Les vendieron fertilizante inadecuado; exigen indemnización

Se perdieron 2 mil 500 hectáreas de cultivo de frijol en Zacatecas

ALFREDO VALADEZ RODRIGUEZ CORRESPONSAL

Zacatecas, Zac., 9 de diciembre. Se perdieron los cultivos de frijol en más de 2 mil 500 hectáreas de los municipios zacatecanos de Miguel Auza y Juan Aldama, así como en Cuencamé, Durango, además de que dichas tierras quedaron contaminadas con residuos de sodio y flúor, debido a que en ellas se usaron fertilizantes inadecuados que, por "error", se vendieron a campesinos, informó el presidente de la Unión Estatal de Productores de Frijol de Zacatecas, Jesús Padilla Estrada.

En conferencia de prensa que ofreció con el presidente del comisariado ejidal de Miguel Auza, Bartolo González Salazar, y medio centenar de agricultores, Padilla Estrada recordó que en lugar de venderles 200 toneladas de fosfato triple de calcio, la empresa Fertilizantes y Productos Agropecuarios le dio fosfato triple de amonio, que arruinó cosechas y tierras.

Añadió que la situación afectó a más de 300 agricultores, quienes perdieron sus cosechas, valuadas en más de 8 millones de pesos, y sus parcelas quedaron inhabilitadas por lo menos durante cinco años, tiempo estimado para que queden limpias de los químicos contaminantes.

Asimismo, los perjudicados indicaron que la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación (Sagarpa) les ha negado apoyo para que la empresa los indemnice, a pesar de que la delegación en Zacatecas de la citada dependencia federal corroboró el daño a sus cultivos.

Padilla Estrada añadió que cuando se presentó el problema, entre junio y julio pasados, "empezaron a hacerse las investigaciones de campo, y las pruebas realizadas en el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) se documentaron ante un notario público y en presencia de representantes de los agricultores y de los distribuidores del fertilizante, y en una ocasión estuvo el fabricante del insumo".

Señaló que los daños a los plantíos de frijol se corroboraron en cultivos del campo experimental de Calera, del INIFAP. "Ahí se hicieron y documentaron desde agosto hasta octubre, semana tras semana, con la bitácora para comprobar los efectos residuales dañinos" de los fertilizantes que los campesinos adquirieron en 2 mil 600 pesos por tonelada.

Por lo anterior, Padilla Estrada exigió al titular de la Sagarpa, Javier Usabiaga Arroyo, "que siente en una mesa de negociación a las empresas distribuidoras y a los fabricantes del fertilizante para llegar pronto a un arreglo, porque los trámites jurídicos llevarán a la desesperación de los compañeros".