México D.F. Miércoles 10 de diciembre de 2003
Pedían apoyos para el agro
Se enfrentan campesinos y policías en Yucatán
LUIS BOFFIL, GUSTAVO CASTILLO Y ROSA E. VARGAS CORRESPONSAL Y ENVIADOS
Merida, Yuc., 9 de diciembre. Mientras delegaciones diplomáticas debatían acuerdos en la Convención de la ONU contra la corrupción, campesinos priístas y agentes de la Secretaría de Protección y Vialidad (SPV) se enfrentaron cuando los primeros intentaron entrar al Palacio de Gobierno de manera violenta.
Durante la reyerta, en pleno Centro Histórico de esta capital, resultaron golpeados la diputada federal Ivonne Ortega Pacheco y los dirigentes campesinos Miguel Lara Sosa y Alberto Escamilla Góngora.
El enfrentamiento duró aproximadamente 20 minutos hasta que los cuerpos policiacos acordonaron el sitio y obligaron a los manifestantes a retirarse.
A las 11 del día partió la marcha desde la Casa del Pueblo, sede estatal del PRI, y 2 mil campesinos recorrieron las principales calles de la ciudad hasta llegar al Palacio gubernamental.
Los manifestantes, encabezados por líderes del tricolor, exigían al mandatario Patricio Patrón Laviada apoyos para el agro yucateco, así como dejar de favorecer a los panistas con ayudas económicas.
Sin embargo, al arribar a la sede del Poder Ejecutivo, de la cual el gobernador Patrón Laviada estaba ausente, comenzaron a corear consignas contra la administración estatal e intentaron entrar por la fuerza al inmueble. La guardia palaciega repelió a los campesinos que se adelantaron al resto de sus compañeros.
Al frente iban Carlos Sobrino Sierra, dirigente local del PRI; la diputada federal Ivonne Ortega Pacheco, y los líderes cenecistas Carlos Berlín Montero, Miguel Lara Sosa y Alberto Escamilla Góngora, quienes presionaron a los policías ante la gritería desatada. Los granaderos llegaron de calles cercanas y arremetieron con sus macanas para dispersar a los priístas. La legisladora Ortega Pacheco recibió empujones y golpes de macana en diversas partes del cuerpo, en tanto que el cenecista Lara Sosa cayó al piso para ser agredido a golpes y puntapiés, mientras los campesinos arrojaron piedras y botellas contra los uniformados.
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