México D.F. Miércoles 10 de diciembre de 2003
En un semestre el presidente Kirchner logró
la aprobación de 70% de los ciudadanos
Hubo 13 mil desaparecidos, no 9 mil, durante la dictadura:
gobierno argentino
Sin festejo alguno, oficialmente, hoy comienza el gobernante
su mandato constitucional
AFP, REUTERS Y DPA
Buenos Aires, 9 de diciembre. El presidente de
Argentina, Néstor Kirchner, comenzará mañana miércoles
su mandato constitucional de cuatro años, tras cumplir seis meses
en el poder con elevada popularidad, aunque con asignaturas pendientes,
entre ellas la pobreza y el desempleo, que no fueron resueltas en los 20
años de democracia.
Asimismo, a 20 años del regreso de la democracia,
tras el régimen militar que rigió entre 1976 y 1983, el gobierno
argentino anunció ante la Organización de Naciones Unidas
(ONU) que las nuevas estadísticas de desapariciones bajo aquel régimen
alcanzan 13 mil casos, 4 mil más que las cifras conocidas hasta
ahora.
Fuentes
de la oficina presidencial confirmaron este día a Dpa que Kirchner,
quien el 25 de mayo asumió anticipadamente el gobierno, comenzará
formalmente su mandato sin realizar acto oficial o festejo alguno.
Según datos del Centro de Estudios Nueva Mayoría,
en un semestre Kirchner acumuló el visto bueno de 70 por ciento
de la población, cifra superior, en el mismo periodo, a la de los
presidentes que le precedieron. Otras encuestas le otorgan índices
de popularidad aún mayores, que llegan a 82.5 por ciento.
El mandatario progresista peronista completará
más de seis meses de mandato de De la Rúa, quien renunció
el 20 de diciembre de 2001 en medio de una revuelta popular que dejó
30 muertos, abriendo una crisis institucional con varios interinatos en
menos de un mes.
El Huracán K, como lo llama la prensa por
su estilo avasallante, acumuló popularidad por su ofensiva para
renovar desprestigiadas instituciones del país, su trato directo
con la población y la tenue recuperación económica.
Pero su gobierno enfrenta el desafío de controlar
la pobreza récord, que afecta a más de la mitad de los 36
millones de habitantes, un desempleo de 17.8 por ciento y lograr un acuerdo
con acreedores privados.
En este sentido, Raúl Alfonsín, el primer
presidente tras el regreso de la democracia, consideró hoy que la
mayor deuda pendiente es combatir la pobreza, y se mostró renuente
a hacer algún balance a su gestión, que incluyó las
leyes de Obediencia Debida y Punto Final, que dejaron sin juicio a los
responsables de violaciones a los derechos humanos durante la dictadura.
El veterano dirigente político recordó los
dos intentos golpistas durante su gobierno, y dijo que no podía
citar ante la justicia a 2 mil militares cuestionados "porque no obedecían".
También se excusó de brindar una opinión
sobre los seis meses de Kirchner, aunque "creo que el rumbo que está
tomando es correcto", apuntó.
En Ginebra, mientras tanto, el subsecretario de Derechos
Humanos del gobierno argentino, Rodolfo Mattarollo, notificó al
Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Bertrand Ramcharan,
las nuevas estadísticas de desapariciones durante el régimen
militar.
"Este nuevo cálculo integra estadísticas
y testimonios que vienen de la Conadep -comisión investigadora creada
al terminar la dictadura-, pero también información de organizaciones
no gubernamentales sobre los juicios por la verdad que se están
celebrando en el país, añadiendo datos obtenidos por nuestra
Secretaría de Derechos Humanos", precisó.
"Nos vamos acercando a las estimaciones anticipadas por
los organismos de derechos humanos de Argentina, los cuales insisten en
que hubo más de 13 mil desapariciones", agregó.
Mientras tanto, un diputado electo del peronismo de Tierra
del Fuego, Juan Barrionuevo, fue denunciado por ex desaparecidos por haber
formado parte de los grupos de secuestradores durante la dictadura.
Víctor Basterra, sobreviviente del centro clandestino
de detención de la Escuela de Mecánica de la Armada, el mayor
campo de concentración del régimen, hizo la denuncia ante
el fiscal de esa provincia.
En otro orden, mientras Brasil dijo ver con "simpatía"
la posición argentina de exigir una aclaración a Inglaterra
por la presencia de buques británicos con armas nucleares en el
Atlántico Sur durante la guerra de Malvinas (1982), el gobierno
británico insistió este martes en que "no queda ningúna"
arma atómica en la zona y que "tampoco se filtró ninguna
radiación" durante el conflicto.
Según un documento entregado en la cancillería
argentina por el embajador británico Robin Christopher, "en ningún
momento violó el Reino Unido tratado internacional alguno, incluido
el Tratado de Tlatelolco (de no proliferación de armas nucleares
en América Latina)".
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