gasolina (3.79 litros), mientras que un acuerdo similar para llevar el combustible desde Turquía establece un precio de 1.18 dólares.
Bush declaró que Halliburton deberá rembolsar el dinero al gobierno de Estados Unidos, si se confirma la sobrefacturación. "Si alguien cobró de más al gobierno los recursos deberán ser rembolsados", señaló Bush a la prensa. "Me alegra que el Pentágono se preocupe por el dinero de los contribuyentes", añadió en referencia a la pesquisa comenzada por el Departamento de Defensa para determinar si la corporación infló los precios de sus contratos.
"Creen que hubo una sobrefacturación y pusieron todo sobre la mesa para que el mundo pueda verlo", indicó Bush. "La investigación establecerá los hechos que serán divulgados para conocimiento de todos", añadió.
"Garantizamos que el dinero empleado en Irak se ha usado de manera correcta", subrayó el mandatario, quien logró que el Congreso le aprobara una partida presupuestaria adicional por 19 mil millones de dólares para la reconstrucción del país invadido en marzo pasado por fuerzas angloestadunidenses.
El secretario de Defensa estadunidense, Donald Rumsfeld, rechazó este viernes que su dependencia haya incurrido en un pago millonario a KBR. "Esta mañana me dijeron que no hubo un sobrepago a ninguna compañía y que, de hecho, hay un proceso bastante normal sobre las facturas presentadas (por Halliburton)", apuntó.
Rumsfeld también defendió la decisión del Pentágono de ceder a contratistas privados servicios que antes estaban bajo responsabilidad del ejército, y señaló que la controversia fue alimentada por la prensa.
"Lo que están leyendo al respecto en los periódicos no es, después de todo, un sobrepago. En mi entendido, sería un desacuerdo entre la compañía y subcontratistas sobre lo que deberían cobrar", expresó.
Se defiende Halliburton
Por su parte, Halliburton defendió el viernes sus actividades en Irak, y dijo que aceptaría una nueva auditoría. Su presidente, Dave Lesar, indicó que "no es un hecho" que KBR haya cobrado en exceso al gobierno de Estados Unidos. "KBR actuó de acuerdo con sus fiduciarios y sus responsabilidades contractuales", agregó.
Lesar, en respuesta a las acusaciones del Pentágono de haber cobrado en exceso por el suministro del combustible, indicó que el cuerpo de ingenieros del ejército instruyó a Halliburton a comprar y suministrar gasolina desde Kuwait.
Este tema no podía caer en peor momento para la administración Bush, que ya es objeto de fuertes críticas por su decisión de excluir de los principales contratos para la reconstrucción de Irak a las empresas de los países que se opusieron a la intervención militar, señalan analistas.
Esta medida suscitó las vehementes protestas de varios países, entre ellos Alemania, Canadá, Rusia y Francia, los cuales pensaban que Washington tendría mejor disposición hacia ellos tras el final de la guerra.
La decisión de Estados Unidos también tiene lugar en el peor momento para James Baker, el enviado especial de Bush para ocuparse de la deuda iraquí, quien comenzará el lunes una gira por Europa. Esta tendrá varias etapas: París, Berlín y Moscú, principales acreedores de Irak, que disponen del poder de reducir la deuda resultante de los débitos acumulados por el antiguo régimen de Hussein.
El articulista del diario The New York Times Paul Krugman afirmó este viernes que la divulgación -iniciativa del número dos del Pentágono, Paul Wolfowitz- del documento que excluye a algunos países de los principales contratos, justo antes de la gira de Baker, tal vez no sea inocente.
La meta de Wolfowitz podría ser "torcerles el brazo" a algunos países, para sugerirles que envíen tropas a Irak, sostiene Krugman, a quien se considera cercano a la oposición demócrata. "Pero si los contratos no logran mover la palanca, Ƒpor qué torpedear una potencial reconciliación entre Estados Unidos y sus aliados? Tal vez porque la facción dirigida por Wolfowitz no quiere tal reconciliación", añade.
En este sentido, el primer ministro británico, Tony Blair, indicó en Bruselas que no se opuso a la decisión de Bush de prohibir que empresas de Francia y Alemania participen en los proyectos para la reconstrucción de Irak. "Los estadunidenses tienen que decidir cómo van a gastar su dinero", indicó Blair en la capital belga, al margen de la cumbre de la Unión Europea que tiene lugar ahí.
El gobierno español consideró "lógico" que Estados Unidos haya decidido excluir de los contratos de reconstrucción a algunos países que se opusieron a la guerra en Irak, afirmó este viernes el portavoz del ejecutivo español, Eduardo Zaplana. "En este caso, un país fija las condiciones para las empresas que deben participar con fondos (estadunidenses) en la reconstrucción de Irak", agregó.
El portavoz del gobierno de Aznar consideró que son "lógicas" y "sensatas" las protestas de las naciones excluidas, pero "no es menos lógico que dentro de un criterio corriente en el uso de los fondos destinados a la cooperación se establezcan condiciones a aquellos que van a utilizar esos recursos económicos", precisó.
Pese a la disputa con Washingon, la UE se manifestó dispuesta a cumplir sus promesas de ayuda en Irak. En el borrador de la declaración final de la cumbre, se afirma que es indispensable estabilizar la seguridad en la nación árabe. La UE prevé respaldar la reconstrucción de Irak a finales de 2004 con 200 millones de euros.
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