Secunda la postura asumida por los promotores del dictamen rechazado en San Lázaro

Banamex prevé devaluación del peso y alza de tasas por el desacuerdo fiscal

ROBERTO GOONZALEZ AMADOR

El Grupo Financiero Banamex-Citigroup, el más importante del país, anticipó este viernes "una reacción negativa" de los participantes en los mercados financieros locales, que afectará principalmente la cotización del peso frente al dólar y las tasas de interés de referencia, como consecuencia del fracaso gubernamental y de una facción del Partido Revolucionario Institucional en aprobar cambios fiscales que implicaban un impuesto en alimentos y medicinas.

"El proceso legislativo -para aprobar el paquete económico de 2004, que incluye la propuesta de realizar cambios en el sistema tributario- debe empezar ahora desde cero", aseguró Banamex, al hacer alusión a la votación del jueves pasado en la Cámara de Diputados. "Es decir, tendrá que salir una nueva propuesta desde la Comisión de Hacienda para someterse al pleno de la Cámara, aunque antes tendrá que ser convocado un periodo extraordinario de sesiones", dado que el ordinario concluye el 15 de diciembre, es decir, el próximo lunes.

En un tono similar al empleado por el gobierno federal y otros promotores de la derrotada propuesta de elevar impuestos, Banamex-Citigroup aseguró que después de la votación del jueves en la Cámara de Diputados "anticipamos una reacción negativa de los mercados, pues las posibilidades de que no se obtenga una mayor recaudación fiscal (en 2004) son elevadas".

El argumento de Banamex-Citigroup fue similar al empleado el jueves pasado por el diputado Francisco Suárez Dávila, priísta, miembro de la Comisión de Hacienda y uno de los legisladores de la facción encabezada por la ex coordinadora Elba Esther Gordillo Morales.

Suárez Dávila aseguró que sin la reforma que promovía un impuesto a alimentos y medicinas ocurrirá en 2004 una devaluación de 10 por ciento en el valor del peso frente al dólar. Este porcentaje de devaluación prevista por el ex subsecretario de Hacienda es menos de la mitad del 26 por ciento de depreciación ocurrida en los últimos 18 meses, que no ha tenido ningún impacto inflacionario, según ha dicho en varias ocasiones durante las últimas dos semanas Guillermo Ortiz Martínez, gobernador del Banco de México.

La reforma que fue desechada el jueves pasado por la mayoría de la Cámara de Diputados proponía un nuevo gravamen, llamado impuesto a la enajenación y a la importación, que sería aplicado en toda la cadena de producción de alimentos y medicinas, excepto al consumidor final. Con excepción de sus promotores, hubo unanimidad en señalar que este impuesto ocasionaría un aumento de precios de esos bienes, dado que ningún empresario iba a estar dispuesto a asumir ese costo sin trasladarlo al siguiente eslabón de la cadena y llegar así al público consumidor.

Un reporte difundido este viernes por la Casa de Bolsa Vector comentó que la inflación de noviembre pasado, que fue de 0.83 por ciento, la más alta para un periodo similar desde 2000, ya fue afectada por una alza inusual en alimentos y medicinas, aun antes de que se intentara aprobar el gravamen propuesto por Acción Nacional y la facción priísta leal a Gordillo y avalado por el gobierno federal.